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'Secretos de un matrimonio': una patada en el estómago
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'Secretos de un matrimonio': una patada en el estómago

Jessica Chastain y Oscar Isaac protagonizan en HBO esta adaptación de 'Escenas de un matrimonio' (1973), de Bergman

Foto: 'Secretos de un matrimonio'.
'Secretos de un matrimonio'.

Mentiría si dijera que lo entiendo. Que conozco a la perfección lo que me quiere contar y comprendo los desgarros estructurales del paso del tiempo en un matrimonio. Y sin tener, siquiera, la mínima idea de lo que puede suponer tal ruptura emocional en la separación de quienes han sido pareja durante 20 años, ‘Secretos de un matrimonio’ parece hablarle a todo el mundo por igual. El espectador decodifica el mensaje; empatiza y no pone en duda a ninguno de los personajes. Su verdad será mentira en mente ajena, pero eso no le quita lo certero.

HBO estrenó el pasado 13 de septiembre ‘Secretos de un matrimonio’. Cinco capítulos que ha ido dosificando semana tras semana, lanzando el último esta última. Ya está disponible al completo. Pero en este caso, si no han visto nada, no es recomendable emprender un maratón a toda tralla, mejor dejar reposar cada capítulo para apreciar cada detalle de las conversaciones, las pausas, el tono y todo lo que no llega a decirse. La serie, presentada por primera vez en el Festival de Venecia, parece un recorrido por lo inevitable.

Ella, una ejecutiva adinerada de alto prestigio. Correcta, educada, ambiciosa, con grandes expectativas laborales. Él, un profesor de filosofía dedicado al estudio, la reflexión y la calma. Enamorado de su hija, de su mujer, y de la idea de pareja en sí misma. Amigos desde hacía años, antes incluso de enamorarse. Pero detalles como ese los iremos descubriendo a medida que avancemos. Jessica Chastain y Oscar Isaac encarnan a Mira y Jonathan con una complicidad inigualable. Cada diálogo es una patada en el estómago, un precipicio al que no sabes si quieres saltar.

Este 'remake' de ‘Escenas de un matrimonio’ (1973), de Ingmar Bergman, reorganiza los clichés. Ya no es solo trabajo de ella el amor incondicional por los hijos, el cuidado del hogar, la paciencia, la lucha por la estabilidad. De hecho, es más trabajo de él. Otra de las razones por las que hay que verla; por romper con lo mismo de siempre.

Mantener lo común de los vínculos, pero distanciarse de los estereotipos

Además, el director, Hagai Levi, propone alternativas narrativas. No era tarea fácil: recoger el brutal producto de Bergman y trasladarlo a las relaciones contemporáneas. Mantener lo común de los vínculos, pero distanciarse de los estereotipos anticuados que ya no hacen gracia a nadie. Tampoco era el primero en tratar de nuevo el tema de la más pura intimidad en pareja. Noah Baumbach apostó por ‘Historia de un matrimonio’ —peliculón—, y Aziz Ansari, por ‘Master of None’. Levi lo tenía complicado, no se trataba solo de estar a la altura de creaciones anteriores, sino de saber convencer de la verdad de ambos personajes hoy día. En el amor en los tiempos de Tinder juegan otros factores a tener en cuenta y ‘Secretos de un matrimonio’ ha sabido hacerlo sin sobrecargar las situaciones.

Cada capítulo arranca fuera de 'set', con el equipo técnico pululando alrededor, montando cámara, retocando para toma, etc. Cuando el personaje llega a escena, se hace la magia. La realidad es ahora el encuadre y el cine te recuerda cómo siempre se queda contigo. Pero, cuidado. Corre el peligro de sacar al espectador de la trama. Sí, es un efecto original, inteligente y, en la mayoría de los casos, funciona. Pero el juego puede ir a la contra. Especialmente si se aplica al final del capítulo.

placeholder Fotograma de 'Secretos de un matrimonio'.
Fotograma de 'Secretos de un matrimonio'.

‘Secretos de un matrimonio’ no habla de amor. Es más un diálogo sobre la búsqueda de un culpable que no existe, el narcisismo inherente a la soledad y el aceptar preguntas sin respuesta. "Es como arrancar un trozo de celo e intentar volver a pegarlo. Puede que aguante, pero… ya no será como la primera vez", reflexiona Jonathan. Lo peor es que tiene razón.

La intención es buenísima. Una hora de capítulo puede transcurrir en la misma habitación, un espacio donde tratas de identificar y separar al malo del bueno y no existe. Los dos primeros capítulos te descolocan, pero el tercero y el cuarto son una paliza emocional en toda regla. Las conclusiones variarán, pero hay una cosa clara: ni el malo es tan malo, ni el bueno es tan bueno. Y hasta el ángel más puro ejecuta sin contárselo a nadie y el diablo se arrepiente de hacer ciertas cosas.

Al final, ¿no está un matrimonio destinado al fracaso? ‘Secretos de un matrimonio’ es un recorrido por lo que el casamiento trae consigo: monogamia establecida, comodidad, hastío y, sin cuidados, falta de comunicación. Y del vértigo de hablar, precisamente. Una producción honesta y digna para casados, solteros y viceversa.

Mentiría si dijera que lo entiendo. Que conozco a la perfección lo que me quiere contar y comprendo los desgarros estructurales del paso del tiempo en un matrimonio. Y sin tener, siquiera, la mínima idea de lo que puede suponer tal ruptura emocional en la separación de quienes han sido pareja durante 20 años, ‘Secretos de un matrimonio’ parece hablarle a todo el mundo por igual. El espectador decodifica el mensaje; empatiza y no pone en duda a ninguno de los personajes. Su verdad será mentira en mente ajena, pero eso no le quita lo certero.

Festival de Venecia Matrimonio
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