Un 'tiktoker' parodia la manera en que se regatea en Wallapop al comprar un coche

Vender algo en Wallapop es un deporte de riesgo, y más si se trata de un artículo de gran valor, como un vehículo. Los regateadores aparecen como champiñones, buscando desperfectos e intentando rebajar el precio del producto incluso unos miles de euros, sin ningún tipo de tapujos.

Hay que armarse de paciencia para tratar con estas personas, que pueden llegar a extremos que rozan lo surrealista. Esto es lo que ha querido plasmar el tiktoker Ansuupogba en uno de sus vídeos, interpretando que va a comprar un coche de segunda mano en Wallapop, y regateándole hasta lo imposible al vendedor.

El vídeo se titula “el comprador rata en Wallapop”, y comienza con el tiktoker, en el papel de comprador, acudiendo a ver el vehículo en el que está interesado, mientras patea un balón de fútbol. “¿Qué haces con el balón?”, le pregunta el supuesto vendedor, que graba el vídeo, a lo que el joven, con un humor bien hilado, le responde que viene a regatearle.

La cosa mejora por momentos

El vehículo tiene un valor de 5.000 euros, tal y como le informa el vendedor, y comienza la negociación. “Para eso me compro un Mercedes”, dice el joven entre risas. El vendedor le invita a comprarse el mencionado coche de lujo, pero el comprador admite que “no tiene cambio”. Acto seguido, se sube de un salto al techo: “estoy mirando si tiene ITV”. No tiene ningún sentido, pero lo mismo ocurre con los regateadores de Wallapop.

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El Confidencial

“Está abollado”, dice el joven visiblemente preocupado cuando está subido al techo. “Si lo estás aboyando tú”, le reprocha el comprador. A continuación, proceden a inspeccionar la parte trasera del coche. “Está rayado, menos 500 euros”, afirma el comprador, mientras hace como que lo raya para abaratar el precio. Tras unas cuantas revisiones más, y un portazo que le baja 1.000 euros de valor al coche, en las que el comprador le encuentra fallos a todo, viene el momento de pagar.

“¿Al final cuanto estás dispuesto a pagar?”, pregunta con dudas el vendedor, a lo que el comprador saca de su bolsillo “dos euros con treinta, y una piedra de capibara”, que todos sabemos que tiene un valor incalculable. “Y un ticket, y quédate con el cambio”, finaliza el joven, al tiempo que se marcha corriendo sin el vehículo. El vídeo acumula más de 400.000 “me gusta” y ha dejado a todos sus seguidores por los suelos de la risa y lo exageradamente real que ha parecido la transacción.