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¿Mascotas y bebés? Claro que sí: así puedes conseguir que tengan una convivencia sana y enriquecedora
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¿Mascotas y bebés? Claro que sí: así puedes conseguir que tengan una convivencia sana y enriquecedora

Aunque puedas creer que esta relación es incompatible, está comprobado que ambos pueden vivir muy bien bajo el mismo techo, tanto que pueden convertirse en el mejor equipo

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La llegada de un nuevo conviviente a un hogar siempre conlleva cambios, sobre todo cuando conlleva el primer encuentro entre mascotas y bebés. Aunque puedas creer que esta relación es incompatible, está comprobado que ambos pueden vivir muy bien bajo el mismo techo. Es más, pueden incluso convertirse en el mejor equipo, sin saberlo.

¿Que tienes un perro o un gato y viene bebé en camino? ¿Tal vez estabas esperando para adoptar una mascota, pero ya hay bebé en casa? No te preocupes, porque cualquiera de estas opciones supondrá una suerte de aprendizaje para todos, así que no hay no por respuesta, solo un poco de paciencia y algunos trucos o consideraciones que puedes tener en cuenta para que el proceso de adaptación se convierta rápido en la cotidianidad más sana.

Foto: Los 4 divertidos juegos con los que los niños pueden interactuar con sus perros (iStock)

No podemos predecir cómo va a reaccionar uno u otro (ni siquiera cómo lo haremos nosotros mismos) ante la llegada del nuevo miembro de la familia, pero lo que sí podemos es preparar el terreno para hacer de ese primer instante juntos no solo inolvidable, sino también el comienzo de un amor para siempre. Pero, ¿qué hay que hacer exactamente para conseguirlo?

Buscar la comprensión

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que está en ti, como adulto responsable, la tarea de supervisar dicho proceso de convivencia los primeros meses (y sobre todo los primeros días). Esto significa, además, que te toca poner en marcha una serie de mecanismos y ejercicios para que el animal comprenda cómo debe comportarse ante el niño. Y, más tarde, para que este último haga lo propio con respecto al animal.

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Los expertos aseguran que si la mascota ya ha estado presente durante el embarazo, estará más familiarizado con lo que sucederá cuando el niño nazca, pero no porque entiendan el embarazo, sino porque este ya provoca cambios en ti y en el entorno que sí son capaces de entender. En este sentido, es muy importante partir de una consideración: "No saber entender la comunicación de los perros y gatos que conviven con bebés y/o niños/as es uno de los mayores factores de riesgo de que se pueda producir una agresión", en palabras de Tamara Hernán, enfermera veterinaria y educadora canina y felina especializada en la convivencia entre animales y niños.

Desde su blog Creciendo entre perros, Hernán explica que "debido a que el olfato es el principal sentido mediante el que estos conocen el mundo (para los gatos es el segundo tras el oído) tu perro o gato se dará cuenta de que hueles diferente, ya que gracias al órgano vomeronasal que comunica el paladar con las fosas nasales, los perros y los gatos pueden identificar sustancias químicas en las partículas olfativas que pertenecen por ejemplo a las hormonas", de ahí también que perciban lo distinto. "Hay perros y gatos que se muestran más cercanos y mimosos, y otros que se distancian", asegura esta especialista.

Nunca es demasiado pronto

Así, nunca es demasiado pronto para comenzar con la preparación, que consistirá fundamentalmente en tu observación de reacciones para trabajarlas si fuese necesario. En cuanto a la llegada a casa, debe ser normal. Entra con bebé en brazos o en su sillita, saluda a tu mascota y coloca al bebé en un lugar seguro donde el perro o el gato puedan tener alcance, pero aún no les dejes acercarse del todo. En este punto, no regañes a tu mascota si lo notas impaciente, inquieto o muy curioso, tú también lo estarías. Si se trata de la situación inversa, más de lo mismo: hay que acercar a niño y animal con calma y mucha delicadeza, resaltando en todo momento lo bueno de cada uno para el otro.

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No hagas a un lado a tu mascota cuando veas que intenta acercarse, porque no debe vincular su acercamiento con un grito o un castigo. De lo contrario, aunque no tienen noción de venganza, pueden activar en su cerebro una relación que "no les conviene". Poco a poco, acepta que, en el caso de los perros, las lamidas son casi inevitables.

"A través del lamido pueden 'saborear el olor'", como indica Hernán, a través del que aprenden a conocer y reconocer. Los bebés y niños lo harán, por instinto, con las manos. Simplemente, no olvides que conforme vaya creciendo necesitas enseñarle cómo debe ser tratado un animal. Hazlo con palabras sencillas, y mostrándole la manera de acariciarlo y tocarlo.

La llegada de un nuevo conviviente a un hogar siempre conlleva cambios, sobre todo cuando conlleva el primer encuentro entre mascotas y bebés. Aunque puedas creer que esta relación es incompatible, está comprobado que ambos pueden vivir muy bien bajo el mismo techo. Es más, pueden incluso convertirse en el mejor equipo, sin saberlo.

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