Qué va a retocar el Real Madrid para evitar un final de temporada igual en 2018

Pablo Laso no quiso analizar las causas de la derrota del Real Madrid ante el Valencia Basket en la final de la Liga Endesa. En su discurso quiso elogiar el trabajo de sus jugadores y destacar lo conseguido. Pero sí dejó entrever que el bajo rendimiento madridista fue consecuencia del esfuerzo que ha exigido el calendario, con una Euroliga más exigente en calidad de los rivales y en cantidad de partidos.

“Hoy no es un día para analizar las causas en una temporada que era diferente para nosotros en la Euroliga, no teníamos ni idea de cómo podía ser. A partir de ahí tuvimos una Euroliga durísima, que ha sido un desgaste brutal, siendo campeones de la liga regular, también en la Liga Endesa, hemos sido campeones de la Copa del Rey y hemos jugado la final de la Liga Endesa”, dijo el técnico en rueda de prensa.

El Madrid afrontó la temporada con una plantilla larga, 14 jugadores, aunque en la práctica eran 13 porque Álex Suárez no jugó casi nada (84 minutos en todo el curso; inédito en la Euroliga). En el tramo final, sin Trey Thompkins, que no estaba inscrito en la ACB, ni Dontaye Draper, que desapareció de los planes de Laso, la rotación fue más corta. Pero durante todo el curso el equipo no tuvo problemas importantes de lesiones, así que Laso pudo contar con casi todos sus jugadores la mayor parte del tiempo.

Debería haber sido suficiente, pero no lo fue. "El que esté cansado que avise y se quede en el hotel. Como mucho quedan cuatro días así que hay que dar el resto", dijo Sergio Llull antes del cuarto partido de la final. Si el mensaje iba dirigido a alguien, solo él lo sabe.

Una plantilla más larga

Con todo lo anterior en mente, el Real Madrid afronta un verano en el que es difícil que se produzca una revolución en la plantilla. La mayoría de los jugadores tiene contrato para la próxima temporada (solo Draper y Taylor quedan libres y no han llegado a un acuerdo para renovar y Nocioni se ha retirado). Y de las palabras de Laso y Llull se deduce que el equipo, aunque decepcionado por perder la final, está contento con los resultados (título de Copa del Rey y Final Four).

Pero hay síntomas preocupantes."Hubo otro año que sólo ganamos la Copa y no nos volvimos locos", dijo Llull. Se refería a 2014. En el verano de ese año llegaron cinco fichajes, que se unieron al núcleo de jugadores españoles (más Jaycee Carroll) que ya tenía el equipo. La diferencia ahora es que ese núcleo es mucho más débil: Sergio Rodríguez no está, a Felipe Reyes cada vez le va quedando menos y Rudy Fernández ha sufrido un grave bajón en su juego.

La próxima plantilla del Real Madrid va a ser larga, más que la de este año. Es una decisión que ya había tomado el club antes del final de temporada y que ya es común a todos los equipos que juegan la Euroliga. No es posible afrontar una temporada de 80 partidos con 12 jugadores. El problema de eso es que los equipos de ACB tienen los cambios limitados a 10. En la máxima competición europea, en cambio, no hay un límite. No son pocas las voces que piden que la norma cambie y las plantillas sean más largas (en los partidos; con contrato no tienen límite).

¿Qué posiciones tiene que reforzar el Real Madrid? Sobre todo dos: el base y el alero. Para la primera se da por cerrado el regreso de Facundo Campazzo, que ha estado cedido las dos últimas temporadas en el UCAM Murcia. Para la segunda está por ver qué decisión toma el Madrid. El canterano Santi Yusta, jugador del Obradoiro, es una opción, pero visto su nivel esta temporada, parece poca cosa aún dadas las carencias del juego exterior madridista. La retirada del Chapu también deja un hueco en el puesto de cuatro que sería menos preocupante si Anthony Randolph hubiera rendido al nivel que se esperaba de él.