Eres el mejor adolescente del baloncesto español, bienvenido a tu 'modo carrera'

Manuel Martín tiene 16 años, va para más de los 2,05 de altura y cuenta con un futuro prometedor. Es el mejor de adolescente de todos los que practican baloncesto en España y ha destacado en cada liga regional por la que ha pasado. Ahora, le toca elegir carrera, pero no lo va a tener nada fácil. Se enfrenta a un mundo lleno de clubes en crisis, agencias de representantes llenas de talentos extranjeros y academias centradas en la progresión individual y que ofrecen una salida arriesgada, pero sin duda llamativa: Estados Unidos.

El punto clave de la historia es que Manuel Martín no existe, pero podría ser el caso de cualquier joven que se enfrenta a una de las carreras más complejas del negocio del deporte en nuestro país. Porque aunque esto no es uno de esos videojuegos en los que el jugador puede ir eligiendo el futuro que quiere para su avatar hasta llegar a lo más alto, los talentos españoles cada vez deben elegir antes, y con más opciones sobre la mesa, qué van a hacer con su vida. Como si de una partida al NBA 2K se tratara. En la segunda mejor cantera del mundo (en el ranking global solo supera a nuestra selección EEUU) hace tiempo que se acabó el modelo clásico de carrera en el que el jugador pasaba por la cantera de un gran club, saltaba a profesional y explotaba en las grandes ligas.

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"Cada vez es un camino más complejo, en el que el jugador y su entorno deben decidir muy pronto y con grandes incógnitas. No solo es dónde jugar, sino dónde formarte, cómo, en qué ciudad vas a vivir, qué tipo de equipo te espera... Demasiados puntos a tener en cuenta y pensando siempre en el futuro que deseas. Las agencias cada vez juegan un papel más importante ahí". El que habla es José Luis Pichel, un entrenador que conoce de primera mano este mundo tras pasar por las canteras del Real Madrid y el Fuenlabrada y estar aún en este último club. "Se han abierto multitud de opciones y creo que todavía ni somos conscientes de lo que supone que, por ejemplo, la NCAA americana ya permita cobrar a los jugadores. Son cambios que aún debemos estudiar", añade.

La victoria de los sub-19 españoles en la última Copa del Mundo, ha vuelto a poner el foco sobre la realidad de este deporte en nuestro país. El talento nacional lleva años demostrando estar en la cima del ranking global, pero los éxitos de la federación chocan con la realidad de las ligas profesionales españolas en las que apenas hay jugadores nativos. En enero de 2022, la ACB era la liga de toda la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) con menos seleccionables, solo un 29% del total. En 2021 esa cifra llegaba al 38%. Si se buscaba por edad, la imagen no era mucho mejor. El número de extranjeros menores de 21 años era el doble que el de españoles. De los últimos grandes nombres del básquet español, la siguiente temporada jugarán en EEUU Aday Mara (18 años), Izan Almansa (18 años), Baba Miller (19 años) o Conrad Martínez (18 años). Y otros como Sediq Garuba (19 años) se lo están pensando.

Otro experto en este terreno, Matías S. Moreno, del blog BasketCanteraMadrid, ve claro el problema. El baloncesto español, necesitado de dinero, cede buena parte de la planificación de las plantillas a agencias de representación internacionales que traen todo tipo de talento de medio mundo, achicando el paso a unos jóvenes que, por otro lado, destacan a nivel de selecciones. Aunque, eso sí, distingue entre lo que ocurre en varias partes de España. "Hay que distinguir entre lo que se hace, por ejemplo, en Cataluña y lo que se hace en Madrid. Si tú miras las selecciones absolutas y las selecciones junior verás que siempre hay más catalanes que madrileños y esto es porque la formación que se hace en Cataluña no se apoya tanto en los fichajes externos como pasa en Madrid y por eso la gente que busca alternativas como Estados Unidos es menor".

Para este conocedor del baloncesto base, coincidiendo con Pichel, el joven talento español se encuentra a día de hoy en una encrucijada. A los 16 termina la última categoría juvenil del baloncesto nacional y ha de tomar un salto de gigante al profesionalismo rodeado de un entorno hípercompetitivo y con talento de fuera atraído por la buena imagen del baloncesto español que dificulta lo más necesario: tener minutos de calidad para crecer. "El jugador que tiene nivel y que quiere seguir jugando, se encuentra todas las puertas cerradas y tiene dos opciones, o va a Estados Unidos, o juega en la liga EBA (Cuarta categoría nacional, nivel ya no profesional donde están la mayoría de filiales). Ni Juan Núñez (uno de los últimos grandes talentos del Real Madrid) pudo jugar en ACB fijo y se ha tenido que ir a Alemania", añade Moreno. Por eso, Manuel Martín ha de decidir ya.

Camino español

El camino más lógico para el joven Martín, una perla con gran proyección e idea de ser realmente profesional, es el camino español. Como ha destacado tanto en inferiores, no le faltarán ofertas para sus últimos coletazos como joven promesa y sus inicios profesionales. Pero no es fácil. Lo más seguro es que le llame un gran equipo de la ACB o la LEB para probar con ellos, sin embargo, si quiere apuntar alto desde muy joven, deberá pelearse con un equipo de profesionales de mucha más edad, muchos de ellos internacionales y bregados en mil batallas. Los datos muestran que es un objetivo muy difícil de alcanzar y con un rédito en minutos escaso.

En noviembre de 2022, como recordaba el medio Relevo, 16 jugadores menores de 20 años habían debutado esta temporada en la liga. Muchos de ellos, además, llegados de fuera en edad junior por agencia (hasta 68 agencias llegan a tener representados en ACB), no formados en la cantera y con apariciones esporádicas. Si no consigue dar ese paso, deberá pasarse unos años en ligas inferiores, peleando en entornos amateurs con filiales o equipos asociados a su club.

Para Pichel, este es uno de los puntos del debate, qué puede hacer un chico de 16 a 20 años que intenta hacerse un hueco en profesional, pero el salto parece abismal. Algunos han planteado crear una liga sub-22, o separar a filiales y otros clubes en niveles como EBA, pero no es sencillo. "Esto hay que decirlo. El nivel que hay en las ligas junior en Madrid, que es lo que conozco, es brutal. Es verdad que para un joven madrileño es complicado llegar a lo más alto teniendo esta competencia, pero sin ese nivel competitivo brutal todos se resentiría. Diría que son de las mejores ligas juveniles de Europa", comenta Pichel. "El punto es el qué hacer después, es cuando Estados Unidos u otras salidas no habituales llaman la atención. Claro que todo depende de dinero y de objetivo vital".

En el polo opuesto se coloca Moreno, que cree que también hay una dejación clara por parte de los clubes para que el talento lo tenga difícil. "En Madrid han querido copiar el modelo del Real Madrid los otros dos ACB, pero sin tener dinero. Por eso, Estudiantes si Fuenlabrada han descendido. No salen canteranos porque, ahora mismo, no se forma. Sale más rentable ficharlos de otras canteras europeas con 16 años, que empezar a formarlos desde la base benjamín, día tras día, entrenamiento tras entrenamiento", comenta. "Cuando llegan a categoría senior y tienen cierto nivel, a los chicos de Madrid solo les queda la Liga EBA o EEUU porque en LEB plata tenemos solamente un equipo en Alcalá de Henares, que además está fichando por agencia, y los de Liga LEB Oro, Estudiantes y Fuenlabrada, que fichan y fichan fuera, sin dinero, pero siguen fichando fuera".

Si Martín no encuentra hueco en los primeros equipos del país, puede hacer como el pequeño de los Garuba o Isaac Nogués y probar suerte en LEB para ganar minutos y confiar en la selección o en su agencia hasta esperar su siguiente paso. Sacrificando en muchos casos un buen monto salarial (EBA es amateur y en LEB es muy difícil superar los 40.000 euros anuales). El actual campeón de LEB Oro, Palencia Basket, ha tenido que pasar de un presupuesto de 1,1 millones en la temporada actual a tres para poder jugar en el primer nivel del baloncesto español. Es verdad que tampoco la ACB, donde el salario mínimo para un debutante es 28.000 euros anuales, disfruta de grandes lujos, con equipos como Gran Canaria, que han tenido que dejar de lado su sueño europeo por falta de dinero. La Euroliga ya está a otro nivel.

Camino europeo

Si a Martín le va bien en sus siguientes años de formación, pero no sueña con cruzar el charco, hay un objetivo claro: la Euroliga. Esta competición paneuropea que busca emular a la NBA e igualar la situación del baloncesto del Viejo continente con el americano cada vez va cogiendo más mimbres y se ha convertido en el segundo gran pagador de todo el planeta. Sus salarios se mueven, de media, entre los 300.000 euros y los 700.000 y ya han firmado un acuerdo para empezar a tener un mínimo para todos los equipos. La parte más polémica de esta competición semiabierta es que está empezando a expulsar a equipos que aunque ganan la plaza para jugar no tienen presupuesto suficiente para hacerlo.

Si quiere llegar ahí, Martín podrá hacerlo por tres vías. En España si consigue contrato en Barcelona, Real Madrid o Baskonia, que son equipos con plaza fija en Euroliga o apostar por alguno como Valencia, que ha repetido ya en varias ocasiones como invitado. Aunque la negativa de Gran Canaria es un jarro de agua fría para estas aspiraciones. La otra opción, claro, es buscar entrada en algún equipo fuera de nuestras fronteras. Son 18 equipos en total, 12 fijos, entre los que se suman Olympiacos, Panathinaikos, Maccabi Tel Aviv, Anadolu Efes, Fenerbahçe, Olimpia Milano, Zalgiris Kaunas, Bayern de Múnich y Asvel Villeurbanne.

De todos modos, sería difícil para Martín hacerse un hueco en los primeros años. Según un estudio de la propia Euroliga, esta temporada solo tres jugadores menores de 22 años se asentaron en la rotación de sus equipos durante la competición y solo 21 jugadores de menos de 25 años promediaron más de 10 minutos por partido. El equipo más joven de la competición, el ALBA Berlín, tiene una media de edad de 26,9 años. El más veterano, el Anadolu Efes, campeón de las últimas dos ediciones (esta la ganó el Real Madrid), es el equipo más veterano, con 31,5 años de media.

"A España vienen muchos juniors de otros países porque saben que la formación es TOP mundial. Incluso diría que igualados con EEUU en ese campo. Está claro que hay que repensar qué ocurre con los jóvenes y con ese salto profesional. Porque ahí es dónde está la mayor parte del problema, cómo se desarrollan", comenta Pichel. Para Moreno, hay que mirar más a la federación. "España tiene mucho potencial en el mundo del baloncesto que no saca adelante porque no se trabaja lo suficiente. Hay países que tienen mucho talento, como por ejemplo Croacia en los que se trabaja muy bien y aunque tienen la décima parte de la población de España sacan muchísimo rendimiento. Aquí no hay un planteamiento en absoluto de la Federación para desarrollar carreras".

Camino americano

La última opción para Martín es el gran salto. Estados Unidos siempre ha sido una opción interesante para los jugadores, pero hasta los últimos años sonaba como una opción para tomar una vez que estás asentado en el mundo profesional. El gran hito de jugar en la NBA. Pero ahora eso ha cambiado. Las ligas americanas llevan años repensando sus movimientos para atraer más talento exterior y poder ofrecer carreras completas desde muy jóvenes. Incluso desde el instituto, donde ya hay ligas que ofrecen grandes sueldos a las promesas. Además, la NCAA ha abierto la mano a que los jugadores puedan ingresar dinero aún jugando en la liga universitaria gracias a sus derechos de imagen y la G-League, la clásica liga de desarrollo, se ha vuelto una opción interesante y con buenos sueldos. Además, cada vez hay más agencias y academias centradas en que chicos y chicas de aquí se pasen al otro lado.

La idea empieza a funcionar. Solo centrándonos en España, tenemos los casos de Santi Aldama, Izan Almansa, Baba Miller, Aday Mara o Conrad Martínez. Todos ellos dieron el salto antes de la NBA y empiezan a cosechar éxitos. Aldama ya juega en la gran liga, Almansa ha firmado por la G-League tras pasar por Overtime, un proyecto del que Pau Gasol es accionista y que ofrece una especie de NCAA para chicos de instituto, y Baba Miller empezará este año su segundo curso en la liga universitaria. ¿Es entonces la mejor opción? Según los expertos no está claro, incluso puede ser peligroso para la carrera de una joven promesa.

"Hay que pensar que son chicos en edad de formación y lo más importante es eso, formarse. Claro, si tu idea es llegar a lo más alto y tener una carrera larga. Si ves el profesionalismo como algo lejano y quieres aprovechar la opción para sacarte una carrera en EEUU, eso es otra historia", comenta Pichel. Moreno pone datos sobre la mesa. "Hasta hace poco la opción de Estados Unidos era muy seguida pero se ha desplomado porque allí las ligas duran en realidad los meses de diciembre, enero y febrero. Estamos hablando de tres meses de competición, lo demás son partidos amistosos y torneos de poca entidad. Además, está el punto de agencias como alguna de Zaragoza que cobra 4.000 euros por el hecho de que alguna universidad muestre interés por ti, que te fiche y te vayas, pero te pueden echar a los tres meses", detalla.

A día de hoy hay una invasión de jugadores europeos en las ligas americanas, pero no está funcionando en todos los casos. "Los que están en Estados Unidos aun siendo grandes jugadores están promediando 10 o 15 minutos por partido en el mejor de los casos. En Madrid hablamos de varios jugadores que en la liga regional habían sido muy determinantes, pero que allí están intentando jugar cinco minutos por partido y no lo consiguen por que el baloncesto es mas físico y no suelen integrarse bien", añade Moreno. Aún así la ventana sigue siendo muy atractiva. "Al final en estos casos tu entorno marca mucho, y siendo chavales tan jóvenes es fácil lanzarse a probar. Pero por eso mismo necesitas estar muy bien asesorado y saber lo que quieres. Es todo demasiado complejo", añade Pichel.

El NBA2K lo pone más sencillo.