Los beneficios que tiene para los niños jugar con un gato
Tener un gato en casa es una gran responsabilidad ya que necesitan cuidados, cariño y atenciones. Sin embargo, los beneficios para los niños son más que los inconvenientes
Jugar con un gato es una actividad no solo divertida, sino que, además, es esencial para la salud mental del animal, ya que proporciona al felino el entorno estimulante que necesita para mantenerse sano y feliz. Por eso, los juegos son una necesidad básica, que mantiene a este peludo animal muy motivado.
Pero, además, jugar con un gato ayuda a sus dueños a estrechar los lazos afectivos con su mascota, además de ayudarle a sonreír más y a ser más feliz. Esto se nota especialmente en los más pequeños de la casa: los niños. Y es que tener un gato en casa es una gran responsabilidad, ya que necesitan cuidados, cariño y atenciones.
Varios estudios han dejado patente que los gatos desempeñan un papel esencial en el tratamiento de algunas alteraciones, sobre todo emocionales o sociales. En este sentido, los niños que conviven con un gato tienen menos riesgo de sufrir ansiedad y depresión y muestran un estado de ánimo más positivo y optimista que el de los niños que no tienen gato.
Cazadores natos
Además, convivir con un gato, hace que los niños aumenten su resistencia a las enfermedades respiratorias, especialmente las alergias y el asma. Junto a esto, los gatos hacen que los peques de la casa posean unas habilidades sociales más desarrolladas. Sobre todo, los niños que sufren autismo.
Por otros es sabido que los gatos son cazadores natos, pero no pueden usar ese instinto dentro de la casa. Sin embargo, activarlo es bueno para su salud mental y física. Jugar a la pesca de plumas puede ser la solución. El niño, sostiene la caña de pescar de donde cuelga una pluma del anzuelo. El gato tendrá que atrapar la pluma y para ello, saltará y se retorcerá usando sus patas lo que es un buen ejercicio físico y de estimulación mental para la mascota. El show gatuno además hará las delicias de los niños.
Jugar con un gato es divertido y, además, es esencial para la salud mental del animal
Otro sencillo juego consiste en utilizar punteros láser para que sigan el punto rojo. A dos de cada tres gatos les encanta y mientras van detrás de la luz, se mueven y hacen ejercicio. Lo mismo les ocurre a la hora de patear cosas con las patas. Cualquier tipo de pelota pequeña, tipo las de ping-pong, las de béisbol o las de billar hará que se vuelvan como locos.
Jugar con un gato es una actividad no solo divertida, sino que, además, es esencial para la salud mental del animal, ya que proporciona al felino el entorno estimulante que necesita para mantenerse sano y feliz. Por eso, los juegos son una necesidad básica, que mantiene a este peludo animal muy motivado.
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