Encuentran productos químicos cancerígenos en los pañales para bebés

Las autoridades sanitarias francesas han alertado de la presencia de productos químicos peligrosos en los pañales de bebés. Las pruebas que ha realizado Anses, la Agencia Francesa de Alimentación, Medio Ambiente y Salud y Seguridad Ocupacional, demuestran que las sustancias superan los niveles de seguridad y son peligrosas para la salud.

Se han analizado decenas de pañales de distintas marcas presentes en cualquier supermercado de Francia y lo que más preocupa es la presencia de glifosato, un polémico herbicida acusado de provocar cáncer.

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La ministra de Sanidad gala, Agnès Buzyn, asegura que "no hay un riesgo grave o inmediato" para los bebés, aunque ha pedido una acción rápida a los fabricantes de pañales: les han dado 15 días para elaborar un plan que les permita deshacerse de las sustancias tóxicas. Eso sí, el Gobierno está dispuesto a que esas medidas se retrasen seis meses si así se consigue cambiar los métodos de producción.

No desvelan las marcas afectadas

Desde Anses no desvelan qué marcas son las afectadas por las sustancias cancerígenas encontradas, sólo aseguran que se trata de una muestra representativa de los pañales de usar y tirar que se pueden comprar en Francia. Califican las pruebas llevadas a cabo como ‘condiciones de uso realistas’ y es ahí donde se "detectaron varios químicos peligrosos en los pañales desechables que podrían mezclarse con la orina y entrar en contacto prolongado con la piel de los bebés".

Algunas de esas sustancias se añadieron de forma intencionada y podrían llegar a provocar alergias, como es el caso de algunos perfumes. Otras, en cambio, habrían llegado hasta los pañales a partir del proceso de fabricación o bien por medio del uso de materiales contaminados.

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La agencia francesa de seguridad especifica que se han encontrado restos muy por encima de los permitidos de Lilial y Lyral, dos perfumes industriales, así como de otros hidrocarburos aromáticos y diversas dioxinas. Pero lo que más preocupa es la aparición de restos de glifosato.

En Estados Unidos está prohibido desde hace años e, incluso, la multinacional Monsanto tuvo que pagar 300 millones de dólares a un trabajador que contrajo cáncer al usar herbicidas en los que se usaba glifosato. En la Unión Europea su uso está permitido hasta 2022 y depende de la legislación de cada país. Así, mientras Portugal ya ha prohibido su utilización en su territorio, en Francia no estará prohibido hasta 2021, aunque esta noticia puede trastocar esos planes.