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Contador siempre prueba y a veces le sale bien, porque Froome no es infalible
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victoria de etapa para Marczynski

Contador siempre prueba y a veces le sale bien, porque Froome no es infalible

El líder de la general tuvo que cambiar de bici en el descenso del Torcal y se cayó justo después, pero solo perdió 20 segundos con sus perseguidores. Contador atacó y sacó 42 segundos

Foto: Contador sigue intentando recortar tiempo. (EFE)
Contador sigue intentando recortar tiempo. (EFE)

El final de la Vuelta a España pilla aún lejos. Con nueve etapas por delante, la ventaja de Froome era tan significativa como para intuir que no habría forma de hacerle descender de su pedestal, no tanto porque esa ventaja fuera temporal, sino física y metal. La mucha montaña que queda debería de generar tiempos entre los favoritos, pero conforme se van sucediendo las jornadas y lo que pasa en ellas, cuesta creer que vaya a haber cambio de líder. Porque Froome, en el mismo descenso del Torcal, se cayó, tuvo que cambiar de bicicleta y unos segundos después se fue al suelo de nuevo. Y ahí está, de rojo todavía, habiendo cedido solo 20 segundos contra los que le atosigan. Ni yéndose al suelo pueden con él.

placeholder Sin cambios en posiciones, pero sí en los tiempos.
Sin cambios en posiciones, pero sí en los tiempos.

El polaco Tomasz Marczynski volvió el vencedor de la duodécima etapa, que transcurrió entre Motril y Antequera. El polaco, ganador de la etapa de Sagunt, firmó el doblete en solitario con un tiempo de 3h.56.45, con 52 segundos de adelanto sobre Omar Fraile y José Joaquín Rojas, integrantes del grupo de 14 corredores que protagonizaron la fuga del día. "Ha sido un día muy bueno, subí el Torcal muy fácil", dijo el corredor de Lotto Soudal, brillante en estas casi dos semanas de recorrido en territorio español, donde ningún ciclista patrio está pudiendo lucirse.

La primera caída de Froome.

Alberto Contador, escapado del grupo de favoritos en los últimos 23 kilómetros, entró a 7.25 minutos, y aventajó en 22 segundos al grupo de Nibali y 42 a Froome. En la general, Froome se mantuvo al frente con 59 segundos sobre Nibali, 2.13 sobre Esteban Chaves y 2.16 por delante de David de la Cruz, cuarto y primer español. Contador es noveno a 3.13. "Hemos ido lo más rápido que hemos podido y dado el máximo en una bajada en la que, a pesar de estar seco, había unos brillos en el asfalto que daban mucho respeto", afirmó el madrileño, que visualiza el podio, un objetivo que empieza a ser factible, más sabiendo que tiene más piernas, no muchas, pero más que los demás.

El cambio de bicicleta y la caída de Froome.

A estas alturas, aún desconocemos qué fue exactamente lo que hizo a Contador perder tantísimo tiempo en el primer día de dificultad, en Andorra. Lo que es evidente y salta a la vista es que fuera lo que fuese, era algo puntual. No era un problema físico, ningún músculo estaba afectado, ni siquiera parece que fuera un tema mental. La hipótesis de un problema digestivo tiene cada vez más sentido. Desde ese día, Contador lo ha intendado siempre que ha podido. Ataca en cualquier momento, ante cualquier rival, ejerciendo de número 1 por momentos, porque tampoco ha sido nunca capaz de rematar el trabajo realizado y, en realidad, casi siempre ha ido sumando segundos, en vez de restándolos, por lo que el objetivo del podio se alejaba. Ganaba posiciones, pero perdía tiempo.

El ataque de Contador.

En el Torcal volvió a probar, nunca se cansa de intentarlo. Se marchó con él a la aventura Nicolas Roche, su excompañero en el Saxo Bank que este miércoles se dejó ir muchísimo y bajó del segundo puesto al undécimo de golpe. Los dos tenían mucho que recuperar, mucho que mostrar. Sin embargo, lo de Roche no fue puntual, sino que ha perdido el punto que le mantenía arriba. Lo dejó tirado Contador a sabiendas de que un compañero suyo incluido en la fuga le estaba esperando para tirar. Y tiraron y mucho, sobre todo en el descenso. El esfuerzo, sin ser en balde, sirvió para apenas robar 22 segundos al grupo de jefes de fila. No subió de posición, pero el podio ya está a tiro.

Lo que no se veía venir era quitarle 42 segundos a Froome. Primero se cayó en una curva sin demasiadas dificultades, rompió el manillar y hubo de cambiar de bicicleta. Y nada más permutar de montura, caída en la siguiente curva. Auténtico mal de ojo. Lo increíble es que posteriormente el Sky dijo que solo se había caído una vez, una falsedad inútil, siempre hay una cámara para demostrar la verdad. Finalmente, remolcado por Mikel Nieve, salvó los muebles, evitando heridas peores en forma de tiempo. Y salvó la roja. Cuando había que derrotar a Froome, el que salió perdiendo fue Nibali. Que tu máximo perseguidor sufra tantos percances y no seas capaz de recortar más que 20 segundos es problemático, más sabiendo las virtudes en el descenso que caracterizan al siciliano. Sin acuerdo entre los que le acompañaban, permitieron que el Sky remolcase al líder y que la Vuelta siga (casi) igual.

La decimotercera etapa se disputa este viernes entre Coín y Tomares con un recorrido de 198,4 kilómetros.

El final de la Vuelta a España pilla aún lejos. Con nueve etapas por delante, la ventaja de Froome era tan significativa como para intuir que no habría forma de hacerle descender de su pedestal, no tanto porque esa ventaja fuera temporal, sino física y metal. La mucha montaña que queda debería de generar tiempos entre los favoritos, pero conforme se van sucediendo las jornadas y lo que pasa en ellas, cuesta creer que vaya a haber cambio de líder. Porque Froome, en el mismo descenso del Torcal, se cayó, tuvo que cambiar de bicicleta y unos segundos después se fue al suelo de nuevo. Y ahí está, de rojo todavía, habiendo cedido solo 20 segundos contra los que le atosigan. Ni yéndose al suelo pueden con él.

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