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Las caries no están permitidas en el espacio: así es la estricta higiene bucal de los astronautas
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Las caries no están permitidas en el espacio: así es la estricta higiene bucal de los astronautas

Aquí en la Tierra, la higiene bucodental ha ido tomando más y más relevancia con los siglos, y especialmente en las últimas décadas. Al mismo tiempo, también lo ha hecho en el espacio exterior

Foto: El astronauta de la NASA Charles "Pete" Conrad, comandante de la misión Skylab 2, sometiéndose a un examen dental realizado por el oficial médico Joseph Kerwin en las instalaciones de Skylab en 1973. (Wikimedia)
El astronauta de la NASA Charles "Pete" Conrad, comandante de la misión Skylab 2, sometiéndose a un examen dental realizado por el oficial médico Joseph Kerwin en las instalaciones de Skylab en 1973. (Wikimedia)

Es una de esas tareas que aprendemos desde bien pequeños: lavarse los dientes con rigurosa precisión tres veces al día. Nos lo enseñaban en casa, pero también en la escuela. El asunto se volvía así de vital importancia en nuestras pequeñas cabezas que aún no sabían bien que los dientes son huesos y que las caries no son pequeños monstruos recorriéndolos.

Aquí en la Tierra, la higiene bucodental ha ido tomando más y más relevancia con los siglos, y especialmente en las últimas décadas. Al mismo tiempo, también lo ha hecho fuera, muy fuera, concretamente en el espacio exterior.

Foto: Los astronautas del Skylab 2 comiendo comida espacial en la sala de oficiales del Skylab trainer, en 1973. (Wikimedia)

No, no vamos a hablar de alienígenas, sino de astronautas. Porque resulta que para entrar en una nave espacial y elevarse dentro de ella tienes que tener, entre otros muchos requisitos, los dientes perfectos. Sí, por allí también siguen "a raja tabla" lo de lavarse los dientes. Pero, ¿a qué se debe tanta exigencia?

Un riesgo extremo

La salud de los astronautas es una cuestión en la que las agencias espaciales son intransigentes, y no es de extrañar: salir del planeta supone un riesgo extremo. Las misiones, cada vez más largas, llevan a que el corazón de los astronautas se encoja.

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(Wikimedia)

Además, estancias tan prolongadas vagando por el universo causan daños en el cerebro debido a los rayos cósmicos, y una importante pérdida ósea. Es por ello que la salud dental también tiene su importancia por aquellos lugares.

Para empezar, no es difícil imaginar que si un astronauta tuviera caries, cualquier dolor a bordo de una estación espacial se haría eterno ante la imposibilidad de pasar por el médico. Así, si fuera el caso, obligaría a cambiar muchos parámetros con respecto a las misiones, y tal vez incluso forzar una repatriación de emergencia si la emergencia se complica, como y dea explicaban hace años desde el blog de la NASA.

No obstante, el problema ni siquiera se encuentra realmente en las caries, o no solo, sino más bien en la presencia de empastes, fundas, etcétera. Teniendo en cuenta que estos viajes se realizan en una cabina presurizada, un agujero puede causar repentinamente una despresurización violenta. Los rellenos que se encuentran en la boca del astronauta en cuestión podrían saltar. Por lo tanto, aplicar a las agencias espaciales teniendo rellenos resulta contraproducente. Y las mismas lo toman como característica eliminatoria para futuros candidatos, incluso si cuentan con un currículum brillante.

Es una de esas tareas que aprendemos desde bien pequeños: lavarse los dientes con rigurosa precisión tres veces al día. Nos lo enseñaban en casa, pero también en la escuela. El asunto se volvía así de vital importancia en nuestras pequeñas cabezas que aún no sabían bien que los dientes son huesos y que las caries no son pequeños monstruos recorriéndolos.

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