Ofrecen 360 euros por descifrar una misteriosa carta de Charles Dickens

El escritor británico Charles Dickens (1812-1870), mundialmente conocido por ser el autor de 'Oliver Twist', 'David Copperfield' o 'Cuento de Navidad', vuelve a ser noticia por haber escrito una epístola, conocida como la 'carta de Tavistock', con un particular método de taquigrafía del siglo XVIII y que, hasta la fecha, no ha podido ser traducida. Ahora los investigadores del 'Dickens Code Project' ofrecen 360 euros a la persona que logre descifrarla.

El considerado como mejor novelista de la época victoriana, solía tomar notas con este curioso método, llamado braquigrafía. El manuscrito en cuestión, uno de los diez documentos que se pudieron salvar de la quema que el propio autor perpetró en su casa de Gad's Hill en Kent, trae de cabeza a los científicos de la Universidad de Leicester y la Universidad de Foggia.

Por este motivo, finalmente se han decidido a ofrecer una recompensa de 360 euros, financiada por el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades, a aquel criptógrafo aficionado que logre interpretarla antes de fin de año. La carta debe su nombre al encabezado de la misma 'Tavistock House', la casa donde vivió Dickens en Londres.

"Es como jugar al Scrabble"

"Parece simple, pero en realidad no lo es. Es como jugar al Scrabble en tu cabeza", dijo Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia, sobre el sistema de taquigrafía que empleaba el escritor, en declaraciones al diario británico ‘The Times’.

"A Dickens claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas. Habría sido muy bueno con ellos, de ahí el uso de este sistema" que empleaba para ahorrar tiempo mientras escribía, según afirmó Bowles. Precisamente, junto a este indescifrable método utilizado por el genio británico se une su escritura desordenada, principal obstáculo a la hora de transcribir la misiva.

“Parece simple, pero en realidad no lo es. Es como jugar al Scrabble en tu cabeza” dijo Bowles

Los investigadores han empleado una serie de técnicas para intentar descifrar el complicado código utilizado por Dickens, que incluye el sistema de encontrar palabras ya traducidas y trabajar hacia atrás, así como emplear la metodología del aprendizaje automático. Sin embargo, ambas maniobras han fallado debido a la falta de material disponible del autor para poder intentar descubrir los patrones que seguía.