Cómo ser una persona ordenada aplicando estos sencillos consejos

Mantener el orden, ya sea en casa, en la oficina o en otros aspectos de la vida, puede ser bastante cuesta arriba para algunas personas. Pero el desorden va mucho más allá de la desorganización, acumulación y caos, es parte de una conducta aprendida y malos hábitos, que a largo plazo pueden suponer algunos problemas para nosotros mismos y para las personas más cercanas.

Puede haber grados de desorden, sin embargo, la idea es reconocerlo y crear el hábito hasta que este surja de manera natural. Y es que igual que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia; no es más ordenado el que más ordena, sino quien menos desordena. Por eso cambiando estos hábitos mantendrás tu casa a raya.

No obstante, ya que lograr cambiar un hábito no es tarea fácil, existen ciertos mecanismos y pasos que nos pueden ayudar a crear unos nuevos que vayan más alineados con el estilo de vida ordenada en cuestión.

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Limita la decoración al mínimo

En primer lugar, hay que mantener la decoración de la casa en un estilo minimalista, de manera que habrá pocas cosas en la superficie de los muebles, facilitando así limpiarla y tenerla más ordenada. Una de las claves principales para llevar una vida ordenada es que el espacio en el que se vive, también lo esté.

Este es un gran truco para ser ordenado, porque al tener menos cosas habrá menos que ordenar. La gente ordenada da más valor a una superficie vacía que a una superficie decorada. Tener un montón de pequeñas cosas de decoración, al final complicará la limpieza y añadirá desorden en tu casa. Sé más exigente con lo que compras y limita tus posesiones.

Haz la cama cuando te levantes

Se recomienda hacer la cama nada más levantarse, incluso antes de desayunar. Es un pequeño gesto con el que se consigue que la casa esté más ordenada y una forma de enseñarle al cerebro su capacidad para crear un nuevo hábito, lo que favorece la posibilidad de añadir más tareas a la rutina. Puede dar pereza en un principio, pero no hacerla da la sensación de una habitación desordenada.

No almacenar papeles

En cuanto a la organización, se aconseja eliminar las distracciones visuales y mantener un espacio de trabajo limpio y libre de cosas que no sean necesarias. Cuantos menos libros, cuadernos, lapiceros llenos de colores y fotos se tengan, mayor será la concentración. En el caso de que uno sienta que quitando aquellas cosas que no hacen falta la estancia se queda vacía, lo ideal es elegir una planta y colocarla como una solución sencilla y natural.

Pocas cosas en el suelo

Si al pasar la escoba, te encuentras con bastantes obstáculos, probablemente tengas más cosas en el suelo de las que debería haber. Pueden ser cajas de almacenaje, plantas, objetos de decoración o torres de libros. Todos estos objetos hacen que tu casa parezca más desordenada de lo que realmente es.

Cada cosa en su sitio

Limpiar de una vez toda la casa puede ser duro y agotador. Por eso, optimizan las tareas, y desarrollan el hábito de micro-ordenar y mantener limpios los rincones más conflictivos de la casa. Cuando te quites una chaqueta, guárdala en el armario y no la dejes tirada en cualquier silla: al final de la semana, habrá 5 chaquetas tiradas en 5 sillas. En definitiva, guarda las cosas en su sitio a la primera y no tendrás que ordenar todo lo que se vaya acumulando.

No dejes la limpieza para otro momento

Un hábito que nos puede ayudar y mucho a alejarnos del desorden es limpiar en el momento. Por ejemplo, no dejar el fregadero lleno de platos sucios e irse a ver la tele. Cuando ensucies, no dejes para otro momento la limpieza. Haz que la familia entera adopte esta filosofía y tu casa experimentará un cambio mágico.