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Las mujeres engañan a sus parejas de una manera distinta a la de los hombres

Desde hace más de cuatro décadas, el adulterio femenino no para de aumentar. La escritora Michèle Binswanger explica por qué la sociedad las ha condicionado a no hacerlo hasta ahora

Fotograma de la película 'Infiel'.

Un 33% de las mujeres admite que ha mantenido relaciones sexuales en algún momento de su vida con alguien que no era su pareja oficial. Así lo asegura un estudio realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP). Utilizando una muestra de 3.406 encuestadas, la investigación evalúa el alcance de la infidelidad y en particular las motivaciones, la disposición y los frenos que ellas se imponen a sí mismas. El adulterio en las mujeres ha sido siempre un tema tabú que incluso hoy es objeto de inconcebibles sanciones en ciertos Estados.

Según la web Victoria Milan, destinada a personas casadas que buscan tener un affaire, ha ahondado más allá de los móviles psicológicos y ha descubierto que, al parecer, todo se reduce a un hábito muy concreto del acto: el sexo oral. Hombres y mujeres deciden si tener esa relación extramatrimonial si en este encuentro recibirán este tipo de placer sexual.

El estudio realizó una encuesta con 9.107 miembros activos del portal (de 22 países en total, entre los que están Australia, Sudáfrica y los europeos) y se les preguntó cuál sería el aspecto más determinante que les llevaría a cometer una infidelidad. Alrededor del 65% de ellas y el 68% de ellos consideraron que el sexo oral marca la diferencia entre hacerlo o no.

Las cosas cambian

La periodista y escritora suiza Michèle Binswanger tiene claro que la sociedad dice que el engaño es malo, y particularmente, mal visto cuando lo hacen las mujeres. Cuántas veces hemos escuchado comentarios donde si los hombres se acostaban eran unos machotes y si lo hacían ella, eran unas guarras. Durante un tiempo terriblemente extenso, a las mujeres se les dijo que no expresaran sus deseos íntimos o hablaran abiertamente sobre el sexo, teniendo que convertirse en las parejas perfectas para sus hombres.

Ellas están hartas. Quieren dejar de conformarse con esta imagen tan anticuada y machista. Así que esta escritora suiza ha decidido realizar 'Cheating: A Handbook for Women', su segundo libro, solo disponible (por ahora) en alemán, donde se discuten muchos temas sobre la sexualidad femenina. En este relato, Binswanger cuenta las historias de varias mujeres modernas que han engañado a sus parejas, historias que no escuchamos con frecuencia.

Muchos estudios sugieren que los hombres son más infieles que ellas. Aunque la tendencia está cambiando, las cifras indican que entre un 70-80% de ellos pondrá los cuernos en algún momento de su vida en comparación con el 30-40% de ellas.

Según François Kraus, director de Estudios de Política y Actualidad en el Departamento de Opinión del IFOP, un 62% de las mujeres potencialmente infieles declararon que el atractivo físico de la otra persona juega un papel determinante a la hora de dar el paso definitivo. No todo se limita a la belleza exterior, pues otros criterios determinantes para explorar la sexualidad fuera de las relaciones oficiales son los sentimientos que despierta la otra persona (55%) o la falta de atención o afecto por parte del compañero (50%).

Además, se debe destacar el papel que están jugando las nuevas formas de encuentro a través de aplicaciones móviles y páginas web. En concreto, un 42% de las mujeres potencialmente infieles reconoce que podría utilizar una de estas opciones, prefiriendo los servicios de carácter generalista (37%) frente a aquellos especializados en encuentros extraconyugales (29%).

Un 33% de las mujeres admite que ha mantenido relaciones sexuales en algún momento de su vida con alguien que no era su pareja oficial

Pero ¿las mujeres engañan menos que los hombres porque en realidad es parte de su naturaleza? ¿O es el condicionamiento social y lo que se espera que hagan? Binswanger cree que es lo segundo. "Se sabe que las mujeres son más sensibles a la presión social que los hombres y siempre ha habido más imposiciones sobre el comportamiento sexual adecuado de las féminas", dijo a 'The Independent' .

"Tradicionalmente también tenían menos oportunidades porque sus probabilidades de quedarse en casa con los niños eran mayores", explica. Después de todo, si no estás saliendo y conociendo a otras personas con las que tener un amor tórrido, hay menos posibilidades de que tengas uno. Esto está siendo diferente durante los últimos años, ya que la liberación de las mujeres ha cambiado las actitudes de ellas mismas hacia su sexualidad.

"Hoy en día, las mujeres tienen mayores expectativas que hace 40 años sobre su vida sexual, quieren experimentar y son generalmente más independientes", señala la periodista, agregando que la tecnología ha dado a ambos sexos más oportunidades que antes.

La era de la tecnología

Pero los 'smartphones' y las redes sociales también han borrado las líneas de lo que constituye realmente un engaño. Si te metes en los mensajes privados de alguien en Twitter e intercambias unos cuantas conversaciones fuera de tono, ¿es poner los cuernos? ¿Se permite un comentario con emoticono guiñando el ojo en una entrada de Instagram? ¿Y si subes una foto en topless a Snapchat?

Los psicólogos dicen que mientras que las mujeres se molestan más por asuntos emocionales, es el deseo carnal lo que más les duele a ellos. Esto puede explicar por qué cada sexo tiende a engañar por diferentes razones.

"Para los hombres es a menudo una cuestión de oportunidad", dice Binswanger. "Si la consiguen y el riesgo de que les pillen es muy pequeño, tienen más probabilidad de hacerlo. Sin embargo, ellas tienen más oportunidades, pero otras motivaciones ", asegura la escritora. En el discurso para su libro, Binswanger encontró que la mayoría de las mujeres que engañaron a sus parejas se habían sentido frustradas de alguna manera en su relación, y en el caso de ellos se sintieron indeseados o simplemente infelices, así que empezaron a buscar excitación con otras personas.

¿Con quién está hablando? (iStock)

Ella dice que a menudo esto se hace inconscientemente, y no es hasta después de que las pillen engañando cuando se dan cuenta de por qué lo han hecho. Binswanger argumenta que ser infiel puede ser en algunos casos algo bueno: "Para algunas mujeres con las que conversé les ayudó a descubrir su sexualidad, sus deseos más profundos y sus propias necesidades. Algunas me dijeron que su pareja nunca las escuchaba y aun habiendo hablado las cosas, nada cambió durante años hasta que los engañaron", comenta.

Las mujeres tienen mayores expectativas que hace 40 años sobre su vida sexual, quieren experimentar y son más independientes

"Cuando sus parejas comenzaron a darse cuenta de que casi habían perdido a su cónyuge, todo cambió. Y si la relación sobrevive a la infidelidad y los dos encuentran una forma de manejar la experiencia, el engaño puede, como cualquier crisis controlada, acercar a una pareja". Así que, esencialmente, tener un romance puede darle a tu pareja un toque de atención y hacer que te aprecie de nuevo. Es un enfoque arriesgado, pero quizá funcione.

"A lo largo de la historia, las mujeres siempre han sido disciplinadas por su sexualidad y no se les permite tener un enfoque ligero y alegre", dice. "Claro, a veces es difícil luchar contra los sentimientos de celos, pero el sexo es genial, entonces ¿por qué es tan difícil permitir que alguien que amamos y confiamos tenga relaciones sexuales con otras personas?", concluye. Es una pregunta difícil de responder, pero mucha gente diría que simplemente está prohibido.

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