La productora más antigua de España se pasa al crowdfunding

“Me encantan los epitafios. Ese minúsculo pedacito de literatura que tiene que caber en una lápida y resumir toda una vida” (María Ballesteros).

Una antigua casa en la madrileña calle Cañizares acogió el pasado martes por la noche la presentación oficial del teaser y el equipo del cortometraje Epitafios. Buen vino, Torta del Casar y otras delicias extremeñas recibieron a los invitados al evento. Atravesando un bucólico patio interior, sorprendía la sala final que proyectaba continuamente el teaser del proyecto para que todo el público lo disfrutara las veces necesarias hasta ser seducidos.

María Ballesteros (Badajoz, 1981, y ‘miss Metadona’ en la película Princesas de Fernando León de Aranoa, y Grushka en Noise de Henry Bean) se embarca en una nueva aventura, esta vez como directora y guionista de un proyecto que evoca ternura y entusiasmo a partes iguales, sobre todo al oírle hablar de su gran inspiración: su abuela fallecida.  “Abuela aunque tú te mueras, te prometo que vas a seguir existiendo en este mundo de alguna manera”, repetía conmocionada entre finas lágrimas la actriz, para afirmar después ante un público ya conmovido “con nada que he escrito antes he sentido una necesidad tan urgente de contarlo”.  

A pesar de ser su primera experiencia como directora,  le acompaña un equipo ‘de película’. Participan curtidos actores como Luis Bermejo (El Señor, Días de Fútbol o Los muertos no se tocan, nene), Raúl Arévalo (Los Amantes Pasajeros recientemente y ganador de un premio Goya por su trabajo en Gordos), Natalia Mateo (conocida como musa del cortometraje español y destacada actriz en películas como Siete mesas de billar francés), la veterana Teresa Lozano (Que se mueran los feos, Tiempo entre Costuras, Mujeres, entre otras), Marta Aledo (Los abrazos rotos, La vergüenza), y Teo Planell (a pesar de tener sólo 9 años ya ha participado en cortometrajes como Ojos que no ven , nominado al Goya en 2012 y largometrajes como Los muertos no se tocan, nene). El equipo técnico no se queda atrás, con Alfonso Postigo (Pagafantas, o Yo, también) al mando de la fotografía, y Juan Ferro del sonido (galardonado con un premio Goya al mejor sonido por su trabajo en Mar Adentro).

Ballesteros busca con esta firme e inteligente apuesta dar el salto a la gran pantalla, alejándose -aunque muy poco- de su papel de actriz, y debutando como directora. La cinta cuenta además con un padrino de honor, Joaquín Sabina, que compondrá la canción original.  

El proyecto llega de la mano de Estela films, la productora en activo más antigua de España, que también entiende mucho de familia. Fundada en 1948 por Jordi Tusell Coll (Medalla de Oro de la Academia, 1996), esta empresa ha apostado por la industria del cine durante tres generaciones y, no tiene intención de dejar de hacerlo pese a la grave situación que atraviesa el sector.  Desde 2011 se encuentra al mando de la misma el nieto del difunto fundador, el jovencísimo Félix Tusell, de 23 años, y el encargado de adaptar esta productora familiar a los tiempos que corren.

Estela, la vieja amiga del cine español registrada con el número 23 en el Ministerio de Cultura, cuenta con una larga trayectoria de producción cinematográfica, con cintas dirigidas por maestros de la talla de Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez, José María Forqué, Mario Camus o José Luis Cuerda.

Micromecenazgo y modelo de financiación de Epitafios

Como dijo en la presentación la propia Ballesteros “es evidente que de ilusión no se produce un corto”. No es novedad que el cine vive sus momentos más difíciles y los productores se enfrentan a un novedoso modelo de financiación, que o logra calar definitivamente en la sociedad, o muchos profesionales del sector deberán pensar el epitafio idóneo para despedir sus respectivos proyectos.

Iniciativas como el crowdfunding se están convirtiendo en la única posibilidad de despegue, especialmente para los productores y directores noveles, que ante la falta de experiencia, no encuentran fácilmente una manera de financiarse y abrirse camino. La gran mayoría de las subvenciones tienen ya sus epitafios grabados en la tumba, porque en la actualidad hay más ayudas estatales destinadas al cine bajo tierra, que al alcance de los vivos con ideas y talento.

El modelo mixto de financiación basado en micromecenazgo y aportaciones económicas de pequeños y grandes inversores se está convirtiendo en una realidad que permite a la industria continuar su supervivencia.

Es el caso del corto dirigido por María Ballesteros y producido por Estela Films, que a pesar de haber solicitado dos subvenciones; una al ICAA (Instituto de las Ciencias y la Artes Audiovisuales, dependiente del Ministerio de Cultura), y, otra a la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura, la falta de confianza les ha hecho ponerse en marcha rápidamente para intentar recaudar fondos a través de inversores interesados en su cinta.

En el evento de presentación celebrado la pasada semana en Madrid consiguieron reunir más de 11.000 euros entre donaciones y venta de papeletas para participar en tres rifas muy especiales. “Todo un éxito”, afirma el productor Félix Tusell, que se muestra convencido de que “saldrá algo grande de todo ésto” y, quien instó firmemente a sus mecenas a confiar en el proyecto, “porque Epitafios no decepcionará”. Un evento al que por cierto, no faltaron caras conocidas del panorama mediático actual. Periodistas como Ana Rosa Quintana, Gabriela Cañas, Nativel Preciado o Rosa Montero; y el juez Fernando Grande-Marlaska acudieron a la cita. También estuvieron presentes para apoyar la iniciativa el director David Planell, el actor Alfonso Bassave y el fotógrafo Jordi Socías.

Y ésto parece sólo el principio. Tusell asegura que “en los próximos días esperamos más, el arranque ha sido muy bueno”. De hecho su iniciativa de crowdfunding se puede encontrar en la página web de Epitafios donde animan a inversores interesados a acercarse y apoyar su proyecto, y alejarse al mismo tiempo de escribir el epitafio de la producción cinematográfica española.