Juan Carlos Navarro, una leyenda cuyo final divide a todos menos a sus compañeros

Hace un década, la última vez que España se jugó contra Rusia una medalla en el EuroBasket, Juan Carlos Navarro provocaba unanimidad. La Bomba era la bomba, el jugador diferente, un anotador capaz de desatascar cualquier partido. Diez años después, ese consenso ha desaparecido: sus compañeros lo idolatran, los rivales lo respetan y los aficionados se dividen. Nadie imaginaba en 2007 que el catalán fuera a polarizar tanto la opinión. Claro que tampoco muchos imaginaban verlo todavía a estas alturas en la selección. Pero hasta aquí ha llegado 'Juanki': el partido frente a Rusia (16:00 horas), esta vez por el bronce en vez de por el oro, será el último que juegue con España.

"Hoy ha sido mi último entrenamiento con los compañeros y quiero darles las gracias por todo, pero mañana (por este domingo) será también mi último partido con la selección", anunció este sábado en el Sinan Erdem de Estambul, confirmando lo que ya dijo antes del campeonato. Navarro, el más precoz de los Júniors de Oro junto a Raül López (ambos debutaron en el verano del 2000), jugará su partido número 253, récord de la selección, y podrá sumar su décima medalla. En su palmarés ya lucen tres metales olímpicos (dos platas y un bronce), uno mundial (oro) y cinco europeos (dos oros, dos platas y un bronce).

"Ha sido impresionante todo lo que ha pasado en estos años y tan sólo tengo palabras de agradecimiento a todos los entrenadores, los fisios, el 'staff' y a todos los compañeros que he tenido. Estoy muy contento de haber podido participar de este equipo. Ojalá el escenario hubiera sido diferente y hubiéramos podido luchar por el oro, pero será un honor luchar con esta familia por el bronce", declaró entre lágrimas ante los medios. Detrás estaban todos sus compañeros, que se arrancaron con un aplauso mientras coreaban su nombre.

El centro de muchas críticas

Sobre el final de carrera que está teniendo Juan Carlos Navarro hay muchas opiniones, pero una cosa está clara: ha acabado siendo la figura más controvertida de la selección (y también del Barcelona). No son pocos los que opinan que no debería haber sido convocado y que su presencia en pista durante el campeonato empeoraba al equipo. Pero culparle de todos los males (o de una buena parte) en la derrota ante Eslovenia, por ejemplo, es olvidar que solo estuvo en pista 7 minutos y que el equipo defendió mal 40. En el otro extremo están los que creen que un jugador como él se merece despedirse cómo y cuándo quiera.

La realidad es que si Navarro ha jugado el EuroBasket ha sido porque tanto Sergio Scariolo como él creían que estaba en condiciones no solo de hacerlo, sino de aportar de manera significativa al equipo. El qué y el cómo es algo con lo que se puede estar o no de acuerdo, pero muchos aficionados han demostrado que les cuesta entenderlo y valorarlo.

Un rol más importante del previsto

Navarro fue convocado para una cosa y acabó teniendo que hacer otra diferente, para la que además ya no da el nivel. No tenía que haber sido titular en el EuroBasket y lo ha sido en siete partidos (ocho si lo es también este domingo). No era ese el plan de Scariolo, que tenía reservado para él un papel similar al de José Manuel Calderón en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Por delante estaban Sergio Llull, Fernando, Álex Abrines, San Emeterio e incluso Juancho Hernángomez, que creció a lo largo de verano. Pero las lesiones de los dos primeros abrieron un agujero en el juego exterior que ni él ni sus compañeros pudieron llenar, como demostró la semifinal.

Que Navarro, salvo resurección imprevista de sus capacidades físicas, no iba a aportar mucho dentro de la pista se sabía. Él mismo lo reconoció el primer día de la concentración: "Sin duda no soy aquel Navarro que jugaba 30 minutos. Eso ya lo sabe todo el mundo. En la medida que pueda, intentaré ayudar". Eso ha hecho, solo que de una manera que no se ha visto. El rendimiento de los nuevos, por ejemplo, no habría sido posible sin una buena adaptación al grupo. Y en eso el capitán tiene mucho que ver.

"Tenemos que ganar como sea"

"Quiero manifestar mi emoción por la despedida de un magnifico jugador, persona y compañero. Con el que he compartido momentos muy buenos y otros no tanto, pero en esos menos alegres me ha demostrado como se comporta un gran deportista", dijo Scariolo este sábado. El italiano ha sido el técnico que más veces ha dirigido a Navarro a lo largo de sus 17 años en la selección. En ese tiempo, España ha jugado cuatro partidos por el bronce.

La primera fue en 2001, el año del debut en la selección de sus amigos Pau Gasol y Felipe Reyes, con victoria ante la Alemania de Dirk Nowitzki. Aquella fue su primer medalla y este domingo puede cerrar su palmarés con la décima, un registro a la altura de lo que es: una leyenda del baloncesto español. "Tenemos que ganar como sea y seguro que todos darán un paso más por mí y por todos los aficionados", finalizó Navarro