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Oriol Tres, el canterano del Barça de 'basket' que se convirtió en 'youtuber' de éxito
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TRAS DEJAR EL BALONCESTO PROFESIONAL

Oriol Tres, el canterano del Barça de 'basket' que se convirtió en 'youtuber' de éxito

El Confidencial habla con este joven de 22 años que jugó en la cantera culé y que también probó suerte en Estados Unidos antes de comenzar una carrera en Youtube con el baloncesto como arma, sumando más de 265.000 suscriptores

Foto: Oriol Tres, en una imagen promocional. (David Giménez-Choice Agency)
Oriol Tres, en una imagen promocional. (David Giménez-Choice Agency)

La historia deportiva de Oriol Tres se cuenta a medio camino entre Barcelona y Philadelphia, donde con apenas 16 años, y procedente de su Sabadell natal, se instaló para cumplir su sueño de vivir en Estados Unidos e intentar triunfar como jugador de baloncesto. Ahora, con 22 años, tiene una vida muy diferente a la que se imaginaba años atrás. Oriol cuenta con más de 265.000 suscriptores en Tresco Ball, su canal de Youtube íntimamente ligado al deporte del que se enamoró perdidamente cuando solo era un crio. En una conversación telefónica con El Confidencial, este joven echa una mirada atrás para contar su historia: un viaje repleto de éxito y reinvenciones, aunque con alguna dolorosa caída.

Oriol tuvo el baloncesto en su vida desde prácticamente su nacimiento. Su madre era entrenadora en l’Escola Pia, donde también entrenaba su hermano mayor. “Crecí con un balón, mi madre me puso en la escuela de basket antes de que me tocara porque me servía un poco de guardería”, relata, quien a sus tres años empezó a hacer virguerías con una pelota en sus manos. Desde muy pequeño acortó plazos tanto en lo deportivo como lo académico, ya que sus profesores de primaria animaron a sus padres para que Oriol adelantara un curso escolar. Buenas notas y un coeficiente intelectual por encima de la media sirvieron para convencer a sus progenitores, provocando que siempre fuera el más pequeño de su clase.

La casualidad se puso de parte de Oriol cuando recibió la llamada de un club como el Barcelona, que no tenía inicialmente a este base de buen manejo y mejor mano en sus radares. Con 12 destacó en entornos deportivos de su zona, como los campamentos de El Collel. “No por mi altura, era muy bajito”, se ríe al recordarlo Tres, afirmando que el Barça vio sus partidos por un compañero de equipo que destacaba por tener un impresionante físico incluso a esa edad. Los ojeadores se fijaron en sus cualidades y, tras algún que otro entrenamiento de invitación, lo incorporaron a sus categorías inferiores.

El base se jugaba los minutos con el que acabaría por ser su mejor amigo, la promesa de la cantera culé Pol Figueras, quien actualmente milita en las filas del Club Ourense Baloncesto en LEB Oro. Oriol disfrutó de cuatro años de importancia en el equipo cadete, tiempo en el que el Barça ganó la Minicopa en el 2014 y fueron campeones de España en Zaragoza frente a un Real Madrid que contaba con Luka Doncic. “Es increíble, ya no hay adjetivos para él”, señala Oriol, rememorando sus enfrentamientos con el esloveno, actual estrella de la NBA.

Foto: Luka Doncic, en un partido de la fase regular de la NBA. (Reuters)

Con 16 años, en el corte de cadete a juvenil, Oriol comenzó a echar cuentas y vio que su continuidad en el Barça no estaba asegurada, poniendo en marcha un viejo sueño: viajar a Estados Unidos y disfrutar de su baloncesto estudiantil. “Mi reunión fue muy relajada, ya sabía que no contaban conmigo y tenía hecho mi futuro. Hubo mucho agradecimiento por estos 4 años. Tengo un gran recuerdo”, asegura al ser preguntado por su despedida con el Barcelona.

“Tenía claro que quería ir a Estados Unidos, por experiencia de vida y madurez. No solo voy a jugar al baloncesto, voy a madurar como persona”, relata Oriol Tres en conversación con este medio. “Siempre te queda ese ‘y si me hubiera quedado’ para intentar otras canteras. Creo que me habría quedado mayor espina si no me hubiera ido”, confiesa el actual creador de contenidos digitales, que se había enamorado del país americano tras dos viajes con su familia: “El mismo año que fiché por el Barcelona había ido a Estados Unidos. Cuatro años más tarde cuadró perfecto”.

Más de 6.000 kilómetros de distancia

Para poder lograr su sueño se puso a las manos de una agencia especializada en ejercer de intermediaria entre promesas deportivas con distintas instituciones de Estados Unidos. Junto a su entorno, Oriol se encontró diversas ofertas: “Valoramos equipos e institutos. Desde los que puramente se centraban en lo deportivo y olvidaban lo académico hasta los que lo único importante era la educación. Nos quedamos con una mezcla”. El español acabaría por recalar en Phelps School, instituto de Malvern, una pequeña localidad del estado de Pennsylvania, a aproximadamente 25 kilómetros de Philadelphia. Franquicia de la NBA de la que se haría fan.

En la elección de esta oferta tuvo mucho que ver Brian Shanahan, entrenador de baloncesto de la escuela, quien en las conversaciones telemáticas mostró un interés y cariño poco habitual en este tipo de instituciones. “Tenía claro que él me iba a cuidar y que no me iba a dejar en la estacada”, relata Oriol. En su primer año tuvo que tomar una decisión en referente a sus estudios: “Era demasiado joven, me iba mal ser pequeño. Si yo me graduó con 16, 17 años, ninguna Universidad va a ofrecer a un niño una beca. Repetimos curso a propósito”.

placeholder Oriol Tres, en una visita al que fue su hogar. (@Tresco_Ball)
Oriol Tres, en una visita al que fue su hogar. (@Tresco_Ball)

“El año nos fue muy bien, Shanagan contaba con pocos jugadores. Hacía labores de sexto hombre, cuando entraba lo hacía bien”, cuenta Oriol a este periódico, orgulloso de un papel esencial en la victoria del campeonato estatal que lograron los Phelps. Imágenes del joven anotando de tres con una prodigiosa mano se virilizaron y pusieron su nombre de moda en España. Sin embargo, su segunda temporada, la anterior a la universidad, fue “muy mala”. Se reestructuró el equipo, saliendo numerosos jugadores, y pese a ser titular indiscutible y capitán, cayeron antes de tiempo en el campeonato.

“Cuando acabé el instituto tenía ofertas de universidades, tanto de segunda como de tercera división de la NCAA, de primera tuvimos intereses, pero nunca ofertas oficiales”, confiesa Tres, que vivió el proceso sabiendo que se acababa una etapa de su vida: “Nos querían entrenamientos en Florida o Alabama, pero nada asegurado. Tenía una oferta en medio de un estado que para volar desde Barcelona tardaba 30 horas con 3 vuelos y un autobús de 5 horas”. “Si hubiera tenido una oferta de una universidad grande me habría quedado”, señala sobre sus oportunidades antes de regresar a España. La falta de un proyecto estable y ambicioso, unido a problemas personales, pusieron fin a su aventura en Estados Unidos.

Un amargo regreso a España

Era final de verano del 2016, por primera vez en su vida y apenas cumplida la mayoría de edad, Oriol no tiene claro cuál es su futuro. “No estaba haciendo nada, en septiembre no puedo estudiar por temas de papeles”, señala antes de confirmar que abandonó temporalmente el baloncesto tras la desilusión de la mala temporada. “Fue un momento muy malo, de tocar un poco de fondo. No sabía qué hacer con mi vida. Siempre todo me había ido tan bien que no sabía gestionar problemas”, reflexiona al otro lado del teléfono.

Ese mismo invierno, después de volver a entrenar sin ningún tipo de presión solo con la ilusión de reencontrarse así mismo con el balón, le llama el Fuenlabrada. “No tenía nada más en las manos y fui a probar, si el baloncesto profesional puede ser lo mío pues me voy a vivir a Madrid solo, ya en el 2017. Estoy cinco meses en EBA con el filial, siendo profesional. El resultado es muy malo, tanto en lo personal como el equipo”, sentencia, consciente de que no pasaba por un buen momento: “Estaba físicamente y psicológicamente mal, no pudo hacer mi juego”.

Foto: Wally Szczerbiak celebra un triple ante los Celtics de Boston en un partido disputado en 2008 (NBA) Opinión
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Esa mala experiencia fue un punto de inflexión en su vida, retomando los estudios. “Decidí empezar a estudiar, ADE y Marketing en inglés. Me va muy bien, recupero una rutina… Después de un año malo”, insiste Oriol, señalando que es “ahí cuando se empieza a cocer el tema de Youtube”. “Al principio nada relacionado con el baloncesto, con un amigo, empiezo a darle vueltas”, declara el joven, que finalmente quiso incluir su gran pasión en esta nueva aventura: “Me viene esta idea en diciembre y estudió el mercado y qué tipo de contenido se hace, y me digo ‘aquí hay un agujero’”.

Su relación con Youtube era la habitual de un chico de su edad, aunque desde antes le había gustado lo audiovisual: “Me podía hacer muy feliz, hacía siempre videos de viajes con mi familia, para mí”. “Grabé unos 6 videos que me daba muchísima vergüenza subir, pero en febrero decidí subir mi primer vídeo, era malo, pero lo subí. Estuve dos meses nervioso, cociendo qué iba a hacer. Aproveché una reacción al concurso de mates del All Star y ahí empieza todo”, relata Oriol, que pasó a ser conocido en internet como Tresco Ball, acumulando más de 265.000 seguidores en Youtube y 30.000 en Twich.

“Busco lo que la gente quiere ver, quien te diga lo contrario es mentira, pero si no estoy cómodo con lo que hago no lo haría”, asegura Oriol, que ha podido grabar con figuras del baloncesto internacional como Giannis Antetokounmpo o Ricky Rubio. “Hacer cosas que no se hayan hecho antes, intentar no repetir contenido, me fijo mucho en lo que se hace en Estados Unidos, adaptado a mi estilo”, señala sobre su modelo que, a pesar de llevar menos de dos años en la plataforma, lo ha llevado al éxito.

placeholder Oriol y Atiga, presentadores de 'Time Out'. (FEB)
Oriol y Atiga, presentadores de 'Time Out'. (FEB)

Para Oriol Tres lo más importante es seguir ligado al baloncesto, “lo que más feliz me hace”. “Obviamente la publicidad me da de comer, más que de números me gusta ver mi impacto positivo en la comunidad de baloncesto”, comenta sobre su actual posición en Youtube. Este pasado lunes la Federación Española de Baloncesto lo confirmaba a él y a Atiga Suleiman (influencer relacionada con el basket) como presentadores de Timeout, espacio de entretenimiento por el que pasarán tanto jugadores de la selección masculina como femenina. Una nueva aventura “muy ilusionante” para Oriol, cuya historia no se entiende sin un balón, aunque ahora sea a través de una pantalla.

La historia deportiva de Oriol Tres se cuenta a medio camino entre Barcelona y Philadelphia, donde con apenas 16 años, y procedente de su Sabadell natal, se instaló para cumplir su sueño de vivir en Estados Unidos e intentar triunfar como jugador de baloncesto. Ahora, con 22 años, tiene una vida muy diferente a la que se imaginaba años atrás. Oriol cuenta con más de 265.000 suscriptores en Tresco Ball, su canal de Youtube íntimamente ligado al deporte del que se enamoró perdidamente cuando solo era un crio. En una conversación telefónica con El Confidencial, este joven echa una mirada atrás para contar su historia: un viaje repleto de éxito y reinvenciones, aunque con alguna dolorosa caída.

Ricky Rubio Luka Doncic
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