Enganchados desde la cuna: hasta el 95% de las 'apps' de móvil para bebés llevan anuncios
No es una sorpresa que las aplicaciones infantiles se financien con publicidad igual que las otras. Un nuevo estudio pediátrico señala que no es algo aislado, sino lo habitual
Los móviles y las tabletas han supuesto la salvación para todos aquellos padres y madres que sólo le piden a la vida quince minutos de tranquilidad para poder cenar. En efecto, los niños se quedan hechizados. Como consecuencia, las 'apps' dirigidas a un público infantil se han disparado en los últimos años, ya sean juegos inspirados en series de dibujos o aplicaciones educativas.
Pero las 'apps' infantiles, especialmente las gratuitas, se financian exactamente igual que las otras, con publicidad. Eso conduce a que muchas empresas puedan crear perfiles publicitarios de los usuarios mientras estos aprenden a usar letras y números, como se desprende de un estudio realizado por investigadores del hospital pediátrico C.S. Mott de la Universidad de Michigan que aparece en el 'Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics'.
El trabajo señala que un 95% de las 'apps' enfocadas a niños menores de cinco años (se estudiaron las 135 más populares en Estados Unidos) contienen al menos un anuncio publicitario. De hecho, la 'app' más descargada actualmente en España para este sector es YouTube Kids, que ya en 2015 tuvo ciertos problemas cuando las organizaciones de consumidores catalogaron los anuncios dirigidos a los niños como "excesivos y decepcionantes".
Los investigadores descubrieron que estos juegos eran interrumpidos frecuentemente por ventanas emergentes con anuncios, ya fueran compras dentro de la aplicación o directamente publicidad, en ocasiones no apropiada para niños.
"Dado que los niños pequeños ahora usan dispositivos móviles durante, de media, una hora al día, es importante entender cómo este tipo de exposición comercial puede afectar a su salud y bienestar", dice Jenny Radesky, pediatra del centro y una de las autoras del estudio. "Nuestros hallazgos muestran que el mercado de aplicaciones para la primera infancia es un Salvaje Oeste, con muchas aplicaciones que parecen estar más enfocadas a ganar dinero que a la experiencia de juego de los niños".
Los anuncios apuntan a jugadores jóvenes
Otro dato sorprendente es que pagar por una aplicación no libra a los niños de la publicidad. El porcentaje de aplicaciones gratuitas que contienen anuncios es (obviamente) el 100% pero en la categoría de pago, este porcentaje alcanza el 88% del total de 'apps'.
Para Radesky, esta discrepancia es preocupante: "Me preocupan las disparidades digitales, ya que los niños de familias de bajos ingresos tienen más probabilidades de jugar con aplicaciones gratuitas, que están llenas de anuncios más perturbadores y persuasivos".
En algunos de los anuncios, los propios protagonistas del juego aparecen en pantalla para recordar a los niños que las compras dentro de la 'app' les darán acceso a más opciones divertidas.
Los científicos también analizaron que los anuncios que cubrían parte de la pantalla durante el juego aparecían en el 27% de las 'apps' gratuitas. Algunos de estos 'banners' ofrecían publicidad de aplicaciones para público adulto que requería que el usuario se tragara todo el anuncio antes de poder cerrar la caja.
Trabajos anteriores señalan que, para los niños de menos de ocho años, distinguir entre la publicidad y el contenido normal de las televisiones es muy difícil. Además, en internet la publicidad está mucho menos regulada que en televisión.
Para los niños de menos de ocho años, distinguir entre la publicidad y el contenido 'normal' de las televisiones es muy difícil
"La influencia de los anuncios puede tener un impacto negativo en el juego y la creatividad de los niños", apunta Radesky. "La publicidad digital es más personalizada, bajo demanda y está integrada en dispositivos móviles interactivos, y los niños pueden pensar que es solo una parte del juego".
La privacidad también en riesgo
Por si no han tenido suficiente, los investigadores también documentaron peticiones dentro de las 'apps' para compartir información, por ejemplo esos inocentes 'banners' de "comparte tu puntuación en Facebook". Sin embargo, de las 135 aplicaciones revisadas, 17 solicitaron permiso para acceder al teléfono, 11 permiso para acceder al micrófono, nueve para la cámara y seis para la ubicación.
Algunos de los permisos pudieron ser solicitados para habilitar ciertas funciones durante el juego, pero Radesky y sus compañeras señalan que la recopilación de datos sobre la ubicación de un niño supone una posible violación de la ley de protección de la privacidad 'online' en Estados Unidos, que se aplica a todo infante menor de 13 años.
La recopilación de datos sobre la ubicación de un niño supone una posible violación de la ley de protección de la privacidad 'online' en EEUU
"Sabemos que el tiempo en los dispositivos móviles está desplazando al que los niños solían pasar viendo la televisión", dice Marisa Meyer, asistente de investigación en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y también autora. "Los padres pueden ver como inofensivas e incluso beneficiosas aplicaciones que se comercializan como educativas".
A raíz de los resultados de este estudio, organizaciones de consumidores como Campaign for a Commercial Free Childhood van a presentar una queja ante la Comisión Federal de Comercio estadounidense.
Los móviles y las tabletas han supuesto la salvación para todos aquellos padres y madres que sólo le piden a la vida quince minutos de tranquilidad para poder cenar. En efecto, los niños se quedan hechizados. Como consecuencia, las 'apps' dirigidas a un público infantil se han disparado en los últimos años, ya sean juegos inspirados en series de dibujos o aplicaciones educativas.