José Miguel Fernández Sastrón: "Creo que se puede conseguir la paz en la SGAE"

"Creo que se puede conseguir la paz en la SGAE", asegura rotundo su nuevo presidente de la Sociedad General de Autores y Editores a El Confidencial. El compositor y músico José Miguel Fernández Sastrón ha sido elegido esta mañana nuevo presidente de la SGAE, tras la dimisión de José Luis Acosta, en la Junta Directiva de la entidad por 17 votos a favor frente a los 16 que ha recibido Antonio Meliveo Mena, además de cuatro abstenciones y un voto nulo.

El hasta ahora vicepresidente del Colegio de Pequeño Derecho, es decir los músicos, se convierte así en el tercer presidente de la entidad desde el caso Saga, cuando la Guardia Civil entró en el Palacio de Longoria en julio de 2011. Desde entonces se había presentado a todas las elecciones y, finalmente, la dimisión de Acosta el pasado 31 de marzo al asegurar que no era compatible su vida profesional y personal con el cargo, pero también acorralado por la situación de guerra interna de la casa, le ha valido finalmente el cargo.

"Lo principal ahora es sentarse con todo el mundo", analiza poco más de dos horas después de ser nombrado. "El tema esencial de la guerra era la famosa 'rueda de las televisiones' y lo inteligente es lo que la administración haga un reparto con datos técnicos y objetivos mirando cómo se hace en nuestro entorno. Que sea una propuesta objetiva y despolitizada. De ese modo, con un reparto técnicamente supervisado, una parte importante de la 'rueda' sí se acabará porque es algo que se ha sacado de contexto y se utilizado", analiza. Y pone énfasis en esa objetividad porque la SGAE ya mostró su desacuerdo con un primer borrador realizado por el Gobierno en desarrollo de la Ley de Propiedad Intelectual para regular las tarifas para recaudar los derechos de autor.

Fuentes internas de la SGAE aseguran a este periódico que el clima de la Junta Directiva que ha elegido a Sastrón esta mañana ha sido de debate en buen tono y con una palabra encima de la mesa: "unidad". No obstante, no será fácil materializar estas iniciales en buenas intenciones para el nuevo presidente de la sociedad ya que la SGAE lleva arrastrando años de división interna, tensiones y luchas enquistadas entre colegios. Recientes están el varapalo de la pasada asamblea del mes de febrero así como el enconado cruce de acusaciones vertidas por los principales miembros de la entidad, encabezadas por una carta incendiaria de Fermín Cabal, que además llegaban tras una teórica y fugaz paz social acordada entre precisamente Acosta y Sastrón.

"Creo que sí se puede conseguir la paz en la SGAE", afirma ante el clima que se vive en la entidad. "La separación es cada vez menos. Hay más gente en medio que en los extremos, pero ya no hay temas personales", agrega. Su reto, prosigue, es "aumentar la recaudación", el principal talón de Aquiles de una entidad que ha visto como sus arcas iban menguando en estos años de crisis. "Esto no significa cobrar más sino que haya más música, más cine y más teatro, porque hay más mercado y, entonces, más recaudación. Nosotros tenemos que contribuir fomentándolo, pero me preocupa mucho el tema político. Tenemos la sensación de que no se está cuidando la cultura, empezando por el IVA y siguiendo por lo difícil que resulta tocar en directo, por ejemplo".

"Intentaremos que sea una etapa de construir. Tenemos muchos problemas fuera que son de los que nos tenemos que ocupar. Si nos peleamos entre nosotros seremos pan comido para aquellos que tienen intereses contrarios a los nuestros y están mejor organizados", añade. En la misma línea, Sastrón aseguraba a través de un comunicado remitido por la SGAE que en su gestión "primará la defensa y protección de los derechos de los autores y editores que la integran. Trabajaré con el objetivo de una gestión administrativa eficiente, que nos permita hacer llegar a los autores el salario que les corresponde por sus creaciones". “Hoy se inicia una nueva etapa en la SGAE", añadía.

Otros de los frentes que tiene abiertos la SGAE y a los que se tendrá que enfrentar su nuevo presidente son las propuestas que ya estaban sobre la mesa para estudiar la fórmula de una posible separación de colegios. "Es algo que está en el aire pero no sólo como una propuesta de Pequeño Derecho", explica. En su opinión, la mejor opción pasaría por "una fórmula en la que cada uno pueda autogestionarse" dentro del paraguas común de la entidad.

Además, Sastrón también deberá impulsar la desinversión de Arteria (la red de teatros y activos inmobiliarios comprados en la etapa de Eduardo 'Teddy' Bautista) tal y como recomendó el Ministerio de Cultura. "Siempre he dicho lo mismo. La misión es desinvertir porque son las instrucciones del Gobierno y sociales, pero no es regalar. Lo que no se va a hacer es regalar el patrimonio de los socios. Hay que hacerlo bien y con cabeza".

Los sueldos de los presidentes de la SGAE es otro tema candente en cada etapa de gobierno. Acosta cobraba, según las actas a las que tuvo acceso este diario, 183.437 euros de acuerdo a los documentos de 2013 cuando accedió por primera vez al cargo. Preguntado por su compromiso a este respecto, Sastrón afirma: "mi compromiso es el sueldo que decide la Junta Directiva. Yo no voy a decidir mi sueldo ni lo he utilizado como baza política".

Según fuentes afines al Colegio de Pequeño Derecho recogidas por Efe, "ya era hora" de que el poder ejecutivo de la SGAE "estuviera en manos de quien aporta el 80 % de las ganancias de la entidad y no de gente amateur" y han añadido que comienza un tiempo "de recuperación de la sociedad, de los socios y de su salud financiera".