El 'capotazo' de Alonso a McLaren: "Sabemos ya el 99,9%; estamos listos para Australia"

El Circuit de Catalunya daba una estampa digna de plaza de toros. La azotea del 'paddock', plagada de fans vitoreando a Fernando Alonso en cuanto salía del 'box'. Cual torero, saludaba hacia arriba antes de enfrentarse a la prensa. McLaren tuvo una fuga de aceite por la mañana y casi no rodó por la tarde. 54 vueltas y más incógnitas, todas ellas cerniéndose con cierta dureza sobre el equipo... y con algunos haciendo ya la analogía con el 2017 de Honda ¿Cómo explicar los problemas de estos días que tan corto kilometraje han dado a un equipo que buscaba los 500 km diarios. Y entonces, Alonso les sacó el capote.

"¿Qué diferencia hay de esta pretemporada a la de 2017?", le preguntaron al asturiano. "De cero a diez... once. No tiene nada que ver. Nada que ver. Ahora tenemos todo probado y las cosas muy claras con el coche. Sí, nos gustaría hacer tandas largas y dar muchas vueltas (...) pero necesitábamos respuestas antes de Australia sobre cómo operar con el coche, y el 99,9% de lo que queríamos saber ya lo sabemos". No sólo espantó los fantasmas, sino que insistió en el optimismo que tenía antes de estos test torcidos por la fiabilidad. A juzgar por lo que contaba Alonso, ¿están tapando estas averías una realidad más halagüeña de la que parece para McLaren?

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"Vamos a llegar al 100% a Australia"

El español no titubeó en ninguna de sus respuestas en un día donde se medían sus palabras al milímetro. "Seguramente iremos optimizando el acoplamiento entre el motor y el chasis; esto lo hacen todos los equipos, siempre buscan más eficiencia, reducir el peso, mejorar la aerodinámica... y en ese sentido creo que vamos a llegar al cien por cien". Por si surgían las dudas con el 2017, dejó luego otra clave. "Sabemos ya el 99,9%, y eso en los últimos tres años no lo tuvimos. Llegábamos a Australia sin haber hecho ninguna salida de calidad porque ni probábamos los mapas de prueba ni los de íbamos a usar en Australia. Ahora sí llegamos preparados de verdad".

Alonso tuvo que explicar las razones de su optimismo. Red Bull, con el mismo motor, endosó a McLaren 1,9 segundos, ¿algo a tener en cuenta? "Ni mucho menos", contestó tajante. ¿Y los dos problemas propios (uno hidráulico y la fuga de aceite) al margen del motor?. "Es normal que ocurra esto. Yo llevo 18 pretemporadas y todavía sigo descubriendo cosas. Siempre es lo mismo, no sólo en los test. Antes, cuando no había limitaciones, íbamos a Paul Ricard e igual dábamos 20 vueltas, pero no se retransmitía como ahora". ¿Conclusión? "No hay problemas fundamentales, y reforzar estos pequeños fallos nos fortalece de cara a Australia. Prefiero que ocurra aquí que en dos semanas. Está todo bajo control". Todo un despeje a la banda.

Por qué las tardes 'no importan'

Con sólo 100 vueltas de rodaje estos dos días –casi lo que Ferrari y Mercedes hacen en una única mañana–, ¿por qué tanto optimismo? Según Alonso, por una cuestión de simple lógica. "En cierto modo, estoy feliz por haber podido empujar el coche y completar las cosas importantes por la mañana", contaba Alonso en inglés. "El resto del día, por la tarde, suele consistir más en hacer tandas largas y sumar vueltas, pero no hay ninguna información concreta que necesites ya a esas alturas, así que no estoy estresado por las vueltas que he perdido".

"El último día que me queda probablemente lo necesite para hacer alguna vuelta más, tandas largas y comprobar cosas extra que siempre descubres con el coche, pero ya tenemos las respuestas fundamentales. Es como si no necesitara un último día: pilotaré, descubriré cosas y ya. Si Australia fuera mañana, perfecto...". Muy pocas veces hablan los pilotos con tanta seguridad cuando su coche pasa seis horas seguidas en un box. Pero por las palabras de Alonso, se intuye que el MCL33 puede ser un buen coche en cuanto espanten esos "problemas pequeños". La gran incógnita que aún flota es si son realmente pequeños o no.

McLaren con Brown y Bullier por la mañana como Alonso por la tarde quitaron hierro a la situación evidenciada estos días. Mientras, Honda ha conseguido integrarse bien al Toro Rosso y McLaren –con una trasera tan estrecha– no parece dejar respirar bien al Renault, con problemas en la refrigeración ¿Alguna preocupación? "Ninguna, cero preguntas en mi cabeza", respondía Alonso, que aprovechó el asunto de los motores para echar otro cable a quienes cuestionan a Renault. "La manejabilidad es muy buena; la semana pasada, incluso con lluvia, perfecta. Este motor ha ganado carreras en 2017, no hay motivos para que no sea puntero". Pero al igual que el lunes, los tiempos y vueltas de martes parecían pusieron pinzas a estas teorías.

Y al final, Alonso fue el más bravo

A McLaren sólo le quedan dos días para compensar el tiempo perdido. En base a lo que decía Alonso, las sesiones de la mañana serán claves para calibrar hasta qué punto es competitivo el MCL33. Boullier explicaba la pasada semana que una de las prioridades para esta serían las tandas largas para simulación de carrera. Mientras, hay dudas en torno a la refrigeración en el motor Renault. Este martes añadían una entrada de aire para que no se sobrecalentara, confirmando los problemas de días anteriores. Quién sabe por qué McLaren es optimista y qué razones maneja internamente para ello. Un optimismo que, desde cualquier flanco, dejó a varios descolocados.

Si se esperaba una tarde en la que Alonso saliera tocado de la rueda de prensa, pocas veces se recordaba tanto optimismo en un panorama tan incierto como el que afronta ahora McLaren-Renault. Parecía que el toro podría con Alonso... y al final él acabó siendo el más bravo.