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Empotrada entre contenedores en el lugar más salvaje del mundo: el océano
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rose george firma uno de los mejores libros del nuevo periodismo

Empotrada entre contenedores en el lugar más salvaje del mundo: el océano

El nuevo periodismo es el periodismo de la dignidad, una vieja práctica que ha recalado en la industria del libro a fuerza de ser expulsada de

Foto: Uno de los buques con contenedores de Maersk, en el puerto de Rotterdam (Holanda). (EFE)
Uno de los buques con contenedores de Maersk, en el puerto de Rotterdam (Holanda). (EFE)

El nuevo periodismo es el periodismo de la dignidad, una vieja práctica que ha recalado en la industria del libro a fuerza de ser expulsada de su hábitat natural. La joven periodista Rose George es uno de los mejores ejemplos en la investigación periodística narrativa. En su última aventura decidió empotrarse durante 39 días en el mar, en un barco que transportaba cerca de 7.000 contenedores por dos océanos, cuatro mares y seis puertos.

Como ella misma dice, ha pasado por otros viajes la mar de extraños, desde una fiesta de cumpleaños de Saddam Hussein en Tikrit a los barrios chabolistas de las grandes ciudades. Pero quizá sea este Noventa por ciento de todo -que aparecerá en los próximos días en la editorial Capitán Swing- su trabajo de madurez, donde su colorido estilo literario fragua a la perfección con un motivo de sobresaliente interés: la invisibilidad (opacidad) del transporte marítimo, una industria “que te viste, te llena el depósito de gasolina y pone comida en tu plato”, que mueve el 90% del comercio mundial.

El mar ha desaparecido de nuestra imaginación, late en su informe, y es meticulosa en la aportación de pruebas y en el retrato de las costumbres de la industria y las consecuencias que tienen sobre la fauna y flora de las profundidades

Un relato nostálgico por momentos y valiente en otros, que humaniza el movimiento de los cientos de miles de barcos por los océanos. Donde cada día es una aventura. Es un mundo tan mítico y tan oscuro, que todos los relatos marinos recuerdan a las mismas referencias literarias. Ha compuesto sus once capítulos como once reportajes al más puro estilo de historia de aventuras de un personaje sin experiencia en la mar, abstemia, vegetariana, deportista, es decir, la nota discordante a bordo del gigante buque Kendal, de la multimillonaria empresa Maersk. George se dedica a apuntalar sus indagaciones y a contrarrestar literariamente lo que el periodismo deja escapar.

La razón oculta de la globalización

En el mar hay más de 100.000 buques que transportan todos los sólidos, líquidos y gases que necesitamos para vivir, apunta la autora. La clave de todo este trasiego está en la era de la dependencia entre países, porque no existen las naciones autosuficientes. Cada día 38.000.000 de toneladas de crudo salen al mar, por ejemplo, para abastecer a todo el mundo. “Estos buques y contenedores pertenecen a un negocio que nos alimenta, nos viste, nos da calor y nos provee”, señala. Son “la razón oculta” de tu camiseta barata o de tu televisor económico.

placeholder Vista del puerto de Abu Dhabi. (REUTERS)

Es un trayecto por un mundo lento, seguro y oculto. El mar ha desaparecido de nuestra imaginación, late en su informe, y es meticulosa en la aportación de pruebas y en el retrato de las costumbres de la industria, de los barcos, sus tripulaciones y las consecuencias que tienen sobre nuestras vidas y sobre la fauna y flora de las profundidades. Las armas de George son la ironía, el rigor, la divulgación y una primera persona colorida y chispeante, que recuerda a los diarios de a bordo cuando se detiene al profundizar en las vidas -a bordo y en tierra- de sus compañeros por unas semanas.

Ha compuesto sus once capítulos como once reportajes al más puro estilo de historia de aventuras, George se dedica a apuntalar sus indagaciones y a contrarrestar literariamente lo que el periodismo deja escapar

“Empiezo a entrevistar al capitán diariamente a las once en punto de la mañana del buque. Lo hago por varias razones. Para empezar, tiene el mejor café a bordo y la mejor máquina de café para hacerlo en condiciones”, explica. Su relato se detiene con minuciosidad en cuestiones aparentemente poco importantes, como que la zona a estribor es la que menos vibra y que su camarote se encuentra a babor: “Pero eso no explica el papel de debajo de la televisión. Hasta que llegó la primera noche y comprobé que todo en mis dependencias vibraba intolerablemente, hasta colarse incluso en los sueños. Tras varias noches de saltar de la cama para rellenar con más papel la bisagra de la puerta del baño, la mampara y cualquier otra cosa con algún hueco por debajo, la serenidad de la sala de estar del capitán supuso un alivio. Sí, sí, dice el segundo ingeniero Mike cuando me quejo una mañana durante el desayuno, aún me vibran los huesos”.

Tan grandes como oscuros

Más allá del plano anecdótico con el que la autora conduce sabiamente la narración, Rose George quiere llamar la atención sobre cuánto han crecido los barcos en tamaño y en trascendencia. “El mayor buque puede transportar hasta 15.000 contenedores”. Cuenta que sólo con los contenedores de Maersk, puestos en fila, se podrían alcanzar once mil millas, esto es, casi la circunferencia de la tierra. Otro dato para cuadrar la dimensión de lo que leemos: si se apilaran unos encima de otros, tendríamos 7.530 torres Eiffel.

placeholder El buque mercante más grande del mundo, de Maersk, con capacidad para 15.000 contenedores. (REUTERS)

Así es como se ha pasado de los barcos de vela, el cardamomo, la seda y el jengibre, a los contenedores cargados del 90% de lo que usted manipula diariamente. Ha elegido un buque de la compañía Maersk, tan grande en volumen de negocio como Microsoft. Estamos ante la mayor compañía de Dinamarca, cuyos beneficios equivalen al 20% del PIB del país. Ninguna otra empresa marina mercante en el mundo tiene una flota de 600 buques y está activa en 130 países, con 117.000 empleados.

La autora explica que ni siquiera los banqueros de paraísos fiscales han desarrollado un sistema tan intrincadamente elusivo como el de la bandera de conveniencia

“Sus ingresos en 2011 ascendieron a 60,2 billones, tan sólo ligeramente por debajo de los de Microsoft”. La empresa de Bill Gates provee el software que hace funcionar los ordenadores, Maersk mueve los ordenadores. Con una diferencia evidente: si la primera empresa “resulta odiosa”, la segunda es “generalmente invisible”.

Hay pocas industrias tan insolentemente opacas como ésta: “Ni siquiera los banqueros de paraísos fiscales han desarrollado un sistema tan intrincadamente elusivo como el de la bandera de conveniencia, bajo la cual un barco puede ondear la bandera de un Estado sin relación alguna con su propietario, cargamento, tripulación o ruta”, y así convertirse en invisible en alta mar.

Trabajadores desprotegidos

“El viaje fue una revelación”, reconoce la autora en una de las charlas TED que se proyectarán el próximo día 30 enLa Casa Encendida de Madrid. “El océano es el lugar más salvaje del mundo, debido a dos cosas: su temible peligro natural y lo fácil que resulta exceder en él los límites de la civilización y la ley, que tan firmes parecen en tierra”. Subraya que cuando ella parte,544 marinos permanecen secuestradospor los piratas somalíes.

placeholder Una fragata portuguesa impide un ataque pirata en Singapur, en 2009. (EFE)

“Es difícil escalar un barco tan poco accesible desde un barco pequeño, incluso si ya lo has hecho alguna vez, incluso disponiendo de buenos garfios y escalas con las que agarrarte. Con todo, hay puntos débiles. Algunas zonas a lo largo del puente de toldilla son más viables, razón por la cual se enrejan con pesadas redes. A popa hay mangueras y a estribor agua a presión para repeler a los asaltantes. Desde el puente de mando, las mangueras se antojan un elemento disuasorio bastante patético y yo asumo que un pirata húmedo puede seguir ejerciendo la piratería”.

George ha montado otros dos grandes libros, The Big Necessity, sobre los sistemas de salud pública del mundo y el potencial tóxico que representan los desechos humanos, y A Life, en el que explora la realidad cotidiana de los refugiados y desplazados en Liberia. En Noventa por ciento de todo también incide en la denigración laboral de las tripulaciones.

Los países ricos poseen la mayoría de los barcos, pero están tripulados por la mano de obra barata de Filipinas, Bangladesh, China o Indonesia. “Tripulación más barata y menos protegida por sindicatos y legislaciones”. En el Kendal sólo viaja con 21, son naves automatizadas y su capitán dedicado a recortar gastos y reducir la velocidad a toda costa. “Compra los granos de café de comercio justo, claro que sí, pero no presupongas que los principios del comercio justo dominan las condiciones de trabajo de aquellos hombres que fueron a buscar el café por ti. Te estarías equivocando”.

El nuevo periodismo es el periodismo de la dignidad, una vieja práctica que ha recalado en la industria del libro a fuerza de ser expulsada de su hábitat natural. La joven periodista Rose George es uno de los mejores ejemplos en la investigación periodística narrativa. En su última aventura decidió empotrarse durante 39 días en el mar, en un barco que transportaba cerca de 7.000 contenedores por dos océanos, cuatro mares y seis puertos.

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