¿Hago falta o defiendo? El dilema eterno fue protagonista en el Valencia-Real Madrid

Los partidos entre Valencia Basket y Real Madrid se han convertido en el mayor espectáculo de la ACB. No hay ahora mismo un duelo más vibrante y con un nivel tan alto como el que protagonizan los dos últimos finalistas de liga y Copa del Rey. Puede que haya algún enfrentamiento puntual por encima, pero ninguno con la regularidad que ha alcanzado esta rivalidad, acentuada con esas dos finales.

Los Valencia-Real Madrid, especialmente los que se juegan en la Fuente de San Luis, suelen ser muy igualados, decididos por detalles. Tiene tensión, alternancias en el marcador y polémica. El de este domingo, con victoria visitante por 82-86, no fue una excepción. En los últimos segundos, con 82-84 en el marcador y posesión para el Madrid, a los locales se les presentó el eterno dilema del baloncesto: ¿hacer falta o defender?

El Madrid se había puesto por delante (82-84) a 33 segundos para el final con un triple desde la esquina de Jeffery Taylor. El Valencia pidió tiempo muerto para preparar el siguiente ataque, pero nada más reanudarse el juego sus planes se fueron al garete tras una pérdida de balón. En ese momento había que tomar una decisión: hacer falta, con el riesgo de que el Madrid ampliara su venataja a cuatro puntos, pero con más segundos por jugar; o defender e intentar forzar una pérdida o incluso agotar la posesión y aprovechar los pocos segundos que restaban para empatar o ganar. El Valencia eligió la segunda opción, mucho menos habitual que la primera.

El técnico 'taronja', Txus Vidorreta, explicó así su decisión ante las cámaras de Movistar+: "Yo quería... tenía cinco segundos... forzar que hubiera un error y poder correr. Me ha salido mal. Si hago falta, se ponen a cuatro si meten esos tiros libres. A veces hay que jugársela en función de una decisión. Unas veces sale bien y otras no tan bien. No está escrito en el guion que tengas que hacer falta, y menos con la nueva norma de las antideportivas, porque igual me hubieran señalado antideportiva y entonces sí que el partido se acaba seguro".

Doncic y Pleiss, los mejores

El Valencia eligió defender y le salió mal, porque Facundo Campazzo anotó una canasta a falta de 7 segundos que decidió el partido. Para remontar cuatro puntos en ese tiempo no hace falta una proeza, sino un milagro. Y no lo hubo. La última acción del partido fue un triple de Joan Sastre que no entró. El Madrid ganó un año después en la Fontenta, después de perder en sus dos últimas visitas durante la final de la Liga Endesa.

Antes de ese final en el que fueron decisivos Taylor y Campazzo, los jugadores que habían guiado al Madrid habían sido Luka Doncic y Anthony Randolph. El esloveno, como hizo el jueves en la Euroliga, sigue demostrando que los seis entrenadores de la ACB que apostaron por su 'MVP' en la encuesta previa al inicio de la competición no estaban locos. Rozó el triple doble con 16 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias. En la segunda parte, su compatriota tiró del Madrid cuando peor estaba con unos minutos sensacionales. Terminó con 18 puntos y 6 rebotes, pero también demostró que cuando entra en erupción no entiende de sistemas y puede ser también un lastre.

Por parte 'taronja', el mejor fue Tibor Pleiss (15 puntos y 8 rebotes), muy superior que los interiores madridistas en la pintura. Pero fueron los triples de Will Thomas y el trabajo de Aaron Doornekamp los que mantuvieron al Valencia en la pelea en el último cuarto. No fue suficiente para ganar, pero sí para demostrar que a pesar de las bajas (el Madrid también las tiene), el Valencia tiene piezas para seguir considerándolo candidato a todo.