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De Rosalía a Bad Bunny: un joven sin nombre dirige los videoclips más virales del planeta
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De Rosalía a Bad Bunny: un joven sin nombre dirige los videoclips más virales del planeta

Stillz es el nombre artístico de este colombiano-estadounidense de 23 años, que ha trabajado como director de videoclips de Rosalía o Bad Bunny. En la Galería Veta de Madrid, presenta su exposición 'Polaroids'

Foto: Stillz y la cámara con la que ha capturado 1.500 polaroids. (Cedida)
Stillz y la cámara con la que ha capturado 1.500 polaroids. (Cedida)

En uno de los últimos programas de 'La Resistencia', un fotógrafo encapuchado se coló en medio de la emisión para retratar a David Broncano con una polaroid de los setenta. "Sus fotos cuestan un dineral", decía el presentador. Con el rostro cubierto con un pasamontañas negro, Stillz —su nombre artístico— disparó el 'flash' ante el presentador, convirtiéndolo en uno de los más de 1.500 rostros que conforman su muestra 'Ignore your idols'. Rosalía, Bad Bunny, Kanye West, Mike Tyson... En una serie de fotografías polaroid, este colombiano-estadounidense de 23 años ha retratado a las personalidades más importantes de la cultura y el entretenimiento actuales.

Retratando a los famosos, Stillz se retrata a sí mismo en un ascenso vertiginoso a la cima de la industria musical. Se llama Matías Vásquez, vive en Miami y anda "con los mismos amigos que cuando tenía cinco años", según explica a este periódico. De él no se conocen muchos más datos, ni siquiera su rostro. En paralelo a su colección de polaroids, que llega a España por primera vez en la Galería Veta de Madrid, Stillz es conocido por sus trabajos en dirección de videoclips, donde ha firmado algunas de las obras más difundidas de los últimos años. Dirigió la retransmisión en directo con la que Rosalía presentó su último álbum, 'Motomami', y uno de los videoclips del disco ('Candy', con referencias al karaoke japonés de 'Lost in Translation'). También, algunos de los vídeos musicales más reproducidos de los últimos años en YouTube: los del cantante puertorriqueño Bad Bunny.

placeholder Rosalía y Bad Bunny, en una imagen de Stillz. (Cedida)
Rosalía y Bad Bunny, en una imagen de Stillz. (Cedida)

"Hay veces que tengo unas ideas bien hijas de puta, pero que no se pueden realizar", aseguraba Bad Bunny sobre la estética de los videoclips de 'YHLQMDLG' (abreviatura de 'Yo hago lo que me dé la gana', su segundo álbum de estudio). En todos los vídeos aparece un niño anónimo, que se convirtió en hilo narrativo y visual del disco. En el marco de la mirada infantil, el cantante aparece travestido en 'Yo perreo sola', entre acrobacias de motos y fuegos artificiales en 'Yo visto así', o inmerso en un escenario dadaísta junto a Rosalía en 'La noche de anoche'. A estas imágenes, que han configurado la identidad visual de Bad Bunny como reguetonero alejado de los tópicos del género, ha contribuido la mano de este artista de 23 años.

"Las ideas son suyas, él es el que manda. Yo nunca le propondría directamente una imagen tan arriesgada como la de 'Yo perreo sola', por ejemplo. Es él el que decide lo que quiere mostrar, y yo intento ayudar a visualizar esas ideas. Mostrarlas de una forma que impacte a la gente", explica el fotógrafo misterioso a El Confidencial. "Creo que lo más importante es ofrecer a cada artista una imagen diferente y trabajar en colaboración".

"Las ideas son suyas, él es el que manda. Yo nunca le propondría algo tan arriesgado como lo de 'Yo perreo sola", dice sobre Bad Bunny

Su muestra de polaroids, en realidad, está muy ligada al trabajo por el que es conocido en los estratos más altos del reguetón, el rap o el hip-hop actuales. "Empecé con el proyecto hace cinco años, cuando tenía 17. Estaba viviendo en Nueva York y trabajaba en fotografía comercial, publicidad, de moda... Llegó el día en que me sentí cansado de todo eso. Iba todos los días a una tienda de la editorial Taschen en el SoHo. Allí encontré el libro de las polaroids que Andy Warhol estuvo capturando en los años setenta", recuerda el fotógrafo. "Warhol quiso capturar a la gente más relevante de aquel tiempo, a artistas, famosos, a sus amigos... El libro me inspiró para hacer lo mismo".

El joven comenzó a reunir sus propias polaroids en una crónica instantánea de miradas, gestos y expresiones. "Empecé a fotografiar en la calle, a mis amigos. Cuando ya llevaba unas cuantas, se lo mostré al director del festival Rolling Loud [uno de los festivales de rap y hip-hop más importantes del mundo]. Por suerte, estaba en Nueva York y se enamoró del proyecto. Me empezó a llevar a todos los festivales de rap de Estados Unidos, así conocí a muchos de esos artistas y pude retratarlos. Dos años después de aquello, el equipo de Bad Bunny contactó conmigo para trabajar con ellos", relata Stillz.

Con Bad Bunny, se convirtió en el fotógrafo más joven en firmar una portada de 'Playboy'. "Empecé a girar con él como fotógrafo. Pero, con el tiempo, nos hicimos muy amigos. Entonces era más fácil dejarse llevar por las ideas, que él me las transmitiera para crear juntos. Quería confiar en alguien que pudiera llevar sus ideas a la imagen, alguien con quien hablar y trabajar", explica el joven.

En su trabajo con el reguetonero, Stillz confirma la tendencia de que los músicos son artistas eminentemente visuales

En su trabajo con el reguetonero, Stillz confirma la tendencia que viene gestándose desde la aparición del primer vídeo musical: que los músicos, y especialmente los de fama mundial, son artistas eminentemente visuales. Y que sus videoclips pueden limitarse a la 'performance' o actuación (como lo hacían en su forma más temprana) o crear toda una narrativa paralela a la canción. Antes de lanzar el disco 'YHLQMDLG', Bad Bunny utilizó como anzuelo de promoción unos pequeños cortometrajes protagonizados por el niño de sus videoclips. "Creo que da una sensación de vida al disco. Esas ideas que hicimos con el niño me encantan, porque pensar en el disco es pensar en ese niño. Y no tanto en la cara del artista o en la carátula", explica.

placeholder Carátula de 'YHLQMDLG'.
Carátula de 'YHLQMDLG'.

"El niño protagoniza una historia de ficción, es casi un superhéroe en esa narrativa, y eso ayuda mucho al disco. Le da una vida nueva, más allá de la música", opina Stillz. Aquellos videoclips 'narrativos' (con 'Thriller', de John Landis, como uno de sus primeros y máximos exponentes) son ahora productos más habituales y naturalizados. Un "híbrido" entre el vídeo musical y el relato cinematográfico, como explica la investigadora Marta Tarín en su tesis 'La evolución del videoclip narrativo'. "En nuestro tiempo, y casi siempre, la mayoría de videoclips han consistido en imágenes del artista cantando, y ya. Hay directores, como Spike Jonze, que hacían vídeos más allá de la actuación. Eso es lo que me interesa a mí", cuenta este fotógrafo, que ahora se encuentra trabajando en su primer largometraje.

Uno de los trabajos más difundidos y aclamados de Stillz es el videoclip de 'La noche de anoche', donde Rosalía y Bad Bunny se muestran como dos enamorados en un escenario repleto de referencias pictóricas: el decorado recuerda a uno de los parajes surrealistas de Salvador Dalí, el maquillaje de ella, a uno de los autorretratos de Frida Kahlo. "Últimamente, he intentado mostrar historias, pero sin diálogos. Que la narrativa sea, sobre todo, visual. Si no fuera director, sería director de fotografía. Me encantan esos movimientos de cámara, los planos en movimiento, desde distintos ángulos...".

placeholder Un fotograma de 'La noche de anoche'. (Stillz)
Un fotograma de 'La noche de anoche'. (Stillz)

"Lo que quisimos hacer originalmente en ese videoclip era entrar en el Museo del Prado para grabar un montón de pinturas. Queríamos incluirlas en el montaje como referencias visuales y de inspiración, pero finalmente no pudimos", cuenta el director. Stillz creció cerca del mundo de la pintura. En concreto, del pintor cubano Julio Larraz, al que conoció en su infancia, y del que destacan el uso de los blancos y la luz. El espacio daliniano de 'La noche de anoche' podría encontrarse también en los cuadros de Larraz.

"Siempre he sido autodidacta. Empecé a grabar con mis amigos, en la calle, con unos 14 años. Los grababa y fotografiaba patinando o jugando... Un día expuse las fotos en una feria de arte y vendí todo. Entonces fue cuando pensé que podía ganarme la vida con esto, con el arte. Empecé a trabajar en serio, a echarle cada vez más esfuerzo", relata. Stillz dejó el colegio con 17 años y se mudó a Nueva York para hacer carrera en el mundo de la fotografía y el arte visual. En pocos años, su vida ha cambiado por completo. Y dice no reflexionar demasiado sobre la repercusión de sus trabajos, que se encuentran entre los vídeos musicales más virales de los últimos años.

"No pienso mucho en ello. Todo ocurrió rápidamente... Cuando lo mencionas, es raro. Las audiencias son solo números. Cuando voy a algún sitio y veo que mucha gente ha visto mi trabajo y le ha gustado... Es increíble. Pero como no he parado de trabajar, no he tenido mucho tiempo para pensar en esas cosas", reconoce el joven, que mantiene su rostro en secreto. "Cuando yo empecé, veía muchos directores y artistas que se envuelven mucho con el mundo de la fama. Más que su trabajo, quieren ser famosos ellos mismos. Cuando esto empezó a explotar, todo el mundo quería saber quién era yo. Pero quiero que la gente se enfoque más en mi trabajo que en mí".

En uno de los últimos programas de 'La Resistencia', un fotógrafo encapuchado se coló en medio de la emisión para retratar a David Broncano con una polaroid de los setenta. "Sus fotos cuestan un dineral", decía el presentador. Con el rostro cubierto con un pasamontañas negro, Stillz —su nombre artístico— disparó el 'flash' ante el presentador, convirtiéndolo en uno de los más de 1.500 rostros que conforman su muestra 'Ignore your idols'. Rosalía, Bad Bunny, Kanye West, Mike Tyson... En una serie de fotografías polaroid, este colombiano-estadounidense de 23 años ha retratado a las personalidades más importantes de la cultura y el entretenimiento actuales.

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