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Los dibujos no son cosa de niños: 'Tadeo Jones' o cómo reventar el cine español
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la anterior recaudó 60 millones de euros

Los dibujos no son cosa de niños: 'Tadeo Jones' o cómo reventar el cine español

El personaje creado por el vallisoletano Enrique Gato de mano del productor Nico Matjí cambió los estándares de la animación española: así nació el fenómeno Tadeo

Foto: Tadeo Jones es a Indiana Jones lo que Superlópez a Superman. (Telecinco Cinema)
Tadeo Jones es a Indiana Jones lo que Superlópez a Superman. (Telecinco Cinema)

Dice Enrique Gato que tiene dos hijos, uno de carne y hueso y otro digital. Al primero puede abrazarlo, olerlo y limpiarle los mocos, pero sólo con el segundo ha podido experimentar en carnes propias el dolor de un parto, aunque sea de cabeza. El primer alumbramiento fue en 2004 y el niño Tadeo —que nació con barba de tres días, un trabajo de albañil y la pasión por la arqueología— debajo del brazo no trajo un pan, sino un Goya. En los primeros años de vida los niños suelen traer, como mucho, un gomet verde pegado en la cartilla de notas, pero Tadeo ha sido más de cabezones, cifras de taquilla mareantes en todo el mundo y séquitos de fans prepúberes.

Foto: Fotograma de 'Chico y Rita', de Fernando Trueba

Porque si ha habido un revulsivo en el cine español en las últimas décadas ese ha sido Tadeo Jones, que se ha erigido como faro de la producción de cine de animación en España, que subsiste lánguida entre pequeñas joyas de artesanía con vocación independiente —'Chico y Rita' (2010), 'Arrugas' (2011)— y ocasionales incursiones en las primeras ligas comerciales, con 'Planet 51' (2009), como hito único, y 'Justin y la espada de valor' (2013), como muestra de los peligros de tomar mal las medidas: 22 millones de euros de presupuesto, poco más de 2,3 millones de recaudación en España y un estudio, Kandor Graphics, apadrinado por Antonio Banderas que acabó encarando un concurso de acreedores tras los discretos resultados de taquilla.

Este viernes se estrena 'Tadeo Jones 2: el secreto del rey Midas', la secuela de la película que demostró que la animación española puede ser muy rentable: la primera entrega costó 9,5 millones de euros y recaudó más de 60, fue el tercer título más taquillero del año en 2012 —por detrás de 'Lo imposible' y 'Crepúsculo: Amanecer' y por encima de animaciones como 'Ice Age 4' y 'Brave'— y consiguió una distribución internacional hasta China, Nueva Zelanda o Israel, entre alrededor de 40 países. El personaje creado por Enrique Gato —que desde 2004 ha protagonizado dos cortos, dos largos, una serie, un videojuego y una línea de juguetes—, ha trastocado los esquemas de las productoras españolas y ha demostrado que, en realidad, los dibujos no son —sólo— cosa de niños. Se puede hacer animación de calidad, se puede ganar dinero con ella y se puede hacer llámenlo 'marca España' o proselitismo ultrafronterizo.

"Nosotros somos —no me gusta decir pioneros, porque ha habido antes otra gente—, pero los que desde el año 2000 hasta ahora estamos haciendo esto debemos estar considerados pioneros de la animación 3D española", reivindica Nico Matji, productor de todos los Tadeos, de 'Atrapa la bandera' (2015) y de la mayor parte de los cortos de animación 'goyizables' —perdón por el palabro— de la última década. "Hasta entonces los cortos que había de animación eran rarezas muy experimentales, no tenían vocación comercial", pero 'Las aventuras de Tadeo Jones' "funcionó porque nunca se había visto algo así en este país".

'Las aventuras de Tadeo Jones' funcionó porque nunca se había visto algo así en este país

'Planet 51' (2009) —[que había sido cuatro años antes la primera gran incursión de la animación española en terreno hollywoodiense]— tuvo en Estados Unidos un estreno grande y se gastaron más dinero para poder estrenarla allí de lo que se habían gastado en la película [que tuvo un presupuesto de 50 millones de euros]", cuenta David Alonso, co director de 'Tadeo Jones 2: el secreto del rey Midas' y que también formó parte del equipo de animación de la primera parte y de de 'Planet 51'. "Sin embargo, la película no acabó de funcionar, hubo un parón en la animación española y quedó un vacío que en parte llenó [el estudio de animación] Lightbox con Tadeo".

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Tadeo, en consonancia con el espíritu de su personaje, nació casi por error. "Lo que me ocurrió es que yo había intentado hacer la película de Superlópez cuatro años de mi vida. Pero no salió adelante", recuerda Matji. "La única conclusión a la que llegué es que teníamos que hacernos con nuestro propio personaje, si no podíamos trabajar con el personaje de otro. Pensé además que la animación tenía más recorrido —los dibujos animados los consumen los niños de todo el mundo y se doblan en todo el mundo— y que, además, al hacerse con 'ordenata' no ibas a tener las limitaciones de una película de imagen real". A Gato lo conoció por azares de la vida y por una pasión común hacia el superhéroe creado por Jan y, "cuando Enrique me enseñó un dibujo de Tadeo lo tuve claro: Superlópez es a Superman lo mismo que este tío a Indiana Jones", bromea.

La película tuvo 8 millones de euros de presupuesto, 48 meses de trabajo en la imagen y un equipo de más de 100 de personas

Ocho millones de euros de presupuesto, 48 meses de trabajo en la imagen de la película y un equipo de más de un centenar de personas después, el primer largometraje de Tadeo Jones veía la luz en agosto de 2012. "No trabajamos con presupuestos de superproducciones", matiza Matji. "Una película de animación es más cara que una película normal española. Te gastas mucho dinero en sueldos y salarios. Pero genera valor, porque cuando contratas a un tío para que haga una película de animación le estás dando un puesto de trabajo para uno o dos años de su vida".

placeholder Imagen de 'Tadeo Jones 2'
Imagen de 'Tadeo Jones 2'

También son conscientes de que sólo pueden competir con las producciones de Píxar en casa, jamás en terreno internacional. "Somos ligas completamente diferentes", apunta el productor. "Todos los grandes estudios tienen algún estudio de animación en nómina y la animación española, si hablamos en términos futbolísticos, somos un equipo de segunda división puntero que algunas veces se cuela en primera o en la Copa del Rey y da algún susto al Barcelona y al Real Madrid. Pero esa es la realidad de la animación europea, no solo española".

Lo bueno es que la tecnología acerca la calidad que puedes tener tú a la de Estados Unidos: las herramientas se van democratizando

"La diferencia con Pixar es, mayoritariamente, el presupuesto, que te permite contar con un equipo humano mayor", añade Alonso. “Es el equipo, el tiempo y la capacidad de cometer errores. Una película de Pixar puede tener hasta 20 veces nuestro presupuesto, así que nosotros tenemos que ser muy económicos en ese sentido e ir a tiro hecho". Porque a nivel de capacidades técnicas, la cosa está más igualada. "La tecnología va evolucionando continuamente: de hecho mientras hacíamos la peli las herramientas que existían cuando empezamos la película estaban mucho más maduras cuando la terminamos. Lo bueno es que la tecnología acerca la calidad que puedes tener tú a la que tienen en Estados Unidos: las herramientas se van democratizando".

¿Un espejismo?

Ambos hablan de que Tadeo ha supuesto un cambio de modelo y un empujón a la animación española, pero las voces más críticas hablan de un espejismo. En los pasados Goya sólo hubo tres películas nominadas a Mejor largometraje de animación porque sólo se estrenaron tres largometrajes de animación españoles en todo el año. Un panorama desolador. "En la animación, donde los proyectos llevan de tres a cinco años, los frutos los ves más tarde", defiende Alonso. "Pero en los Goya de este año, la competencia va a ser interesante, porque hay proyectos grandes y bastante interesantes y espero que esto vaya a cambiar bastante el panorama. Lo que falta es mucha industria, porque talento hay y ganas muchas. Estamos en un punto único en el que hay una cantidad y calidad de producciones que no había habido nunca".

placeholder Enrique Gato recibe el Goya a Mejor dirección novel en 2013. (EFE)
Enrique Gato recibe el Goya a Mejor dirección novel en 2013. (EFE)

"Peliculas de animación que se puedan distribuir a nivel internacional y que tengan un presupuesto acorde a sus ambiciones hay pocas, entre otras cosas porque tenemos dos televisiones privadas lo cual te limita bastante", apunta Matji. "Lo que me gustaría es que todos los años hubiera dos o tres películas españolas de animación similares de presupuesto y de calidad en liza en los Goya, porque sería un reflejo de que hay una industria".

¿Qué falla en España?

El gran dolor de la industria de cine española es, sin duda, la financiación. ¿De dónde sacar el dinero? ¿Ayudas públicas? ¿Mecenazgo? ¿Exenciones e incentivos fiscales? "La animación hay que planteársela internacionalmente desde el día número uno, aunque Tadeo es 100% hecha en España", prosigue Matji. "Yo con lo que sueño es con un modelo como el canadiense o el belga. Tú vas con una película de animación en coproducción con Bélgica y los bancos belgas ya ofrecen las desgravaciones fiscales como un producto más. Son los propios bancos los que te traen los inversores. Además, la desgravación fiscal en la España peninsular es en torno a un 20% —estoy hablando de memoria porque esto cambia cada dos por tres— frente a un 45% de Canadá o de Bélgica. Lo de aquí es un disparate y no es atractivo".

La desgravación fiscal en la España peninsular es en torno a un 20%

También, durante mucho tiempo ha habido un problema de falta de formación curricular. "La mayoría de la gente que he conocido a lo largo de estos años en el sector somos autodidactas. Aunque tengo la base de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de Madrid (ECAM), todo en lo que me especialicé de cinematografía 3D lo aprendí por mi cuenta. En nuestro equipo en general vienen de la informática, del diseño, pero también hay abogados y electricistas. Eso sí, recientemente han surgido más escuelas de animación que dan formación muy especializada".

"Nosotros sí que vimos en su momento un vacío y un problema de formación y por eso montamos una escuela", resuelve Matji. "Porque paradójicamente, a principios de siglo, la mayor parte de la gente venía del mundo del videojuego —de Pyro Studios, los responsables de 'Commandos— y sabía un poquito de animación. Ahora es relativamente fácil encontrar animadores en España: yo diría que hay un grupo de 200 —más o menos— artistas infográficos — así me gusta denominarlos— que van rotando de producción en producción".

A pocas horas del estreno de la película, productor y director cruzan los dedos. "Lo que nosotros esperamos es que llegue a toda la audiencia, porque nos guiamos mucho por el modelo Píxar. Ellos instauraron la idea de que porque una película la disfruten los niños no sea una película que sea un aburrimiento para el padre. Y una de las prioridades que nos impusimos fue el humor a todos los niveles", explica Alonso. "Yo sólo deseo que 'Tadeo 2' sea la película de animación más vista del año en España", pide Matji.

Dice Enrique Gato que tiene dos hijos, uno de carne y hueso y otro digital. Al primero puede abrazarlo, olerlo y limpiarle los mocos, pero sólo con el segundo ha podido experimentar en carnes propias el dolor de un parto, aunque sea de cabeza. El primer alumbramiento fue en 2004 y el niño Tadeo —que nació con barba de tres días, un trabajo de albañil y la pasión por la arqueología— debajo del brazo no trajo un pan, sino un Goya. En los primeros años de vida los niños suelen traer, como mucho, un gomet verde pegado en la cartilla de notas, pero Tadeo ha sido más de cabezones, cifras de taquilla mareantes en todo el mundo y séquitos de fans prepúberes.

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