Renault, Carlos Sainz y la jugada maestra del 'tres en raya': por qué todos ganarán en 2018

"Cuando llegas a Japón tras tantos días viajando...". Y de repente, Carlos Sainz hizo una pequeña pausa. Si la pasada semana en Malasia ya estaba lejos de casa, irse ahora aún más lejos –a unos 10.000 kilómetros– da vértigo. Pero este país es un caso aparte. "Ves a todos los aficionados con cosas graciosas, gorros, tantas sonrisas... te dan la vida cuando estás lejos de los tuyos". El entregado público nipón aclamó este jueves a Sainz como a pocos pilotos. Es una de las revelaciones de la Fórmula 1 en 2017. Y en 2018 llega su salto a Renault. ¿Qué puede irle mejor?

Al margen de lo que ocurra en Suzuka, su partida se sigue jugando en clave de futuro. No hace ni un mes que le confirmaron para el próximo año y ya se van desplegando las cartas para 2019. Porque ese año (y también 2020) está en boca de todo el mundo en el 'paddock' casi más de lo que pueda ocurrir en la carrera de este domingo. En clave de Sainz, lo único oficial es que vestirá de amarillo en 2018. Lo que pase más adelante es una de las incógnitas que este jueves iban perfilándose entre tanto cariño japonés.

Paz en 2018, ¿pero qué hay del 2019?

¿Qué puede ocurrir entonces en 2019? Contrato en mano, Red Bull aún tendrá la opción de repescarle para su equipo grande. Si al final se marcharan Ricciardo o Verstappen, puede ser algo automático. La otra será que continúe en Renault, lo que le desvincularía definitivamente de su programa. Pero no se trata de algo sencillo, porque Red Bull no sólo tendrá 'potestad' sobre Sainz, sino que podrá ejercerla sin sentarse a negociar. Cyril Abiteboul lo explicaba así a 'Motorsport'. "Ellos tendrán prioridad. Si le queremos, nosotros vamos segundos. Es una concesión que tuvimos que hacer en las negociaciones".

Renault cedió en este punto con tal de fichar a Sainz cuanto antes. En su esquema, era mejor formalizar un fichaje 'pactado' con Red Bull que esperar a que el madrileño fuera un agente libre. Llevaban tanteándole desde 2016, y la oportunidad llegó en el momento adecuado. "Hasta cierto punto, tener a Carlos ya en 2018 es mejor de lo que habíamos planteado", contaba Abiteboul, recordando el cerrazón de Helmut Marko y Christian Horner en verano. En el paddock se habla de un acuerdo 'win-win', es decir, que contenta a todas las partes. Es la lectura en clave de 2018. La gran paradoja vendrá si estas dos 'novias' acaban peleándose por él en 2019...

"Es como jugar al tres en raya..."

Renault ya desvela a la prensa francesa dos caminos posibles. Si Sainz brilla, intentarán pagar a Red Bull la cantidad necesaria para mantenerlo. ¿Pero qué pasa si no convence, o si Red Bull le repesca? A final de 2018, pilotos de la talla de Ricciardo o Bottas (y quizá Alonso) quedarán liberados de sus contratos. Y llegado el caso, Renault no esconde que se lanzaría a por uno de ellos. "Si no mantenemos a Sainz, habrá movimiento en el mercado. Con un coche competitivo, siempre hay opciones...". Sea o no Sainz, el plan de Renault es tener un piloto brillante en 2019. Hay quien define así su estrategia. "Es como cuando juegas al tres en raya y dibujas una marca que bloquea a tu rival. Ponga lo que ponga, ya vas a ganar. La cuestión es en qué fila". Y Renault ya va cocinando esta jugada...

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Que Sainz también acabe saliendo beneficiado es otra historia. Si Renault ya tiene en 2018 ese "coche competitivo" del que habla Abiteboul, ¿hasta qué punto le convendría desvincularse de un fabricante con credenciales de ser ganador a corto plazo? Por otra banda, nadie niega que recalar en Red Bull también sería una buena baza en busca del título mundial. Hoy son varias incógnitas que se despejarán en su momento. Porque Sainz no hace otra cosa que vivir su presente con Toro Rosso. En su mente está el reto de hacer en Suzuka otra de esas 'machadas' que hoy le permiten ser uno de los tesoros más preciados de la F1.

Y en Suzuka... "a ver qué pasa"

Sainz llegaba a Malasia aún pletórico de su cuarto puesto en Singapur y se acabó yendo con una lectura negativa ante las cinco carreras que quedan. En carrera se rompió la parte eléctrica de su motor y Toro Rosso deberá utilizar un nuevo recambio, lo que conlleva una penalización de posiciones en la parrilla. "Teníamos la esperanza de hacer con esa pieza una buena parte de lo que queda del año. Va a ser difícil", comentaba. Puede ser aquí mismo en Suzuka donde llegue la sanción.

"Habrá que esperar a ver qué pasa", decía Sainz, que sin embargo no dejaba de poner el foco en lo que desvele su rendimiento puro en pista. "Poniéndolo como base, algo parecido al de Malasia: a lo mejor los sábados sufrimos más de la cuenta, pero luego los domingos vamos mejor. Es ahí donde quiero enfocarme el fin de semana, todo al domingo". A priori, el lastre de la penalización y además siendo carrera en seco (sólo se prevé lluvia para los entrenamientos) dibujarían un domingo difícil en varios frentes.

[Horarios y televisión del Gran Premio de Japón]

Los puntos no estarán fácilmente al alcance, pero Sainz quiere acabar su andadura en Toro Rosso con esos destellos de talento que le han puesto en todos los focos de la Fórmula 1. Entre negociaciones, contratos y el continuo debate del futuro, este jueves fue a buscar las sonrisas de los aficionados japoneses. Incluso bien entrada la noche, al salir de una cena, había un par de fanáticos esperándole. Porque Carlos Sainz ya no es un piloto más en este deporte...