Es noticia
'Sobre todo de noche': la película española más asombrosa y enigmática del año
  1. Cultura
  2. Cine
CINE

'Sobre todo de noche': la película española más asombrosa y enigmática del año

La ópera prima de Víctor Iriarte, protagonizada por Lola Dueñas y Ana Torrent, es una propuesta arriesgadísima y un empeño visceral por explorar las posibilidades narrativas y emocionales de la imagen

Foto: Lola Dueñas es una madre en busca de su hijo robado en 'Sobre todo de noche'. (Atalante)
Lola Dueñas es una madre en busca de su hijo robado en 'Sobre todo de noche'. (Atalante)

Dicen que ya nadie va al cine, pero este fin de semana se estrenan en salas dieciséis películas. De dos de ellas habrán escuchado hablar hasta la saciedad en la televisión, habrán visto a sus protagonistas pasárselo teta en El Hormiguero, se habrán topado con las marquesinas de los autobuses forradas con los carteles promocionales: Ocho apellidos marroquís —la falsa secuela de la saga Ocho apellidos... que anteriormente se titulaba Casi familia, pero que en un brillante ejercicio marketiniano rebautizaron a rebufo de dos de las películas españolas más taquilleras de la historia— y La Navidad en sus manos, una comedia familiar con Ernesto Sevilla y Santiago Segura al frente del reparto que seguro será otro gran éxito. Dos películas que salvarán las cuentas del año y que eclipsarán el estreno de una película modesta —pero hecha con riesgo y víscera—, esas en las que el autor y su equipo se han dejado las entrañas, que hacen patria fuera de nuestras fronteras, que no llegarán a muchas capitales de provincia, a pesar de sí haber llegado a los grandes festivales.

Probablemente no hayan oído hablar de Sobre todo de noche. Ni de su director, Víctor Iriarte (Bilbao, 1978), programador del Festival de Cine de San Sebastián reconvertido en director de cine con esta ópera prima hipnótica y enigmática que se estrenó en el Festival de Venecia —en la sección Jornadas de los autores—, pasó por Seminci y Mar del Plata y ahora llega a la cartelera en un fin de semana de una cantidad de estrenos demencial. Y es también labor de la crítica rebelarse contra la agenda de las grandes distribuidoras para defender vehementemente una película tan única y profundamente pensada como esta. Porque Sobre todo de noche es, al mismo tiempo, un filme poético y político, una narración emocionante y cerebral, un melodrama apasionado y un ensayo sobre el poder evocador de las imágenes. Y sus antítesis no son contradictorias.

“Las asociaciones calculan que 300.000 bebés fueron robados entre 1940 y 1990 en España”. Y los responsables lo hacían, sobre todo, de noche. De este titular de periódico parte Sobre todo de noche, esta joya mutante y misteriosa que comienza con la voz en off de Lola Dueñas, quien interpreta a Vera —un nombre que significa verdad— y que avisa de las intenciones de su personaje, pero también de las de su director: "Solo hay una cosa que no han podido arrebatarme: mi historia y cómo la cuento". Los dedos de Dueñas recorren las calles de diferentes mapas de Madrid de distintas épocas, la constatación de esa historia nuestra está llena de capas superpuestas que ocultan lo que alguna vez hubo debajo. Iriarte ha imaginado una película libérrima, en la que las imágenes invitan al espectador a descubrir, a preguntarse y responderse, y el director investiga sobre las posibilidades narrativas, expresivas y sensoriales del montaje, del encuadre, del sonido. Una película llena de rimas y de ecos, rodada con una exquisita fotografía en 16 milímetros.

Iriarte ha elegido en su ópera prima, precisamente, una cuestión compleja e imbricada cuyas raíces nacieron durante el franquismo, pero cuyas ramificaciones están plenamente de actualidad y en plena controversia, con muchos investigadores desacreditando la cifra, pero no el fondo. En Sobre todo de noche, imágenes y hechos reales se envuelven de una trama de investigación ficticia que nos acerca a la verdad de la historia de España y rompe con el borrado a las víctimas silenciadas, más que de una trama, de un modus operandi en el que se dieron irregularmente en adopción a niños durante la dictadura y más allá. “¿Por qué me dejasteis tan sola?”, se pregunta Vera. Y es que en esta historia tenemos a dos madres, Vera y Cora (Ana Torrent), pero un solo hijo, Egoz (Manuel Egozkue).

placeholder Lola Dueñas y Ana Torrent, dos madres para un solo hijo. (Atalante)
Lola Dueñas y Ana Torrent, dos madres para un solo hijo. (Atalante)

Sobre todo de noche arranca casi como un thriller, con una música que recuerda al Bernard Herrmann de Psicosis, a cargo de la compositora guipuzcoana Mursego, y con imágenes oscuras y sinuosas del personaje de Dueñas iniciando su viaje en busca de su hijo robado. Iriarte se arriesga en su búsqueda de formas de contar su relato fuera de la convención, con un empeño obsesivo. Y mientras, el espectador, monta el puzle en su cabeza y se deja arrastrar por la potencia lírica de sus imágenes y la melodía interna de su montaje.

Narrada en tres partes, rodadas en Madrid, San Sebastián y Portugal, la película explica que Vera tuvo que entregar forzosamente de joven a su primer hijo, Egoz, pero que ahora quiere recuperarlo, pero se encuentra con un sistema que tapa sus propias fallas, que supone un muro burocrático y que, incluso, niega la existencia de su hijo. Vera se convierte entonces en su propio detective, que no duda en utilizar cualquier método —incluso el chantaje— para conocer el destino de su hijo. La segunda parte se cuenta desde el punto de vista de Egoz y Cora, que viven en San Sebastián, ajenos a la necesidad de Vera hasta que sus cartas dirigidas al chico empiezan a llegar. A través de la voz en off de Egoz entendemos cómo perturba su vida la noticia de saberse un niño robado.

placeholder Los tres protagonistas de 'Sobre todo de noche'. (Atalante)
Los tres protagonistas de 'Sobre todo de noche'. (Atalante)

Lo que Vera empieza construyendo desde la venganza, poco a poco deja paso a la relación entre las dos mujeres alrededor de esa maternidad inusual, acabando con un plano emocionantísimo y simbólico alrededor de un piano y su música. Iriarte ha coescrito el guion junto a Andrea Queralt e Isa Campo, también productoras en esta rareza inclasificable que exige al espectador que entre en el juego de decodificación que propone su autor. Sobre todo de noche es un filme demandante y, en algunos momentos, puede resultar frustrante, pero siempre diferente. “Esta será una historia de terror. Será una historia policiaca. No lo parecerá, porque yo soy la que la cuenta. Pero en el fondo es la historia de un crimen atroz”. Iriarte le toma prestado al escritor Roberto Bolaño la idea de que lo importante de una historia no es el qué, sino el cómo se cuenta.

Dicen que ya nadie va al cine, pero este fin de semana se estrenan en salas dieciséis películas. De dos de ellas habrán escuchado hablar hasta la saciedad en la televisión, habrán visto a sus protagonistas pasárselo teta en El Hormiguero, se habrán topado con las marquesinas de los autobuses forradas con los carteles promocionales: Ocho apellidos marroquís —la falsa secuela de la saga Ocho apellidos... que anteriormente se titulaba Casi familia, pero que en un brillante ejercicio marketiniano rebautizaron a rebufo de dos de las películas españolas más taquilleras de la historia— y La Navidad en sus manos, una comedia familiar con Ernesto Sevilla y Santiago Segura al frente del reparto que seguro será otro gran éxito. Dos películas que salvarán las cuentas del año y que eclipsarán el estreno de una película modesta —pero hecha con riesgo y víscera—, esas en las que el autor y su equipo se han dejado las entrañas, que hacen patria fuera de nuestras fronteras, que no llegarán a muchas capitales de provincia, a pesar de sí haber llegado a los grandes festivales.

Críticas de cine Cartelera y estrenos de cine Cine
El redactor recomienda