Adiós a Tyler Alexander, el 'sargento de hierro' que hizo grande a McLaren

"Recibí una carta de Ron Dennis: ¿estaría yo interesado en volver a McLaren? ¿Sabes? No conozco nadie que haya dejado a Ron Dennis y después le hubiera pedido que volviera. Al final, Ron y yo llegamos a un acuerdo y fui a Suzuka a finales de 1989?".

¿A quién concedía Dennis semejante privilegio? "Junto a Bruce McLaren, que fundó la compañía McLaren en 1963, Tyler Alexander fue uno de los primeros pilares de nuestra compañía, trabajando muy duro junto a Bruce desde los primeros días. Y Bruce no hubiera podido pedir un par de hombros más sólidos sobre los que apoyarse para crear la reputación del equipo". Así rendía honores Dennis el pasado jueves a una de las figuras capitales en la historia de McLaren, pocas horas después de fallecer el pasado 7 de enero. "Uno de nuestros padres fundadores". Tenía 75 años.

"Tipificaba lo que McLaren es y ha sido"

¿Quién fue Tyler Alexander? Poco conocido para el gran público pero enormemente respetado en la Fórmula 1, se convirtió una de las espinas dorsales para la operatividad del equipo durante décadas. "Parte del ADN original de McLaren. Tipificaba lo que McLaren es y ha sido", ese sargento de marines que lideraba sobre el terreno y ayudaba a que los generales lucieran sus medallas después. "Tenía el arte de hacer posible lo imposible, es lo que hace un racer", decía Dennis sobre él. Esa figura en primera línea del frente y en segunda ante las cámaras, cuya entrega total, absorbente y absoluta a su trabajo también contribuyó a crear la Fórmula 1 que hoy conocemos.

Tras sus comienzos en la competición en Estados Unidos, acabó relacionado con Bruce McLaren a través de los hermanos Mayer (Teddy, un abogado americano, y su hermano Timmi, fallecido compitiendo en Nueva Zelanda). El equipo se fundó con lo puesto en 1963: McLaren, Teddy Mayer y Tyler Alexander. El americano de Boston llevó a cabo todo tipo de labores en aquellos años pioneros: mecánico, ingeniero, 'team manager' y hasta organizaba los viajes. Era una suerte de hombre orquesta sin límite de horario ni derroche de energía.

"El mundo de las carreras puede ser duro"

Amable en el trato, duro y determinado en el trabajo, fue una pieza clave en los primeros éxitos de McLaren. No había horas en el día ni en la noche, ni tampoco suficientes aviones para volar, ni coches para conducir. En una ocasión, para llegar a tiempo a una prueba recorrió al volante 1.500 kilómetros en solitario y en un solo día transportando en un remolque uno de los coches de carreras. Incluso tuvo que conducir con la cabeza fuera de la ventanilla para no dormirse. Posiblemente pasó tantas noches trabajando como días despierto.

En sus primeros tiempos, McLaren en Estados Unidos y desde 1966 en la Fórmula 1. Bajo la supervisión de Alexander, McLaren ganó en América cinco títulos, 37 de 43 carreras y las 500 Millas de Indianápolis entre 1967 y 1971. Pero el 2 de junio de 1970, Bruce McLaren se mató en Goodwood. En su libro 'A life and Times in McLaren', Alexander escribió: "El mundo de las carreras puede ser duro. En momentos así, tienes que hacer de tripas corazón y mantener a la gente unida. En este caso, a la gente que ayudó a Bruce McLaren Motor Racing a ser el equipo que era. Era el momento de usar todo aquello que habíamos aprendido de Bruce, sin mostrar la pena de cada uno". Pocos días después el equipo competía en Mosport, Canadá, en el campeonato americano CanAm. Ganaron de nuevo: ese fue el espíritu que acompañó y distinguió a Alexander toda su vida. "Things done".

"Uno de los mejores de la antigua escuela"

En 1979, Teddy Mayer le llamó para concentrarse en Europa y en la Fórmula 1. En 1980 llegó Ron Dennis. Poco después, Mayer dejó el equipo y Alexander le acompañó. Tras un paréntesis con el fallido equipo americano Beatrice y algunos proyectos en Estados Unidos, recibió la llamada de Dennis para su retorno en 1989. Desde entonces, Alexander fue parte crucial de McLaren durante dos décadas más y hasta jubilarse. Trabajó en Europa, Japón y Estados Unidos en diferentes posiciones técnicas y organizativas, siempre con esa actitud tajante para el deber y un famoso humor seco que utilizaba hasta contra el propio Dennis.

"De hecho, fue uno de los mejores de la antigua escuela. Duro, humilde e inteligente, dejó una reputación y un legado que se mantendrá indeleble en la historia del deporte internacional". Fue respetado por todos los pilotos por su estilo personal, directo y resolutivo. Prost, Senna, Hakkinen, Hamilton, Hamilton, Alonso… Que el piloto haya vuelto a McLaren -como Alexander en su día- recuerda la consideración sobre Fernando Alonso en el equipo a pesar del rencor desatado en torno a su figura en aquel borrascoso 2007. "Un muy, muy buen piloto", decía del español. "Creo que no sentía que encajara muy bien en McLaren", pensaba sobre la situación del español: "Quise hablar con él e intentar explicarle algunas cosas, pero no me dejaría al final".

"Cuando los coches salieron para Melbourne, me retiré en marzo de 2009". Ron Dennis le dio permiso para acudir a Woking siempre que quisiera y con total libertad. Lo seguía haciendo. "Aprendí sobre el mundo de la competición y trabajé durante mucho tiempo. Tienes que aceptar lo que tienes que hacer. El mundo de las carreras es como estar en la guerra. No, es la guerra. Y si la guerra empieza a las 2 de la madrugada, no se está listo a las 2.05”. "A true racer". Así era Tyler Alexander: "Uno de nuestros padres fundadores".