Un vecino escribe a su portero por una extraña vibración en su baño y el 'causante' del problema es él: "No tengo dignidad"

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El mundo está poblado por 8 billones de personas y cada una de ellas es diferente al resto. Entre todo ese maremágnum de personalidades, las hay que son más ordenadas, despiertas y atentas a todo lo que ocurre a su alrededor. Son esas personas que parecen imperturbables y que parecen tener todo bajo control en todo momento.

Sin embargo, no todos los individuos son así. Los hay más caóticos, olvidadizos y despistados, unos rasgos que siempre han sido considerados como malos y que, para nada, son negativos. De hecho, incluso diversos estudios, como uno reciente de la Universidad de Toronto, aseguran que este tipo de personas son más inteligentes que el resto.

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Ada Nuño

No obstante, es inevitable que olviden el teléfono en cualquier parte, el paraguas en la oficina o, incluso, el cumpleaños de su pareja o de su madre. Pero asumido cómo es cada uno, lo cierto es que las anécdotas que les ocurren a los distraídos nos pueden provocar la risa hasta la extenuación por lo inusual de las situaciones.

"No tengo dignidad"

Es el caso de Santiago Korovsky, un argentino afincado en el barrio de Palermo en la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Preocupado por el temblor de lo que suponía una cañería, no dudó en ponerse en contacto con el portero del edifico en el que vive para preguntarse si había algún problema.

“Está pasando algo raro en mi baño. Me tiembla hasta el cepillo”, escribió extrañado el vecino

“¿Cómo estás, Pedro? Está pasando algo raro en mi baño” escribió junto a un vídeo en el que se ve como el bote de los cepillos de dientes no para de temblar de forma continuada mientras se escucha un ruido extraño. “Me tiembla hasta el cepillo”, añade antes de preguntarle si “¿sabes si hay una pérdida en el edificio, o cortaron el agua y la prendieron recién o algo así? No para desde hace un buen rato”.

“Hola, Pedro. Se resolvió”, escribió Santiago casi dos horas después. Pero ¿qué había ocurrido realmente? Pues como él mismo reconoció en la publicación de Twitter donde compartió su historia, estaba “convencido de que había un problema en la cañería del baño que hacía temblar todo”. Sin embargo, se dio cuenta de “que había dejado el cepillo eléctrico prendido”, lo que causaba el ruido y la vibración.

“Releo mi charla con el portero y confirmo que el que tiene problemas graves soy yo”, concluyó Korovsky jocoso, aunque más tarde añadió un "no tengo dignidad". El tuit, que se hizo viral con 2 millones de reproducciones y más de 37.000 ‘me gusta’ ha enloquecido a los miembros de Twitter que no han dudado en comentar la publicación. “Explícale a pedro que era!!!” dijo una, mientras que otro afirmó: “Lo cerraste muy bien. ‘Se resolvió’. Dignísimo”