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Petro, Anton y otros escritores ucranianos que aparcaron los libros y cogieron el fusil
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GUERRA EN UCRANIA

Petro, Anton y otros escritores ucranianos que aparcaron los libros y cogieron el fusil

Varios autores han decidido unirse voluntariamente al ejército para luchar por su país en una guerra que ya se ha cobrado la vida de 76 miembros del mundo de la cultura en Ucrania

Foto: El editor ucraniano Anton Martynov, en  su puesto de vigilancia en la tercera línea de defensa de Kiev.
El editor ucraniano Anton Martynov, en su puesto de vigilancia en la tercera línea de defensa de Kiev.

Petro Yatsenko es un conocido escritor ucraniano de 45 años, con ocho libros publicados y numerosos premios literarios en su haber. Pero cuando el 24 de febrero de 2022 comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania, la inspiración le abandonó de la noche a la mañana, las musas le dieron abruptamente la espalda.

"Me quedé atascado, no me salía absolutamente nada", nos confiesa.

Escribió algún que otro artículo periodístico para rotativos extranjeros sobre lo que supone ser escritor en medio de una guerra y, a petición de un editor francés, también preparó un breve texto sobre el impacto del conflicto en el pequeño pueblo en el que vive a las afueras de Kiev, que vio la luz en forma de libro junto con los relatos de otros autores.

Pero Petro seguía bloqueado, el soplo creativo seguía sin llegarle, mientras que la preocupación por el destino de su país aumentaba. Así que tomó una decisión radical: decidió aparcar temporalmente la máquina de escribir y coger el fusil. Se alistó en el ejército.

placeholder El escritor ucraniano Petro Yatsenko, en su uniforme militar y con una bandera de Ucrania.
El escritor ucraniano Petro Yatsenko, en su uniforme militar y con una bandera de Ucrania.

"Trabajo en el programa de intercambio de prisioneros de guerra. Elegí ese destino porque es muy humanitario. Vemos numerosos prisioneros ucranianos torturados por los rusos, así que nuestro objetivo es lograr la liberación del mayor número posible de ellos en el menor tiempo posible. Pero el programa ahora está parado, los rusos decidieron frenarlo. El último intercambio de prisioneros tuvo lugar el 7 de agosto y, desde entonces, nada", explica.

Yatsenko va, por supuesto, armado. Y aunque por ahora no ha tenido nunca que disparar, no dudaría en hacerlo si fuera necesario. "Los rusos han invadido nuestra casa. Y si alguien entra de manera violenta en tu casa, tienes todo el derecho a disparar y a defenderte", sentencia.

"Los rusos han invadido nuestra casa. Y si alguien entra de manera violenta en tu casa, tienes todo el derecho a disparar y a defenderte"

No es el único escritor que ha decidido abandonar temporalmente su carrera literaria para dedicarse a luchar como soldado en la defensa de su país. Varios miembros del Pen Club de Ucrania, una organización presente en el país desde 1989 y que tiene entre sus objetivos la defensa de la libertad de expresión y la promoción de la literatura y la cultura, han decidido seguir ese mismo camino. De los 160 asociados —entre escritores, traductores, periodistas, artistas y fotógrafos— con que cuenta el Pen Club de Ucrania, 13 se han enrolado en las Fuerzas Armadas ucranianas.

"La inmensa mayoría de mis colegas escritores, o bien se han unido al ejército como he hecho yo, o están colaborando en tareas de voluntariado. En esta situación uno no puede quedarse de brazos cruzados", destaca Yatsenko.

Anton Martynov, un editor ucraniano de 37 años, también concluyó que había que remangarse. En los dos primeros meses de guerra, cuando Kiev estuvo a punto de caer en manos de los rusos, resolvió que tenía que hacer algo: mandó a su mujer, a sus dos hijos y a sus dos perros a Almoradí, un municipio de Alicante, echó temporalmente el cierre a Laboratory, su editorial, y en marzo del año pasado se unió como voluntario al ejército. Le dieron un kalashnikov y le destinaron a la tercera línea de defensa de Kiev, bastante cerca del aeropuerto militar de la ciudad.

"Yo no he matado a nadie, pero he visto matar. El dilema moral que supone acabar con la vida de alguien es algo que te planteas antes, en abstracto. Pero en el momento en que está tu vida en peligro, creo que no te planteas nada, simplemente actúas"to, asegura.

placeholder El kalashnikov del editor Anton Martynov.
El kalashnikov del editor Anton Martynov.

Anton estuvo en el ejército seis meses en total. "Hasta que la situación se estabilizó y mi comandante me dijo que era mejor que volviera a mi trabajo", relata. Al fin y al cabo, son 35 las personas que trabajan en Laboratory, una editorial que publica un centenar de libros al año, todos ellos en ucraniano. Incluida la traducción al ucraniano de El infinito en un junco, de Irene Vallejo, que ya va por la segunda edición, o Hay tierra más allá de Perekop, una novela de Anastasiia Levkova (mujer de Petro Yatsenko), un bestseller ambientado en Crimea que ha vendido más de 20.000 ejemplares en Ucrania en seis meses.

"Ahora mismo no se publican autores rusos en Ucrania. Después de todo lo que ha pasado, no se puede. Sentimos amenazada nuestra cultura, es normal que la protejamos", sentencia Anton. Y eso que su lengua materna es el ruso. "Mi padre nació en Bielorrusia y habla ruso, mi madre es profesora de literatura rusa y española, y mi lengua materna es el ruso. Pero decidí cambiar y ya no empleo el ruso, habló únicamente en ucraniano".

placeholder La escritora ucraniana Victoria Amelina, fallecida en junio pasado durante un ataque ruso contra Kramatorsk. (EFE)
La escritora ucraniana Victoria Amelina, fallecida en junio pasado durante un ataque ruso contra Kramatorsk. (EFE)

La guerra entre Rusia y Ucrania no solo ha movilizado a escritores y editores, empujándoles a alistarse en el Ejército. El conflicto bélico ya se ha cobrado la vida de numerosos autores y artistas ucranianos. El Pen Club de Ucrania ya ha contabilizado la muerte de al menos 76 activistas culturales ucranianos a causa de la guerra. Esa organización acaba de poner en marcha un proyecto titulado Gente de la Cultura Arrebatada por la Guerra, que incluye los perfiles de todos esos muertos. "A menudo decimos que es nuestro deber conocer y recordar los nombres de los muertos en la guerra. Sin embargo, también es importante que no sean una simple lista o una estadística, ya que detrás de cada nombre hay destinos humanos, sueños, ideas no realizadas y proyectos no completados", señala Tetyana Teren, directora del Pen Club de Ucrania.

Entre los fallecidos se encuentra por ejemplo la novelista y activista contra los crímenes de guerra Victoria Amelina -fallecida en junio pasado durante un ataque ruso con misiles contra un restaurante de Kramatorsk- y el poeta y escritor infantil Volodymyr Vakulenko, asesinado en 2022 durante la ocupación rusa del área de Járkov. Y también han muerto un total de 68 periodistas, tanto ucranianos como extranjeros.

Petro Yatsenko está poco a poco recuperando la inspiración literaria. Desde que ingresó como soldado en el programa de intercambio de prisioneros, le da vueltas a una idea. "Tengo pensado escribir un libro de no ficción con las experiencias que he vivido en el ejército", afirma. "Pero eso será cuando ganemos la guerra y echemos a los rusos de nuestro territorio".

Petro Yatsenko es un conocido escritor ucraniano de 45 años, con ocho libros publicados y numerosos premios literarios en su haber. Pero cuando el 24 de febrero de 2022 comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania, la inspiración le abandonó de la noche a la mañana, las musas le dieron abruptamente la espalda.

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