Toyota y Alonso hacen historia y conquistan las 24 Horas de Le Mans

Fernando Alonso y Toyota hicieron historia y se llevaron la victoria en las 24 horas de Le Mans. El trazado de La Sarthe le debía una a Toyota y pudo saldar su cuenta. Dominio de principio a fin, sin rival y con la única intriga de algún fallo en el prototipo que no llegó. Los dos monoplazas japoneses estuvieron intercambiándose el liderato de parrilla pero finalmente el ritmo de Alonso, Kazuki Nakajima y Sebastien Buemi se impuso y el asturiano ha podido tachar de su lista una de las pruebas pendientes para la Triple Corona.

Con esta victoria, el asturiano es más líder del Mundial de Resistencia (WEC), tras vencer en Spa, junto a sus compañeros. Desde el comienzo de la prueba, los Toyota empezaron a marcar un ritmo muy superior al resto. Los Rebellion, por su parte, cumplieron su cometido y acabaron tras ellos pero muy lejos. Los monoplazas de la marca japonesa se limitaron a competir entre ellos cambiando la cabeza de carrera en varias ocasiones, pero una sanción a Buemi por superar el límite de velocidad en una zona lenta provocó un Stop and Go de un minuto y que el Toyota, del dorsal número 8, cayera a más de dos minutos de cabeza.

La heroicidad de Alonso

La enorme distancia y la igualdad de ritmo entre los dos prototipos, hacía pensar que, a pesar de que quedaban más de 10 horas, la victoria del monoplaza de Alonso se esfumaba. Tras esta desgracia y en plena noche le tocaba el turno al asturiano que se montaba en su coche a, exactamente, 2:20 de cabeza. Pero el asturiano no quería perder esta oportunidad de ganar y voló en la noche de Le Mans. El resultado fue una carrera de contrarreloj.

En la vuelta 181 en la que cambiaron a Conway la distancia ya era de 1:47. En 11 vueltas le recortó 33 segundos a uno de los pilotos más sólidos. Después con la entrada de ‘Pechito’ López la sangría de tiempo fue aún mayor. El argentino no encontraba su ritmo mientras que Alonso seguía marcando grandes tiempos. Llegaba a marcar el segundo y tercer mejor sector absoluto. Finalmente, el piloto español, que entró en pista a la 1:30 de la madrugada, en apenas dos horas y media dejó a su Toyota a 45 segundos de cabeza. Recortó más de un minuto y medio, una barbaridad.

La inercia del ritmo del español pareció contagiar a su compañero, Nakajima. Tocaba el segundo duelo japonés en carrera, en la primera parte de prueba, el del dorsal 8 se vio claramente superado por Kobayashi pero en la noche eso cambió. Kazuki conseguía un ritmo endiablado y fue recortando tiempo hasta alcanzar y adelantar en pista a su compatriota. A partir de ese momento, el dorsal 8 de Toyota no soltó el liderato y vio como gracias al gran ritmo de sus pilotos y los Safety Car que le favorecieron, aumentaba su ventaja notablemente. Por si fuera poco a falta de una hora y media, Kobayashi se saltó su entrada a boxes y tuvo que ahorrar gasolina y no superar los 80 km/h, lo que provocó que Nakajima le doblara.

Los Porsche dominaron la categoría GT

En GTE-Pro ni Antonio García ni Miguel Molina pudieron acercarse a luchar por la victoria. Antonio García realizó grandes relevos con su Corvette finalizó en la quinta plaza. El Ferrari de Molina no dio las mismas sensaciones con problemas prácticamente desde el inicio de la prueba y finalizó décimo. En esta categoría el Porsche número 92 no tuvo rival y ganó con mucha autoridad mientras que la lucha por la segunda plaza si dejó grandes momentos entre el Porsche 91 y los Ford 67 y 68.

En LMP2 hubo poca emoción. La escudería G-Drive Racing con el conocido de la Fórmula 1, entre otros, Vergne se llevó la victoria con tres vueltas de ventaja. En la categoría amateur, el Porsche 77 también dominó la prueba favorecido por el abandono del otro Porsche al estrellarse contra las protecciones.