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El misterio de Cleo: un foro de matemáticas, una ecuación y una respuesta extrañamente correcta
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El misterio de Cleo: un foro de matemáticas, una ecuación y una respuesta extrañamente correcta

En 2013, expertos y aficionados matemáticos se citaban en uno de tantos foros del momento para debatir y buscar soluciones a los números. El 11 de noviembre de aquel año, algo más allá de sus lógicas hizo a un lado las ecuaciones

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Un puzzle, pero con las piezas esparcidas por espacios a los que nuestras manos no llegan. Así se presenta Internet o, mejor dicho, lo que sucede en Internet. ¿Pero a quién no le gusta un puzzle? Tantear las piezas y buscar la forma, puras matemáticas si lo piensas bien. Algunas personas tienen sus crucigramas, otras juegan al Sudoku. Otras personas aún están haciendo el Wordle. Entre todas estas piezas, alguna vez los foros fueron la pieza estrella: comunidades en las que encajar, convirtiéndote en la propia pieza, lugares que apelaban al estar sin estar. Aún quedan algunos.

En 2013, los matemáticos (daba igual si en calidad de experto o de aficionado) se citaban constantemente en uno de tantos foros del momento, pero solo para ellos, conocido como Math Stack Exchange. Debatían sobre ecuaciones, trazaban lógicas en torno a las posibilidades de los números… Hacían cuentas, en resumen.

Foto: David Hilbert (Fuente: Wikimedia)

El 11 de noviembre de aquel año, sin embargo, algo más allá de sus lógicas, más allá de lo que se puede calcular, irrumpió sacudiendo ese orden estelar de un foro. Un usuario planteaba una pregunta, necesitaba ayuda con una integral: "la integral de menos uno a uno de uno sobre x por la raíz cuadrada de uno más x sobre uno menos x por el logaritmo natural de 2x al cuadrado más 2x más uno, todo dividido por 2x al cuadrado menos 2x más uno, dx".

Una respuesta misteriosa

Como de costumbre, pasados unos minutos otros usuarios acudieron a la llamada, pero la ecuación parecía verdaderamente difícil. Intentos, más intentos, y nadie daba con la solución. Hasta que llegó ella, cuatro horas y media después de la publicación original: "I es igual a 4 pi por la arco cotangente de la raíz cuadrada de la proporción áurea". Ni un saludo, ni un adiós, ni un "me parece que", ni mucho menos un porqué. Así de fácil y así de breve.

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(iStock)

Su nombre de usuario: Cleo. Era una cuenta nueva. Antes de aquella respuesta solo había dado otra más en otra conversación. En ningún caso proporcionaba notas, pruebas ni explicaciones, como solían hacer el resto de usuarios en un intento por humanizar las dinámicas de la red, incluso peleando contra las matemáticas, para recordarse que pese a todo aquello eran, simplemente, humanos.

Cleo, por el contrario, se limitó a dejar un hipervínculo sobre el símbolo de la proporción áurea, al clicar sobre el mismo, uno acababa en otro portal donde aparecía la definición de la proporción áurea. ¿Quién era? ¿Por qué esa inmediatez? La ecuación a resolver estaba ahora aquí.

¿Era Cleo una máquina interactuando?

Como explican Allison Parshall, Tulika Bosé y Carin Leongen en en Scientific American, la sección de comentarios se disparó, el debate estaba más que abierto. Hoy en día, podríamos sospechar con más o menos certeza de que detrás de una interacción sin adornos está la Inteligencia Artificial. Esto es, de hecho, a lo que nos aferramos en estos momentos para asegurarnos de que una máquina sigue siendo un concepto "inferior": si no hay sentimientos, no hay adornos. ¿Pero era Cleo una máquina? Llegados a este punto de la historia, no obstante, hay que tener en cuenta que si la capacidad informática para este tipo de integración aún es limitada, lo era mucho más en 2013.

"Creo que, al final, el valor de un sitio web como Stack Exchange radica en el conocimiento que puede impartir a las personas. Y creo que la simple respuesta a la pregunta, por sí sola, no tiene tanto valor", criticaba un usuario

"Creo que, al final, el valor de un sitio web como Stack Exchange radica en el conocimiento que puede impartir a las personas. Y creo que una respuesta tan simple a la pregunta, por sí sola, no tiene tanto valor", rezaba uno de aquellos tantos comentarios. Lo decía, señalan, un físico retirado que tras la crítica a las formas pasó a la acción.

Efectivamente, "pasé la mayor parte del fin de semana haciéndolo, escribiéndolo. Gasté alrededor de la mitad de un bloc de notas solo para este problema", y la solución coincidía con la que había dejado Cleo.

Las matemáticas y el ocultismo

Entre 2013 y 2015, aquel curioso perfil hizo lo mismo 37 veces más: escupir una solución numérica y desaparecer, haciéndolo “irrazonablemente rápido” y ante problemas de integración "increíblemente complejos". Nunca mostró sus cuentas, su trabajo, para conseguir tantas soluciones.

En la actualidad, su perfil está detenido. Cleo lleva 7 años dar señales de su existencia en Internet. Lo único que queda, además de su actividad de entonces, es su biografía: "Mi verdadero nombre es Cleo, soy mujer. Tengo una condición médica que me dificulta entablar conversaciones o publicar respuestas largas, lo siento. Me gustan las matemáticas y hago todo lo posible para ser útil en este sitio, aunque me doy cuenta de que mis respuestas pueden no ser útiles para todos".

A Parshall esto no le parecía suficiente: "Pensé en verificar dos veces, así que entré en Internet Archive, pegué la URL de ese perfil e hice clic en una instantánea que se tomó en 2013 porque, recuerden, nada en Internet desaparece realmente. ¡Y bingo! Su biografía había sido diferente".

placeholder Ramanujan (en el centro) con otros científicos en el Trinity College de Londres. (Wikimedia)
Ramanujan (en el centro) con otros científicos en el Trinity College de Londres. (Wikimedia)

Resulta que tiempo atrás, el mismo perfil se describió de otra forma, aunque sigue sin sacarnos de dudas, más bien las abre a muchas más. "Mientras dormía, tuve una experiencia inusual. Había una pantalla roja formada por sangre que fluía, por así decirlo. La observaba. De repente, una mano comenzó a escribir en la pantalla. Me llené de toda la atención. Esa mano escribió una serie de integrales elípticas. Se quedaron en mi mente. Tan pronto como me desperté, seguían ahí para que las escribiera".

Las palabras no eran suyas, sino del matemático indio Srinivasa Ramanujan, uno de los grandes genios modernos de los números (pero muerto en 1920), pero tal vez eran suyas también. Hay quien cree que detrás de la tal Cleo siempre estuvo el fantasma de Ramanujan, porque puede que las matemáticas y el ocultismo no estén reñidos.

Un puzzle, pero con las piezas esparcidas por espacios a los que nuestras manos no llegan. Así se presenta Internet o, mejor dicho, lo que sucede en Internet. ¿Pero a quién no le gusta un puzzle? Tantear las piezas y buscar la forma, puras matemáticas si lo piensas bien. Algunas personas tienen sus crucigramas, otras juegan al Sudoku. Otras personas aún están haciendo el Wordle. Entre todas estas piezas, alguna vez los foros fueron la pieza estrella: comunidades en las que encajar, convirtiéndote en la propia pieza, lugares que apelaban al estar sin estar. Aún quedan algunos.

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