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Hollywood, al borde del abismo por una de las huelgas más masivas de su historia reciente
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Hollywood, al borde del abismo por una de las huelgas más masivas de su historia reciente

A las 23:59 de la noche de este miércoles (hora del Pacífico, las 8:59 de mañana jueves, hora española), se sabrá si los 160.000 afiliados al Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) paralizan la primera potencia del cine

Foto: Pancartas en la manifestación a favor de la huelga de guionistas y actores en Los Ángeles. (EFE/EPA)
Pancartas en la manifestación a favor de la huelga de guionistas y actores en Los Ángeles. (EFE/EPA)

El polvorín de Hollywood se recalienta. La (todavía) industria más poderosa del cine vive en los últimos tiempos en la incertidumbre de un parón en su máquina de fabricar películas (y, por tanto, dinero). Desde principios de mayo, los guionistas están en huelga indefinida. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) —que representa a unos 11.500 sindicados— y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) respecto a una renegociación de los beneficios residuales por estrenar una película en diferentes territorios de acuerdo con el nuevo panorama reconfigurado por la llegada de las plataformas, y la petición de aproximadamente 600 millones de dólares en aumentos salariales, los guionistas han salido a la calle y forzado al parón del 80% de la actividad y de un centenar de producciones importantes, tanto de cine como de televisión, entre las que se encuentran la secuela de Spider-Man: No way home (2021), el reboot de Blade (1998), series como Padre de familia, Euphoria y Emily in Paris y programas como el Jimmy Kimmel Live!. Desde 2008 —entonces duró 100 días y supuso la pérdida de unos 2.000 millones de dólares—, Hollywood no había vivido una huelga de tal magnitud.

Y mañana podría sumarse el Sindicato de Actores (SAG-AFTRA), lo que pone a los estudios todavía más contra las cuerdas. Pocas horas después de haber pasado la fecha límite para llegar a un acuerdo con la AMPTP, han tenido que intervenir mediadores federales para conseguirlo in extremis en una cuenta atrás que finaliza este miércoles a las 23:59 hora del Pacífico, a las 08:59 de mañana hora española. Si entonces no hay apretón de manos, la industria del cine se enfrenta a uno de los peores parones de su historia reciente.

placeholder Una foto de los piquetes el pasado junio. (EFE/EPA/Etienne Laurent)
Una foto de los piquetes el pasado junio. (EFE/EPA/Etienne Laurent)

Ambos sindicatos comparten las mismas demandas: mejoras salariales, una revisión de los royalties por el estreno multinacional de las plataformas y una mayor protección ante la implantación de la inteligencia artificial. Desde 1980 no se había producido una gran huelga del SAG-AFTRA —entonces se alargó tres meses y tres días—, pero hace 63 años que no se unían los actores y los guionistas en un piquete común, como en 1960, cuando Ronald Reagan era, atención, presidente del Sindicato de Actores.

La adhesión de los actores a la huelga supondrá la paralización total de la actividad en Hollywood. En The New York Times advierten: "Los efectos de una huelga doble se verán pronto en sus televisiones, con las cadenas programando reposiciones y con la proliferación de reality shows. Además, los actores tampoco podrán promocionar sus estrenos, al igual que los guionistas han obligado a que los late nights hayan dejado de emitirse". En una reunión reciente con los publicistas, se dejó claro que las actrices y los actores del SAG-AFTRA no podrán tampoco trabajar en producciones extranjeras ni hacer entrevistas ni participar en sesiones de fotos ni en premiers ni promocionar nada en redes sociales; solo tendrán permiso para ciertas cosas en caso de que sean producciones verdaderamente independientes y sí podrán participar en convenciones tipo Comic-Con, siempre y cuando no se trate de la promoción de un proyecto actual ni se dejen fotografiar en una alfombra roja o delante de logotipos.

placeholder Fran Drescher en los Premios del Sindicato de Actores el pasado febrero. (Reuters/Mario Anzuoni)
Fran Drescher en los Premios del Sindicato de Actores el pasado febrero. (Reuters/Mario Anzuoni)

Este desencuentro entre el SAG-AFTRA que preside la actriz Fran Drescher —¿se acuerdan de la protagonista de la serie La niñera?— y la Alianza de Productores lleva produciéndose desde hace meses. En Estados Unidos, para poder trabajar como actor en una producción de serie o televisión, es obligatorio estar afiliado al sindicato, que hoy representa a más de 160.000 miembros, entre los que hay actores y actrices de doblaje, cantantes, influencers e, incluso, periodistas. En estos últimos días, la polémica también ha salpicado a Drescher por aparecer en una foto junto a Kim Kardashian en un evento de una marca de lujo en Italia con el sindicato enfangado en las negociaciones.

A principios de junio, el 97,9% de los miembros del SAG-AFTRA votó a favor de ir a la huelga en caso de no llegar a un acuerdo con los productores en la revisión de las condiciones que se hace cada tres años. El 24 de junio, Drescher informó a sus afiliados que las negociaciones con los productores estaban siendo "extremadamente positivas", pero poco después los actores presionaron con una carta para adoptar una "posición firme" en las negociaciones: entre los 400 firmantes se encontraban estrellas como Meryl Streep, Jennifer Lawrence y Rami Malek. Desde el 30 de junio, se extendió el margen de diálogo hasta este miércoles.

La última publicación del SAG-AFTRA en Instagram reza: "Si es necesario, estamos preparados", sobre la fotografía de un hombre remachando las pancartas de "SAG-AFTRA en huelga". Según Vanity Fair, el sindicato ha empezado la instrucción a los representantes de los piquetes para que sepan cómo actuar en caso de que finalmente, como se prevé, fallen las negociaciones. También según la publicación, el abogado especializado en la industria del entretenimiento Jonathan Handel, que anteriormente representó al SAG-AFTRA, pero que ahora habla de manera independiente, asegura que hay dos facciones dentro del sindicato que a su vez están negociando, una más a favor de la huelga que otra. "Pero desde ambas partes he escuchado que probablemente acaben yendo a la huelga, aunque hay muchos puntos en los que ambas partes están bastante distanciadas".

También advierte Handel que una huelga de actores pondrá en peligro los Emmy, que están previstos para septiembre. Además, explica que tener a dos grandes sindicatos manifestándose en las calles de las ciudades más importantes de Estados Unidos va a provocar un efecto de retroalimentación que va a provocar un gran impacto en los despachos, en los medios y en las pantallas del mundo entero.

En menos de 24 horas, sabemos si Hollywood tiembla.

El polvorín de Hollywood se recalienta. La (todavía) industria más poderosa del cine vive en los últimos tiempos en la incertidumbre de un parón en su máquina de fabricar películas (y, por tanto, dinero). Desde principios de mayo, los guionistas están en huelga indefinida. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) —que representa a unos 11.500 sindicados— y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) respecto a una renegociación de los beneficios residuales por estrenar una película en diferentes territorios de acuerdo con el nuevo panorama reconfigurado por la llegada de las plataformas, y la petición de aproximadamente 600 millones de dólares en aumentos salariales, los guionistas han salido a la calle y forzado al parón del 80% de la actividad y de un centenar de producciones importantes, tanto de cine como de televisión, entre las que se encuentran la secuela de Spider-Man: No way home (2021), el reboot de Blade (1998), series como Padre de familia, Euphoria y Emily in Paris y programas como el Jimmy Kimmel Live!. Desde 2008 —entonces duró 100 días y supuso la pérdida de unos 2.000 millones de dólares—, Hollywood no había vivido una huelga de tal magnitud.

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