¿Limpieza y bienestar emocional? el misterio de ordenar tu mente cuando ordenas tu casa

Hay algo que nos calma cuando más estresados estamos, y no es tumbarnos a contemplar el techo escuchando música, sino todo lo contrario: recomponer una casa patas arriba. Bueno, así es como queremos ver nuestro hogar con el pretexto de poner en marcha la aspiradora y rascar el polvo de cualquier esquina. Desde luego, parece que no hay nada mejor que una buena sesión de orden y limpieza para que nuestra mente haga automáticamente lo mismo y quede como nueva.

Sacudir el mantel, ordenar los cajones, pasar una bayeta, ese ruido que hace el agua cuando se escurre la fregona, deslizar el dedo por los muebles y contemplar que no queda ni una pelusa microscópica a nuestro alrededor… Todo este proceso supone un placer que, a veces, parece inexplicable, sobre todo porque a veces nos llega como un arrebato, de repente, a horas en las que en otro momento no entenderíamos la limpieza, pero en este momento nos puede una inercia que busca equilibrar nuestro entorno con nuestro interior, y resulta que no solo es más habitual de lo que parece, sino que, además, tiene más sentido del que puedas pensar.

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Cuando estamos abrumados, nuestros pensamientos pueden enredarse con el desorden material externo y nuestro estrés puede aumentar debido, simplemente, a ese añadido. De la misma manera, cuando limpiamos y organizamos nuestro alrededor, podemos experimentar un alivio emocional y una mejora en nuestro bienestar general. Pero, ¿de verdad que guardar tus pertenencias en un armario realmente tiene un efecto en tu salud moral tan incipiente? Veamos qué dice la ciencia.

La distracción visual

El estudio de la relación entre la limpieza y el bienestar emocional es un tema de creciente interés en los campos de la psicología y la salud mental, sobre todo porque la sociedad está viendo aflorar un tipo de cultura basado exclusivamente en el orden: he ahí los vídeos, programas y series que muchas plataformas de contenidos ofrecen como parte de la noción de pasatiempo que es mucho más.

Puede parecer que quienes se dedican a dar consejos sobre organización del hogar solo se están aprovechando de una etapa a la que la vida en confinamiento ha influido mucho, pero cierto o no, dichos estudios ya han demostrado que las personas que tienen espacios de vida limpios y organizados tienen más probabilidades de sentirse felices y menos estresadas.

Esto, según los científicos (especialmente los especializados en neurociencia) que investigan la cuestión, puede explicarse por el efecto calmante que posee limpieza, un asunto de pura vista. Así lo explica, por ejemplo, la neuropsicóloga Diane Roberts Stoler en Psychology Today: "El desorden es una forma de distracción visual que aumenta la sobrecarga cognitiva y puede reducir la memoria de trabajo".

Más creatividad o mejor sueño

Un estudio llevado a cabo entre 2001 y 2005 por investigadores del Center on Everyday Lives and Families (CELF) de la Universidad de California (UCLA) y publicado más tarde en formato libro bajo el título Life at Home in the 21st Century: 32 Families Open Their Doors, por ejemplo, exploró ya entonces la relación entre 32 familias y los miles de objetos en sus hogares y tras los pertinentes análisis y pruebas, concluyó que el desorden tenía un fuerte efecto en el estado de ánimo y la autoestima de los participantes consigo mismos y entre ellos. El estudio encontró, de hecho, que la cantidad de estrés que experimentaban las familias en el hogar podía ser directamente proporcional a la cantidad de cosas que poseían.

"La limpieza aumenta la autoestima, crea hábitos saludables y aumenta la productividad. Un hogar limpio y ordenado también puede mejorar el sueño, el estado de ánimo y promover la relajación"

Sin embargo, como explica Roberts, mantenerse organizado puede ser un desafío para cualquiera, pero sobre todo para las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lesión cerebral y/o déficit o trastorno de la función ejecutiva. "Despejar el desorden y desarrollar sistemas para guardar ciertas cosas como las llaves, el teléfono y la billetera son esenciales para gestionar las actividades diarias y mejorar la gestión del tiempo", apunta.

No obstante, otra investigación ha demostrado que, si bien es cierto que los ambientes ordenados están más relacionados con elecciones saludables, los desordenados promueven la creatividad y las ideas frescas. Eso sí, no se trata de tenerlo todo por medio por amor al arte; pero claro, encontrar un desorden en su justa medida quizás sea para algunos incluso más difícil que mantener un orden apropiado. A fin de cuentas, esto indica que, en realidad, no hay una única fórmula para conseguir estar en armonía con el entorno que habitamos. Depende, en realidad, de las prioridades de cada uno.

En contraposición, hay que tener en cuenta lo que sostiene la neuropsicóloga: "La limpieza aumenta la autoestima, crea hábitos saludables y aumenta la productividad. Un hogar limpio y ordenado también puede mejorar el sueño, el estado de ánimo y promover la relajación". Y no solo eso, pues en términos de salud, la limpieza también puede prevenir las plagas de ácaros y reducir el polvo, el moho y los hongos, evitando o, al menos, reduciendo el asma y las alergias.