Así se ha convertido el Valencia en el pilar más importante de la selección española

Sergio Scariolo estará muy atento al Valencia Basket-Real Madrid de este domingo (18:00 horas). A poco más de un mes para los dos primeros partidos de clasificación para la Copa del Mundo 2019, el seleccionador perfila su lista de convocados. Se llegue o no a un acuerdo para poner fin al conflicto entre FIBA y Euroliga, la Federación Española de Baloncesto (FEB) ya anunció su intención de convocar a jugadores de la competición europea. Por eso la importancia del partido entre los dos últimos finalistas de la Liga Endesa. Pero a diferencia de lo que pasaba no hace mucho, cuando el núcleo nacional madridista era un pilar importante de la selección, ahora es el equipo 'taronja' el que más jugadores aporta.

En solo tres años, el Valencia Basket ha pasado de no tener ningún representante en la selección a ser su principal sustento. Y al Real Madrid le ha sucedido lo contrario. En la Copa del Mundo de 2014, cuatro jugadores madridistas formaron parte de la selección: Sergio Rodríguez, Sergio Llull, Rudy Fernández y Felipe Reyes. Por diversas razones (salidas, retiradas, descanso, lesiones...), ninguno ganó el bronce en el último EuroBasket.

Un tercio de la selección en el EuroBasket

Sí había, en cambio, cuatro jugadores que habían jugado la temporada anterior en el Valencia: Fernando San Emeterio, Guillem Vives, Joan Sastre y Pierre Oriola (los tres primeros siguen en la Fuente de San Luis, mientras que el cuarto fichó por el Barcelona). La configuración de las ventanas, en las que no estarán los jugadores de la NBA, refuerza la importancia de esos jugadores en la selección. El Valencia Basket es más importante ahora que hace un mes en los planes de Sergio Scariolo.

A los tres jugadores ya nombrados hay que sumar a Rafa Martínez y Alberto Abalde. El primero, más veterano y uno de los exteriores más fiables de toda la ACB, ha sido convocado varias veces, pero nunca ha jugado un campeonato con la selección. El segundo, más joven y una de las grandes promesas del baloncesto español, ya estuvo en la concentración previa a los Juegos Olímpicos de Río y jugó tres partidos. Ningún otro equipo español, de Euroliga o no, tiene tantos jugadores potencialmente seleccionables.

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Valentía en el mercado...

Esa mayor presencia en la selección es fruto de una acertada politica de fichajes. Donde muchos equipos veían demasiado riesgo o un precio prohibitivo, el Valencia ha encontrado jugadores que, con la dosis adecuada de confianza, han crecido hasta alcanzar un nivel mayor al que tenían antes de llegar a orillas del Turia. El club 'taronja' se adelantó a los grandes para fichar a Vives en 2014 y a Abalde en 2016; apostó por Sastre y Oriola, a los que no apuntaban los focos; y convenció a San Emeterio para que sacrificara jugar en Euroliga a corto plazo.

Aunque pueda parecerlo, es una estrategia que prioriza la calidad y no la nacionalidad, como explicó el anterior entrenador del equipo, Pedro Martínez, antes de la última final de la Liga Endesa: "No tenemos ningún compromiso para que jueguen españoles, ni tenemos interés. Queremos que jueguen los mejores". Lo que ha demostrado el éxito del Valencia es que el jugador español tiene calidad de sobra, aunque muchas veces sufre la falta de paciencia.

... y también el dinero de Roig

Hay otro aspecto no desdeñable: la capacidad económica del club valenciano. La fortuna de Juan Roig permite al Valencia Basket hacer frente a fichajes que la mayoría de los equipos de la ACB no puede hacer. La escasez de jugadores españoles, unida a los cupos, que obligan a tener en plantilla un mínimo de jugadores formados localmente, elevan el precio del producto nacional.

Pero el Valencia tiene músculo para hacer frente a las cantidades que se mueven en el mercado, como demuestran los 300.000 euros que pagó por Vives o los 190.000 que costó Sastre. Esa capacidad económica también funciona en sentido contrario: el Valencia es capaz de rechazar ofertas millonarias de Real Madrid y FC Barcelona, a los que remite a la cláusula de rescisión cada vez que muestran su interés en alguno de sus jugadores.