El largo pesar del 'Estu': ingresos mínimos y deuda de 6 millones en su lucha por volver a ACB

Movistar Estudiantes volvió a números rojos en 2022-23 tras no lograr ascender a la Liga Endesa. El club de baloncesto cerró el ejercicio con unas pérdidas de 1,3 millones de euros después de dos años en beneficios, según los datos extraídos de 2Playbook Intelligence para El Confidencial a partir de las cuentas del Registro Mercantil. La entidad redujo su deuda en unos 700.000 euros y aún debe devolver 6,36 millones.

En 2022-23, pese a continuar reduciendo su masa salarial, los números rojos subieron por las amortizaciones de las concesiones del Palacio de los Deportes y Magariños, así como de la propia marca Estudiantes. Su negocio ordinario experimentó una caída del 10% interanual, hasta 3,42 millones de euros. Es su cifra de negocio más baja desde 2014-15, cuando alcanzó 3,35 millones. Ahora bien, en 2022-23 se anotó 167.378 euros como ingreso extraordinario por el traspaso de uno de sus jugadores.

Por líneas de negocio, el patrocinio volvió a ser el principal sustento de los colegiales. Ingresó más de tres millones de euros, un 8,8% menos que la temporada anterior. Sus principales patrocinadores mantuvieron la misma inversión en su primer año en LEB Oro, liderados por Telefónica.

Los ingresos por taquilla aumentaron ligeramente, hasta 185.129 euros, pero los de abonados se hundieron un 34,6%, hasta 181.359 euros. La razón está en la ampliación de capital cerrada el año pasado, que situó a Ignacio Triana como principal accionista. En ese proceso, se dio a los socios un número de acciones en función de lo que pagaron por su abono. Cerca de 100.000 euros de los abonados computan, por tanto, como ampliación de capital y no como ingresos por abonados.

Sigue con una deuda notoria

La entidad colegial ha ajustado su masa salarial en proporción a la caída de los ingresos. A cierre de 2022-23, fue de 1,6 millones de euros, de los que más de un millón se destinó a los primeros equipos masculino y femenino, que en su caso también compite en Eurocup. El gasto en plantilla deportiva fue similar al año anterior y el recorte llegó al seguir reduciendo el personal no deportivo.

En cuanto a la deuda, Estudiantes aún debe 6,36 millones de euros a la Agencia Tributaria, de los 10,87 millones con los que empezó en 2016. El acuerdo con las autoridades le obligaba a devolverlo entre 2018 y 2023, pero tras el acuerdo alcanzado por Fernando Galindo con Hacienda en 2021 se estableció un nuevo calendario de pagos para ajustarse a la realidad deportiva y financiera del club. El expresidente dejó la deuda en 8 millones de euros antes de la llegada de Triana.

De ahí, la necesidad de realizar una ampliación de capital, que finalmente fue de unos 630.000 euros, de los que Ignacio Triana puso 500.000 euros. Triana es actualmente el presidente del club y controla el 23% del capital a través de la Fundación Forus Deporte y Salud. Los segundos accionistas son Fernando Galindo, su expresidente, con un 12,61% y Fernando Olivenza (12,93%), seguido de la Fundación Estudiantes (12,12%) y el Club Estudiantes (8,75%). El resto se reparte entre accionistas minoritarios.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com