Susto en la UFC: el estremecedor KO de Emmett sobre Ricardo Lamas

“Muchos de mis detractores llevan meses diciéndome que, como vengo de la lucha libre, soy incapaz de dar un buen puñetazo”. Con esta frase empezó su rueda de prensa Josh Emmett después de ganar por KO en el primer asalto a Ricardo Lamas en UFC Winnipeg. El luchador californiano de MMA llevaba, hasta ahora, cuatro peleas en la UFC. De ellas, tres ganadas y una perdida, todas por decisión de los jueces, lo que había empezado a levantar las dudas sobre su potencia de golpeo. Este sábado, Emmett cerró la boca de sus 'haters' (y puso a unos cuantos con el corazón en un puño) con un impresionante 'crochet'.

Lo cierto es que el KO fue estremecedor. La propia Amanda Nunes, campeona del peso gallo, dijo en su cuenta de Twitter que había sido “un golpe duro de ver”, especialmente después de que Lamas tardara un par de minutos en recobrar la conciencia, dando lugar a momentos de inquietud. Josh Emmett incluso cortó su celebración al ver que su oponente no se levantaba.

Cortó la celebración por respeto a su familia

“Fue un momento difícil. Lamas estaba tendido en el suelo y no se recuperaba, con su mujer y sus hijos mirando. No quería faltar al respeto”. Ricardo Lamas es un luchador bastante querido dentro de la UFC, donde ya es todo un veterano que ha luchado con los mejores. Pese a lo que pueda parecer, el respeto entre peleadores suele ser máximo, todos saben lo que significa meterse en el octógono a jugárselo todo delante de las cámaras.

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Con este nocaut se acabaron las bromas con Emmett, que viene de la lucha libre universitaria donde no se permiten los golpeos. De la lucha libre pasó a las MMA, donde cosechó nueve victorias consecutivas, la mayoría de ellas por decisión. Este récord le valió para que la UFC se fijara en él, pero no para destacar entre un público acostumbrado a los nocauts de Holloway o Ngannou.

Este sábado el californiano se consagró como pegador. “Llevo cinco años entrenando al máximo mi boxeo. Ahora ya saben de lo que soy capaz”, declaró. Parece que Emmett consiguió satisfacer algo herido en su orgullo y ser reconocido por los suyos, superar su rito de paso, convertirse en luchador capaz de derribar a otros 'con solo un puñetazo'.

Falló en el pesaje

Con su recién adquirida capacidad noqueadora y esta victoria sobre Lamas, Emmett se perfila junto a Ortega, que la semana pasada ganó a Swanson, otro de los clásicos, como aspirante al cinturón del peso pluma. Eso sí, Emmett lo hará con los bolsillos menos llenos de dólares.

No dio el peso para el combate y tuvo que renunciar al 30% de sus ingresos. Emmett se disculpó y aceptó la rebaja, pero dijo que no quería arriesgar su salud. No es de extrañar que así sea, especialmente después de que Jessica Lindsay muriera hace pocas semanas por deshidratación tratando de dar el peso para un combate de muay thai.

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