La hecatombe de Ferrari o por qué han tocado fondo

Humillados, impotentes, sin ritmo, faltos de estrategia y de ideas… se podría seguir describiendo la temporada de Ferrari pero la realidad es que han tocado fondo en el Gran Premio de España de Fórmula 1 con unas diferencias sonrojantes. Un SF90 que no da la talla, queda en ridículo y ya ha recibido cinco estocadas dobles este año, pero la de hoy es sin duda la más dura. Esta es la fotografía de un equipo hundido desde Sebastian Vettel o Mattia Binotto hasta el último mecánico.

Mercedes logró el quinto doblete de la temporada si apenas oposición. El equipo que brilló en pretemporada y que estaba llamado a poner fin a la hegemonía alemana se ha quedado en nada en apenas cinco carreras. Casi cincuenta puntos es la ventaja de Lewis Hamilton respecto a Vettel y pocos dudan de que los de Brackley serán campeones del mundo.

Humillados en España

Ferrari llegaba a España confiados de dar la vuelta a la situación. Numerosas mejoras y un motor nuevo con dos carreras de antelación para dar el salto definitivo. La Scuderia ya contaba con datos importantes respecto a Mercedes por la pretemporada, donde dominaron con holgura. En el mismo trazado donde el SF90 parecía perfecto dio su peor versión. Un desastre que ya se anticipó en clasificación cuando Vettel acababa a más de ocho décimas de la pole y Charles Leclerc a 1,2 segundos.

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En la Scuderia quisieron tapar el fracaso del sábado recordando que la puesta a punto estaba destinada a la carrera para atacar a los Mercedes, pero ese ataque solo se vio en la primera curva y al final salió caro. Medio segundo por vuelta más lentos que las flechas plateadas. Un auténtica barbaridad que no corresponde a una escudería en la que pretenden ser campeones del mundo.

Si volvemos a recoger lo del ataque a los Mercedes, queda aún más en ridículo cuando en pista vieron como Max Verstappen se colocaba tercero en la curva tres y en toda la carrera fueron incapaces de acercarse al holandés. Ni con la ayuda del coche de seguridad demostraron tener el ritmo suficiente para presionar al Red Bull. Vettel llegó a ser más lento incluso que Pierre Gasly en el primer stint.

Ferrari aguantaba el ritmo en el primer sector por la larga recta y su rapidísima curva en subida. Pero se venían abajo en el segundo sector donde se pone a prueba el grip mecánico, y terminaban de hundirse en el tercero donde la tracción es lo más importante. La aerodinámica y el trato de los neumáticos son los puntos donde Mercedes está dando un auténtica paliza a un Ferrari en el que hay pocas esperanzas de dar la vuelta a este inicio para olvidar.

Los pilotos no dan la talla

La superioridad técnica de Mercedes es más que evidente, pero esa no es la única desventaja de Ferrari. Los pilotos de la escudería italiana, especialmente su punta de lanza, Vettel, no están dando la talla. De hecho, el tetracampeón del mundo ha vuelto a fallar este domingo en una mala salida que ha comprometido su carrera. Intentó arriesgar como medida desesperada para luchar con los Merecedes, pero la valentía del alemán se volvió en su contra para dejar a la Scuderia sin el podio y tener que ver la ceremonia del champán desde abajo.

Leclerc volvió a demostrar que todavía está por hacerse. Este es uno de los motivos que hay en Maranello de fichar a pilotos contrastados antes que a promesas. Con el de Mónaco rompieron su filosofía y este primer año ya están pagando su falta de experiencia. El error de Bakú fue la mayor pifia de la temporada pero el de Mónaco ha ido sumando pequeños fallos que pesan en el equipo. Este sábado se volvió a equivocar al tomar con demasiada agresividad el piano de la curva nueve y dañar el fondo de su SF90 provocando tener que salir desde la quinta plaza.

Errores impropios de Ferrari

Ferrari lleva cometiendo errores imperdonables que no pueden atribuirse a una escudería de este tamaño. Desde extrañas decisiones y estrategias que vuelven locos a sus propios pilotos en la pista, hasta fallos en los pasos por boxes. Sin olvidar todo lo que ocurre fuera de la pista con mejoras que retrasan más que evolucionan. Montmeló es un trazado perfecto para mostrar las debilidades y fortalezas de cada equipo y la situación de los de Maranello se ha reflejado a la perfección. Difícil encontrar algo positivo en un fin de semana en el que hicieron todo mal. Incluso en las paradas fallaron. Perdieron casi dos segundos en el primer paso por boxes respecto a Mercedes propiciando que sus pilotos cayeran en más tráfico de lo que tenían previsto.

En la Scuderia no se toman buenas decisiones y se percibe una falta de liderazgo importante. El propio Vettel tuvo que comunicar a su equipo que se dejaba pasar por el plano que tenía en uno de sus neumáticos. Unas órdenes de equipo que se tuvieron que volver a poner en función por montar los duros con Leclerc. Una arriesgada estrategia por la desesperación de no poder ni batir a Verstappen, que no salió como esperaba y creó una situación de peligro para sus dos pilotos cuando Vettel se encontró con el de Mónaco. El de 21 años no se dejaba adelantar y estuvo a punto de tocarse con el alemán al final de la recta. Cuatro vueltas tardaron en comunicar una orden que parecía obvia. Una muestra clara de las dudas y la falta de seguridad que hay en el equipo a estas alturas.

Los de Maranello se llenaban la boca por la importancia de las mejoras que llegarían en Barcelona. Ambiciosas y numerosas mejoras aerodinámicas con una importante evolución de motor con el que esperaban alcanzar o, al menos, reducir la brecha con Mercedes. Ha ocurrido, sin embargo, todo lo contrario. Mercedes ha ampliado su ventaja y ya todo el mundo los ve recogiendo el título mundial. La temporada se le puede hacer muy larga a Ferrari y a todos los tifosi. Algo que puede hacer explotar internamente a un equipo desarbolado que podría tomar medidas drásticas de cara a 2020.