El deporte de Estados Unidos se une a la NBA en las protestas contra el racismo

La NBA fue boicoteada por primera vez en la historia por motivos sociales gracias a la acción de los jugadores de Milwaukee Bucks, que decidieron no presentarse a su partido frente a los Orlando Magic. Una medida que la organización acató, suspendiendo la jornada y provocando la mayor protesta antirracista que se recuerda en la historia del deporte. Pero no solo la NBA ha dicho basta, uniéndose a la movilización números sectores deportivos de Estados Unidos.

La plantilla de los Bucks, que representan a Milwaukee, la ciudad más grande de Wisconsin, exige justicia por el caso de Jacob Blake. Este afroamericano fue disparado 7 veces por la espalda por un oficial de policía en Kenosha, tras una disputa doméstica. Blake se encuentra en el hospital tras ser operado por la gravedad de las heridas y, de momento, no tiene movilidad de cintura para abajo.

La NBA secundó la protesta con la mayoría de las franquicias apoyando la decisión de los Bucks, y otros deportes también apoyaron el boicot. Naomi Osaka, tenista japonesa, anunció que se retiraba de la semifinal del Masters 1000 de Cincinnati por lo ocurrido: “Antes que una atleta soy una mujer negra. Y, como mujer negra, siento que hay asuntos mucho más importantes que necesitan atención inmediata, en lugar de verme jugar al tenis”.

En la MLS, liga de fútbol estadounidense, lo que sucedió en Orlando fue tomado como el ejemplo a seguir. El Inter Miami y el Atlanta United, que se enfrentaban en el Inter Miami Stadium, fueron los primeros en plantarse, guiados por sus respectivas plantillas. Los partidos de Dallas FC y los Rapids de Colorad, Real Salt Lake-Los Ángeles FC y Portland Timbers-San Jose Earthquakes también fueron suspendidos por boicot de los jugadores. Aunque la MLS se posicionó a favor de la protesta posponiendo la jornada.

La tibieza de la NFL

Aunque los jugadores de los Packers de Green Bay de la NFL, de la Liga Nacional de Fútbol Americano, tuvieron una reunión de urgencia cuando Jason Blake fue tiroteado, la competición vuelve a mostrar tibieza en plenas movilizaciones sociales por todo Estados Unidos.

“Nosotros, la NFL, admitimos que nos equivocamos por no haber escuchado a los jugadores antes, y alentamos a todos a protestar pacíficamente”, fueron las palabras del comisionado de la NFL, Roger Goodell, tras las protestas por la muerte de George Floyd. “Nosotros, la Liga Nacional de Fútbol, creemos que las vidas negras importan. Sin jugadores negros no habría NFL”. Unas palabras que se remontan al pasado junio. De momento, las acciones de la NFL en protesta por el caso de Jacob Blake son entrenamientos suspendidos por decisión de los propios equipos.