El caño de Doncic a LeBron y un micro para detener el partido: las dos imágenes que han dado la vuelta al mundo en la NBA

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Los Spurs y los Clippers se veían las caras en el Frost Bank Center, el mítico pabellón conocido hasta hace no mucho como AT&T Center, en un duelo en el que, como viene siendo norma habitual, había un claro protagonista: Victor Wembanyama. El rookie acapara las miradas en cada actuación en el equipo texano, necesitado de ilusión después de algunas temporadas lejos de los playoffs, porque el francés ha vuelto a recargarla. Pero esta vez quien acabó saliendo en la foto no fue el prometedor pívot novato.

Porque para todos los aficionados de San Antonio hay varias fechas marcadas en rojo en el calendario y una de ellas siempre es el regreso de Kawhi Leonard. El alero alcanzó la gloria con los Spurs en 2014, en el que fue el MVP de las Finales en el último anillo de los texanos. Cuando apenas tenía 22 años, más allá de la seguridad que transmitía en cada tiro, se consolidó como una verdadera estrella de la liga y un especialista a nivel defensivo al exhibirse ante Miami Heat.

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Darío Ojeda

Con Tim Duncan viviendo sus últimos años en la liga, la nueva irrupción de Kawhi hacía pensar que la imparable racha de San Antonio nunca iba a acabar. 22 temporadas consecutivas llegando a playoffs con una renovación constante en el equipo y, por supuesto, un claro culpable de todo ello: Gregg Popovich, entrenador spur desde 1996 y hasta la propia actualidad, ganando de por medio esos cinco anillos. Era el momento en el que el técnico se reencontraba de nuevo con Leonard.

Popovich para el partido y regaña al público

Kawhi permaneció en los Spurs hasta la temporada 2018. Ya mermado por las lesiones, que nunca han dejado de azotarle desde entonces, el alero no acabó nada bien su relación con el equipo. En el mercado de verano previo al inicio de la campaña, Leonard fue traspasado rumbo a los Raptors. En Toronto lograría de nuevo ser campeón y, al igual que en San Antonio, siendo además MVP.

Todo ello fue algo que nunca perdonaron los aficionados texanos, que siempre le han regalado una poco calurosa bienvenida cuando ha jugado ante los Spurs. Y en este 2023, de nuevo vistiendo la camiseta de Los Angeles Clippers, volvió a suceder, pero con la sorprendente intervención de Gregg Popovich. El entrenador local, de 74 años, no dudó en coger el micrófono durante uno de los abucheos que el público estaba realizando contra Kawhi antes de que este lanzara un tiro libre para tratar de calmarlos.

"Permítanme un momento. Por favor, paren los abucheos y dejen a estos chicos jugar. Esto es algo sin clase, no es lo que somos nosotros. Detengan los abucheos", le dijo al público Popovich, algo que no detuvo los pitos contra un Kawhi. El alero acabó con 26 puntos, máximo anotador de un partido que se llevaron los Clippers 102-109, y habló de lo sucedido tras el duelo: "Creo que, salvo que lleve puesta la camiseta de los Spurs, me van a abuchear toda mi carrera. Pero las cosas son como son. Son una de las mejores aficiones de la liga y son muy competitivos. Cuando salgo a la pista, siempre me dejan claro que soy el enemigo, pero cuando me ven en un restaurante o por la calle todo es amor".

La maravilla de Doncic ante LeBron

El otro gran protagonista de la noche fue Luka Doncic. El esloveno se empleó a fondo en la visita a Los Lakers para cortar la racha de dos derrotas seguidas que venían arrastrando los Mavs, haciendo 30 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias en el triunfo de Dallas por 101-104 en Los Ángeles. Además, dejó el que sin duda fue el highlight de la jornada y, seguramente, el que aparecerá en todos los telediarios al dar una de esas asistencias entre las piernas de un LeBron James que esta semana llegó a los 39.000 puntos en la NBA.

Durante el segundo cuarto del encuentro, Doncic recibió en la esquina, y fue visualizando la jugada hasta encontrar la solución que nadie podía esperarse: dar un pase a un Josh Green que estaba esperando pegado a la línea, y para ello tuvo que inventarse una increíble asistencia con caño incluido a LeBron. Una de las jugadas del año y que, seguramente, sea ya parte de la historia de la NBA por su gran dificultad, pero también ante la magnitud de a quien se lo ha hecho.