Boullier: "No hemos perdido la capacidad de hacer coches rápidos. Lo veréis pronto"

—Éric, ¿qué le dirías a toda esa gente que siente que, con tantos cambios, McLaren ha perdido el rumbo en la Fórmula 1?

—Vamos a esperar a ver... si se juzga por estos días, mejor esperemos a ver las carreras.

—No, me refería más bien a estos últimos años.

—Han sido tres años difíciles y estamos intentando devolver a McLaren donde se merece. Pero como todo, esto no se hace en un día. No hemos perdido la capacidad de diseñar coches rápidos, lo vais a ver pronto en pista. Somos ambiciosos, pero para eso hay que tomar riesgos.

Esta conversación entre un periodista y Éric Boullier venía a resumir la difícil situación actual de McLaren. Porque esta pretemporada ha desvelado que aún no están listos para conseguir podios. Y eso al margen del motor Renault, al que no han conseguido integrar bien al 100% en un coche que, según algunos, se ha pasado un poco de agresivo. Boullier salpicaba ciertas señales de impotencia en McLaren, sabedor de que estos test han retrasado un trabajo importante para cumplir sus objetivos de este año.

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"No hemos hecho un buen trabajo"

Alonso se paraba a las 10:00 por un problema idéntico al de este martes: una fuga de aceite que afectó al 'turbo' del motor. Cambio a una nueva unidad de Renault y de nuevo a pista antes de las 15:00. Pero el daño ya estaba hecho, y desde hace días. Porque si McLaren se esperaba unos test para medir fuerzas ante su aspiración de mirar de cerca el podio, Boullier confirmaba que el coche no tiene aún la fiabilidad ni rendimiento que querían. A Australia van ahora sin certezas de poder acabar.

"Queremos ser competitivos, de ahí el diseño ambicioso del coche, distinto al resto de coches Renault. Hemos tenido pequeños problemas, pero es porque no hemos hecho un buen trabajo de preparación. Estamos por detrás y tenemos retrasos, pero rápidamente volveremos a la normalidad", dijo el francés. Un discurso distinto al de Alonso, quien declaraba el martes que estaban "listos al 100%". "Fernando puede dar unas vueltas y ver si el coche tiene buena base o no, de ahí su respuesta. Por nuestra parte, tenemos 100 ingenieros que necesitan que ruedes para entender el coche, la aerodinámica, neumáticos... Ojalá vayamos a la primera carrera con confianza y un coche fiable". No al nivel del 2017, pero esto de momento sigue siendo una esperanza.

¿Se puede garantizar al 100% que McLaren tendrá buena fiabilidad en Australia? "No, no al 100%, porque no hemos dado tantas vueltas como esperábamos, y por tanto hay más riesgos de sufrir una avería. Hay pequeños problemas, y un reajuste del coche nos ayudará a solventarlos". Luego decía que serán competitivos en Melbourne sin "ningún rediseño del chasis", pero las pocas vueltas hacen que este coche –aparentemente competitivo– sea aún de nivel medio. "La batalla estará arriba entre Mercedes, Ferrari y Red Bull. Hay equipos que han progresado, como Haas y Renault. La clasificación se ha emparejado, y creemos que estamos por la mitad". A bote pronto, en una hipotética pugna por entrar al Q3.

¿Qué está fallando en McLaren?

Se le planteó a Boullier la sensación de que McLaren no cuenta con recursos para ser un equipo puntero de esta Fórmula 1, por ejemplo viendo el coche de este año, con un posible exceso de ambición en áreas que no parecen manejar al 100% como los grandes. Ejemplo de ello es su tapa motor tan estrecha, donde el motor Renault sufre para trabajar al 100%, o varios ensayos de 'pit-stop' que resultaban desorganizados a más de uno.

"Hemos hecho ocho ensayos, sólo fue mal uno de esos siete...", apuntaba Boullier, quizá en alusión un vídeo que mostraba a los mecánicos de McLaren intentando ajustar una rueda puesta del revés. Nada trascendente en el esquema, como tampoco otros intentos de 'pit-stop' fallidos que no han sido grabados y a los que Boullier omitió referirse, pero sí una anécdota que define a un equipo grande en problemas para juntar sus piezas. "El coche tiene un diseño ambicioso en el que tenemos que trabajar, también para entender bien la refrigeración del motor", decía Boullier.

Entonces, ¿está todo perdido?

Entonces, ¿está ya descartado el objetivo de hacer algo grande? Que el inicio no haya sido bueno y McLaren tenga problemas estructurales no empaña algo en lo que hacía hincapié Boullier. "Alonso está contento con el equilibrio del coche, queda trabajo que hacer en la suspensión y entender el monoplaza, pero está contento. Es un competidor, quiere ser el mejor y siempre busca más. Tiene una mentalidad distinta este año, ha pasado mucho tiempo con nosotros aún no habiendo pilotado el coche, está interesado y nos sigue apoyando". Porque quizá ambos hayan interiorizado su contexto desfavorable, pero como punto para fijar sus metas reales. ¿Cuáles?

McLaren y Alonso creen en el potencial de este coche, igual que varios analistas del 'paddock'. La incógnita es cuánto afectarán estos kilómetros perdidos a su ambición de hacer podios, aún fijada para la segunda mitad del año. Es la esperanza de McLaren; afinar el coche y la adaptación a Renault con esos "reajustes" a partir de Australia, y quizá con algún cambio más importante en el chasis, librar la batalla para ser el 4º equipo a final de año.

"No creo que seamos demasiado ambiciosos sino que, dentro de nuestra estrategia, debemos asegurarnos de qué tiempo para hacer lo que queremos, eso es todo". A pesar de la fiabilidad, como él decía, "este año es una nueva historia pensada a largo plazo. Queremos ser McLaren, un equipo competitivo". Hay veces que conviene conocer primero las debilidades de uno para exprimir las fortalezas. Este viernes, McLaren parecía llegar a esta conclusión.