Feria del Libro: el cartel de Paula Bonet que reivindica a las mujeres en la literatura

La Feria del Libro de Madrid arranca este viernes —si no hay cambios debido a las condiciones climatológicas— y lo hace con un cartel que poco o nada tiene que ver con el del año pasado. La pintora valenciana Paula Bonet ha sido la encargada de dar forma al cartel de la 77ª edición de la feria, una oportunidad que ha querido aprovechar para reivindicar el papel de las mujeres en la literatura.

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"En literatura, en cine o en pintura la mirada que nos llega es siempre masculina", reclama Bonet, que ha explicado a El Confidencial que ha sido justo esta "situación injustamente desequilibrada" la que la lllevó a tomar la decisión de aprovechar la oportunidad brindada por el director de la feria del libro de Madrid para hacer visible el papel de las mujeres en la disciplina literaria.

"Tú como autora del cartel puedes tomar varias decisiones: no meterte en polémica o aprovechar que te están dando un altavoz e intentar denunciar la desigualdad que sufren las mujeres, y yo opté por esta última opción", señala Bonet.

La pintora aprovechó el altavoz para reivindicar la desigualdad que sufren las mujeres

La artista ha plasmado en su obra a la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, a quien considera una de las grandes embajadoras del feminismo actual, y además ha hecho alusión a muchas mujeres reconocidas en el entorno de la literatura hispánica, como Sara Herrera Peralta, María Sánchez, Luna Miguel, Sofía Castañón así como del ámbito internacional entre las que destaca la poeta estadounidense Emily Dickinson.

Mucha libertad y buena aceptación

Bonet recibió el encargo de la mano de Manuel Gil, el director de la feria del libro de Madrid hace casi un año, justo al finalizar la edición del pasado 2017. "No se me puso ninguna condición para hacerlo", asegura la pintora que se muestra muy agradecida con la organización por no haber movido "ni una línea" del proyecto que presentó.

"Estoy sorprendida con el recibimiento que ha tenido", explica la pintora. Asegura que conocía los riesgos que tiene embarcarse en un reto de este tipo, y explica que además de suponer una oportunidad para un artista, también puede provocarle una "situación incómoda" al tratarse de proyectos con un alto grado de exposición.

Al enfrentarse a su encargo la artista asegura que trató de hacerlo "tejiendo", elaborando una imagen que no fuese del todo indentificable en una primera mirada. "Es importante que sea el espectador el que empiece a deshilar y a nombrar los detalles", apunta.

Seguirá poniendo el foco en las mujeres

"Lo universal se nombra en masculino y lo femenino pasa a ser 'lo otro'", explica la artista, que recuerda que uno de los primeros eleogios que le hicieron como pintora fue decirle que pintaba como un hombre. "Entonces nadie se sorprendió", señala Bonet.

Para ella, el camino pasa por no desistir en seguir señalando las desigualdades. Por eso, sin perder su objetivo publicará en septiembre con Penguin Random House un libro basado en las pérdidas gestacionales. "Tenemos que romper los tabúes", insiste la artista.