El 'dial del destino' de Indiana Jones existe: es una calculadora cósmica de hace 2.000 años

15 años después de su última aventura, Indiana Jones vuelve a la carga. En esta ocasión, el famoso arqueólogo afronta otra complicada cruzada: tiene que tratar de arrebatarle a los nazis un artefacto conocido como el dial del destino, también llamado el dial de Arquímedes. Se trata de un objeto que detecta fisuras en el tiempo, a través de las cuales se puede viajar a otros momentos de la historia. Los nazis están convencidos de que por medio de ese artilugio conseguirán la inmortalidad.

¿Pura ficción?

“En las películas de Indiana Jones todo es una fusión de fantasía y de realidad”, asegura James Mangold, director de Indiana Jones y el dial del destino. La nueva película del arqueólogo del látigo y el sombrero no es una excepción. El dial del destino se basa, de hecho, en un objeto real. En concreto, en un artefacto griego de más de 2.000 años de antigüedad que fue descubierto en aguas del Egeo en 1901 —en una nave de época romana que naufragó—, y que está considerado como la primera calculadora de la historia de la humanidad: el mecanismo de Anticitera.

Se trata de la pieza de ingeniería más compleja de la antigüedad que se conoce. El mecanismo de Anticitera era una calculadora astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol, de la Luna y de los planetas, así como de anunciar los eclipses lunares y solares. Incluso era capaz de predecir las fechas de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia.

“El mecanismo calculaba las fechas de los eclipses lunares y solares, seguía los sutiles movimientos de la Luna a través del cielo y mostraba las fechas de eventos de importancia social, como los Juegos Olímpicos", escribió en 2009 el matemático Tony Freeth, uno de los miembros del proyecto de investigación del mecanismo de Anticitera. "En ninguna parte del mundo se conoce nada comparable en términos de sofisticación tecnológica hasta al menos un milenio después”.

El mecanismo de Anticitera es un dispositivo de bronce compuesto por numerosos engranajes, de los cuales han sobrevivido 30 (un tercio de los que originalmente lo formaban), divididos además en 82 fragmentos. En esos fragmentos, investigadores del University College de Londres encontraron en 2005 inscripciones con una descripción detallada del cosmos y del movimiento de los planetas.

Dos de las inscripciones descubiertas detallan con absoluta precisión los ciclos de Venus y Saturno: 462 y 442 años, respectivamente. El estudio fue publicado en Scientific Reports y concluyó que, efectivamente, el dispositivo era capaz de predecir eclipses y de calcular el movimiento variable de la Luna y sus fases.
Los científicos consideran que, moviendo los engranajes del mecanismo de Anticitera, se podía dilucidar cuál iba a ser en el futuro la posición del Sol, de la Luna y de los planetas. Girando los engranajes en el sentido contrario, se establecía cuál había sido esa posición en el pasado.

"La astronomía clásica del primer milenio antes de Cristo se originó en Babilonia, pero nada en esa astronomía sugiere cómo los antiguos griegos encontraron el ciclo absolutamente preciso de 462 años para Venus y el ciclo de 442 años para Saturno", en palabras de Aris Dacanalis, miembro del equipo del University College de Londres que ha analizado el mecanismo de Anticitera. Según los investigadores, un método matemático griego antiguo descrito por el filósofo Parménides explicaría la precisión del mecanismo de Anticitera respecto a los ciclos de Venus y Saturno, así como a los correspondientes al resto de planetas.

“Probablemente, es el artefacto tecnológicamente más significativo de la antigüedad nunca encontrado”, destaca el ingeniero Tom Malzbender, al frente de las investigaciones llevadas a cabo en 2005 sobre el mecanismo de Anticitera, descubierto en 1901 en una antigua nave que naufragó no lejos de la pequeña isla griega de Anticitera, de la que toma el nombre.

El buceador que descubrió los restos subió a la superficie horrorizado ante el hallazgo, ya que vio lo que creyó que eran “un montón de personas muertas desnudas”. Las investigaciones y excavaciones posteriores revelaron que se trataba, en realidad, de un magnífico cargamento de estatuas de mármol y otros enseres. Incluido un artefacto del tamaño de un libro, completamente calcificado y que resultó ser el mecanismo de Anticitera. Los expertos calculan que dataría aproximadamente del año 70 a. C. y que se custodiaba en una caja de madera.

En la nueva película de Indiana Jones, se dice que el dial del destino fue obra de Arquímides. Sin embargo, la mayoría de los expertos dudan que fuera el matemático griego el creador del mecanismo de Anticitera, o al menos que no fuera él solo el que lo hiciera realidad. Pero son muchos los enigmas y los misterios que aún rodean a ese fascinante artefacto.