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Pogacar es histórico, el resto son mortales: Tadej gana su sexto Monumento en Lieja
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Marcos Pereda

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Pogacar es histórico, el resto son mortales: Tadej gana su sexto Monumento en Lieja

El ciclista esloveno venció en Bélgica y se coloca como el décimo ciclista de la historia con más Monumentos. Bardet fue segundo y Van der Poel remontó para cerrar el podio

Foto: Volvió a ser el mejor del pelotón. (EFE/Olivier Hoslet)
Volvió a ser el mejor del pelotón. (EFE/Olivier Hoslet)

Otro pasito hacia el Gotha, otra muesca en palmarés absolutamente increíble, palmarés que nos lo cuentan hace diez añitos y nos descojonamos. Espina a desclavar, temporada que pinta a "joder, yo viví el 2024 de Tadej Pogacar". Carrera con el único relato que quiso escribirse desde Eslovenia. Un Trubar, un Tomo Križnar (que también sabe mucho de bicis). Gloria a Tadej, en Tadej confiamos. Sexto Monumento, solo nueve tíos tienen más. Con sus años Merckx sumaba siete. Vuelva a leerlo.

Únicamente Eddy trae mejores currículos "Monumentales" a esa edad. Únicamente Eddy... y por muy poco. Victoria, sí, en Lieja. La Lieja-Bastón-Lieja, que dicen clasicotes. La Liège-Bastogne-Liège, que pronuncian hipsters. La Lieja-Bastoña-Lieja, que deberíamos contarles, pero anda que no es feo eso de "La Bastoña", "exhibición en la Bastoña", "gran Merckx en la Bastoña".

La Bastoña suena a vieja de pueblo, suena a procuradora en cortes, suena a paisanuca apoderada en elecciones municipales. Está bien dicho, la Bastoña, pero qué feo es decir la Bastoña. (La Doyenne mola más). ¿Favoritos? Pues muchos, pero todos se llaman Tadej Pogacar. Detrás... Pogacar, otra vez. Y luego Pogacar. Llega el esloveno a quitarse espina. Que tenga Tadej 25 años y nos extrañe ver solo una Lieja en su entrada de wikipedia habla de la grandeza de este tío.

Entre que te cierra Alaphilippe, que te caes y asuntos personales... Ansioso acude, que le gustan a Tadej los Monumentos más que a Dario Pieri la pizza. Es el mejor ciclista del mundo, y no hay nadie ni lejanamente a su altura (el nivel de tíos para las Ardenas viene, hoy, tirando a bajito... pero eso no es culpa de Tadej).

placeholder El esloveno celebra el triunfo. (EFE/Olivier Hoslet)
El esloveno celebra el triunfo. (EFE/Olivier Hoslet)

Por encima de todos

Tras Pogacar... pues miren, mozucos míos, igual hacemos malabares para sacar un topfaif. Skjelmose tiene buena pinta, Lutsenko es más duro que Zangief haciendo press de banca. Pero, en esencia... nullis. Buen, por poner algo, Tom Pidcock. Tom Pidcock venía de ganar Amstel (ganar por segunda vez Amstel), así que piernas gasta. Tom Pidcock, además, tiene perfil polivalente, Tom Pidcock sale a por van Aert en Roubaix y a por Pogacar en Keutenberg. El problema de Pidcock es que, por lo general, peta con van Aert en Roubaix y con Pogacar en Keutenberg. Que, oye, al menos sabe sus límites, porque los explora, otros ni eso. Pero confiar en el británico...

La otra alternativa era, en realidad, una ilusión. Claro que todo es una ilusión en esta existencia nuestra, porque sin ilusiones... Y eso, que Mathieu van der Poel. Volvía a Liège tras unos añucos fogueando adoquines. A ver, fogueando y convirtiéndose en mito, porque poco más le queda allí... Colección (casi) completa, faltan repeticiones de cromos. Pero lo de Liège es paso ineludible antes del siguiente gran hito: los Cinco Monumentos. Restan, a Mathieu, los dos más "montañosos", y no es casual.

Miren su cuerpo, miren su espalda, miren su tamaño cuando pedalea junto a Pidcock o Pogacar, verbigracieando. Claro que Pogacar ganó De Ronde, así que... Y eso, que Mathieu a por Lieja, porque sin Lieja no hay cuatro, y sin cuatro no miras tontorrón a Lombardía. Ni siquiera que gane, pero para volver aquí ilusionado en años venideros debería demostrar que puede.

placeholder Van der Poel, en acción. (EFE/Olivier Hoslet)
Van der Poel, en acción. (EFE/Olivier Hoslet)

Esa incógnita, si quieren, no se desvela hasta 2025. O, quién sabe, igual ya se desveló. Porque cualidad de estas pruebas es, sí, lo de ir siempre bien colocado, atento, no bajar y subirte por el grupo a cada instante. Duele más, claro, ir en vanguardia, pero evitas movidones. Como el que pilló a Mathieu. Y a Pidcock, vaya.

Pogacar, a por todo

Casi 100 a meta. Dos caídas, casi seguidas. En la primera, con tres paisanos, evita van der Poel por pelos. Quiebro, habilidad, látigo, arrancada, sprint. La segunda ya... A ver, ellos (el arcobaleno, Tom) están libres de culpa. Totalmente libres de culpa. Ni fueron culpables, ni provocaron, ni se produjo especialmente atrás el movimiento de bolos. Más bien... contingencia. Pero es que, insistimos, el albur favorece a quienes gastan, favorece a los valientes, favorece a sabios y poderosos. Y no parecía su caso hoy. Aún no empezamos Stockeu y se le aclara el camino a Tadej como si fuera el mismísimo Eddy.

Porque luego entraron, pero qué de plumas por el camino. Atacó Pidcock desde atrás en Stockeu, siguió remontada en la Haute-Levée. Primero con acompañantes esporádicos, después grupo, después grupo más coches, porque los coches (esa inmensa fila de coches, esa serpiente multicolor que persigue a la serpiente multicolor y termina por decidir persecuciones, carreras y éxitos) ayudaron.

Sin querer, pero ayudaron. Minuto y medio en veinte kilómetros, no han empezado Rosiers cuando empalman. Más tarde (muy poquito más tarde) llega van der Poel y otro mogollón de ciclistas. Reagrupamiento y todos felices, pareciera. En la tele andan contentísimos, hay que vender motocicletas. Fue raro (fue raro de cojones, ejem, guiño, guiño, codazo, codazo) pero hay que vender motocicletas.

Y sacar imágenes guapas. Imágenes de Tadej solo... meh. Imagénes de Tadej posterizando ídolos... eso queda, eso queda. En fin. Buen trascoche. (Eso sí, ayuda que en el equipo de Pogacar no todos corran, creo, para Pogacar, porque se reúnen allí un ejército de navajeros, robaperas y quinquis de arrabal grandísimo. Gente que racanea relevos como tu madre racaneaba los cinco duros pa jugar al Street Fighter. Gente tipo “ay, no, que no puedo más”, y luego hacen sexto. Esa gente. Sobre el papel... Brasil del 70. En la práctica son un Royal Rumble. Novak trabajando, el resto agazapaditos en las cuerdas tipo Ric Flair).

La Redoute y... sorpresón... ataque de Tadej Pogacar. Tanta sorpresa como un triple de Stephen Curry, más o menos. Treinta y cinco a meta, violentísimo. Sale a por él Carapaz, y lleva Tadej rostro de entrenamiento pachangueando, mientras Richard mira, hace muecas, se retuerce como si alguien metiese calambre. Buen intento, Richard, valiente y pródigo, menos continuidad que la carrera de Oasis... Pogacar posa culo en el sillín, pero es que Pogacar con el culo en el sillín camina más que cualquier otro pedaleando hasta con los dientes. Diez segundos arriba, que no es distancia. Pero quítale tú diez segundos, sí, cuando quien los lleva se llama Tadej.

(Salvo que tengas una KTM... imposible). Se acabó, a jugarse los restos. Ojo, los restos son importantes, porque son restos meritorios, son restos que quedarán para los restos, porque llegaste después de alguien que pedalea contra Bernard Hinault. Bien chulo, ese cuadro. Así que se hace grupo de unos quince, y eso también favorece a Pogacar (que no necesita favores), porque todos se miran un pelín, porque nadie se fía de nadie.

Ah, allí no aparece Mathieu, y tampoco Pidcock, ya les dijimos que los esfuerzos... Quien sí está es Ben Healy, que a mí me encanta Ben Healy, que se mueve en la máquina como mi amigo Chufi bailando, Ben Healy. Ben Healy tiene greñas, tiene aire de beatnik pasadete, debe de oler como su profesor de Plástica, ya saben a qué me refiero. Ben Healy lleva el casco más feo del mundo, pero, como Ben Healy lo mola todo, hasta ese casco estoy dispuesto a comprarme. ¿Opciones contra Pogacar? Ninguna, pero es un adorno carismático.

(Otros ni eso). Ah, también asoma Egan Bernal, que lleva un principio de temporada interesante, que hizo buen fondo en Catalunya, que saca cabezuca. Quizá no alcance a ser lo que fue (quizá lo que fue tampoco le diera hoy contra los ciclistas de hoy) pero alegra verlo. Corajudo y valiente. Bravo por él. Ahora queda explorar sus nuevos/viejos límites. En la Roche aux Façons probó...

Pogacar no pisó el freno

Hasta meta... pues disfrutar del "solo". Hay quien dice que esto es aburrido, y servidor se estupefacta con tal idea. Servidor, para ejemplicarles, se ha chupado Liejas horripilantes, Liejas "Gerrandesca"”, Liejas "Valverdianas" de pastoreo y sprint. Qué igualado todo, qué emoción. Qué puto coñazo, si me permiten. Que no te guste la exhibición de Pogacar hoy habla poco (poco, pero mal) de lo que buscas con esto de ver bicis.

Vean, por ejemplo, la espectacular imagen de Tadej subiendo la Côte des Forges. La mítica Côte des Forges, donde Indurain sodomizó con inclemencia, con sadismo, a Rominger, a Zülle, al jovencito ruso y el calvo danés. Se papó Pogacar Forges sin levantarse del sillín, se papó Pogacar Forges con las manos en frenos, con esa medio chepilla que se les pone a los ídolos, chepilla que no es Ocaña (menuda chepa, tú, Ocaña), pero que acojona mogollón.

Es un grito de guerra, es un fatality. Va Pogacar que hace surcos por las carreteras de Valonia, va Pogacar que es uno con su bici, que devora kilómetros con más potencia que Pantagruel en un buffet libre. Cada vez que Pogacar completa un giro de sus pedales suena snikt!, snikt! Es algo que se ha visto dos o tres veces desde que tenemos bicis, es algo que se contará dentro de treinta años. Que se contará con nostalgia, sospecho.

Cómo podría no gustarte. Segundo hace Romain Bardet (que no estaba muerto, estaba de parranda), tras despegar otros perseguidores en La Roche. Buen resultado, sin duda, para Romain, pero tal éxito no puede opacar lo feísimo que es su maillot, y eso le resta puntos de molonidad (claro que en una carrera con Pogacar y Healy pues... sobran pocos puntos de molonidad).

Tercero Mathieu van der Poel, pero es tercero ganando un sprint a setecientos catorce tíos, es tercero sin opción alguna para ser algo más que tercero. Es tercero sin aspirar a los Cinco. Es tercero en papeles, pero más atrás por patas. Siendo tercero, Mathieu, perdió... Gloria a Tadej Pogacar, colegas, emperador absoluto, Napoleón a pedales, escabechina con mechón. Ahora a por el Giro. Nadie parece a su altura. Nadie. En décadas.

Otro pasito hacia el Gotha, otra muesca en palmarés absolutamente increíble, palmarés que nos lo cuentan hace diez añitos y nos descojonamos. Espina a desclavar, temporada que pinta a "joder, yo viví el 2024 de Tadej Pogacar". Carrera con el único relato que quiso escribirse desde Eslovenia. Un Trubar, un Tomo Križnar (que también sabe mucho de bicis). Gloria a Tadej, en Tadej confiamos. Sexto Monumento, solo nueve tíos tienen más. Con sus años Merckx sumaba siete. Vuelva a leerlo.

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