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Los 6 pilares fundamentales del equilibrio entre el trabajo y la vida personal
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Los 6 pilares fundamentales del equilibrio entre el trabajo y la vida personal

Un equilibrio deficiente entre la jornada laboral y la vida en general puede arrebatarnos infinidad de momentos fundamentales en el desarrollo de todo ser humano, y eso hay que evitarlo

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Encontrar el equilibrio entre las horas que le tenemos que dedicar al trabajo y mantener una vida personal adecuada no resulta nada fácil hoy en día. En la tarea por intentarlo, de hecho, no pocos se acaban liando y, al final, queda un embrollo donde parece imposible que ambas cosas se mantengan compatibles en nuestra cotidianidad.

Lo cierto es que un equilibrio deficiente entre la jornada laboral y la vida en general puede arrebatarnos infinidad de momentos fundamentales en el desarrollo de todo ser humano. Porque no, no todo es el trabajo, ni mucho menos, cuando se trata de hablar de desarrollo personal. El propio concepto lo deja bien claro.

Foto: ¿Qué nos da la felicidad? La Universidad de Harvard da la respuesta (y no, no es el dinero) (iStock)

Por tanto, si estás en ese extraño limbo de estrés que provoca el tener que dividirse para estar en todas partes a la vez, toma nota. Con la ayuda de la psicóloga Kirstie Fleetwood Meade, desde Happiful han conseguido identificar y plasmar seis pilares que resultan clave para hallar ese equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Toca ser claro con uno mismo

Lo primero que hay que hacer llegados a este punto es dedicar un tiempo a visualizar cómo sería para ti la idea de equilibrio 'ideal' entre el trabajo y la vida personal. "Puede ser que esta visualización te parezca realmente fuera de tu alcance en este momento. En ese caso, es decir, si actualmente sientes que tu vida suspendes en términos de qué tan alineado estás con este ideal, la pregunta sería otra: ¿Cómo podría subir, al menos, al aprobado? Centrarse en los pequeños pasos puede hacer que todo ejercicio parezca más alcanzable", sugiere Fleetwood.

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Por supuesto, después hay que preguntarse qué es importante para uno mismo. Es decir, toca hacer una lista (escríbela, de hecho, si es necesario) de todo aquello que sientes que te aportan herramientas positivas, como la tranquilidad. Ante cualquier actividad que se te venga a la cabeza aquí, plantéate si te permite estar más presente con tus seres queridos. "Cuanto más claro seas en tu 'por qué', más fácil será decir 'sí' a las cosas que te acercan a él y 'no' a las cosas que no", asegura la experta.

Una vez que haya explorado esos 'por qué', la psicóloga también recomienda trabajar en ser muy claros sobre los valores, ya que solo a través de esa claridad (o llámalo, en realidad, sinceridad) la toma de decisiones en torno al equilibrio entre el trabajo y la vida será más fácil. Algunos ejemplos de valores son la aventura, la curiosidad, la sensación de libertad, la diversión, el amor, la compasión, la igualdad... Pero hay muchos, muchos más.

El papel de los valores

¿Qué papel juegan actualmente todos estos valores en tu vida y a través de cuál podrías conseguir un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida? "Cambiar hábitos, tomar decisiones y decir no puede ser emocionalmente agotador", como recuerda Fleetwood, pero si se le pone nombre a todo eso que hace que sea aún más importante poder adelantarse a los posibles 'desviadores' (las cosas o circunstancias que podrías desviar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal) es la mejor forma de lanzarse a ello y evitar toda imprevisto.

Eres importante y no puedes hacerlo todo. Empieza por ahí. Estás dando lo mejor de ti en el trabajo, y el mundo no se derrumbará si no revisas tus correos electrónicos por la noche

A continuación, "es muy importante cuidarnos a nosotros mismos tan bien como cuidamos a los demás", un hecho que bien puede ir al comienzo de este texto y de cualquier otro texto sobre este asunto. Si es un desafío para ti, la psicóloga te recuerda que 'no se puede servir de una taza vacía'.

Eres importante y no puedes hacerlo todo. Empieza por ahí. Estás dando lo mejor de ti en el trabajo, y el mundo no se derrumbará si no revisas tus correos electrónicos por la noche. Además, estás cuidando a los demás y necesitas tiempo para recargar tus propias energías. Pero, ¿cómo? Diciendo no, por ejemplo.

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Probablemente, sea una de las primeras cosas en las que uno piensa cuando considera cómo mejorar su equilibrio entre el trabajo y la vida. Decir no, ese placer que parece inalcanzable. Pues no, no lo es. "En primer lugar, trata de desafiar tu propia perspectiva sobre la palabra 'no'", sugiere Fleetwood. "A menudo crecemos con historias que nos acotan a ser simpáticos, serviciales y amables para siempre, y decir que no puede hacernos sentir que no somos todas esas cosas que parece que se espera de nosotros. Pero es posible decir que no y seguir siendo una persona amable".

En este sentido, esta psicóloga sugiere tener listas algunas frases útiles cuando uno mismo se dice no a decir no. Por ejemplo, intentar ser cortés pero firme: 'Gracias por acordarte de mí, pero ya tengo otro plan y estoy comprometido'. Con todo esto, poco a poco, tu vida puede ir girando más hacia ti, que lejos de ser un giro egoísta, solo es necesario para poder ofrecer tu mejor versión.

Encontrar el equilibrio entre las horas que le tenemos que dedicar al trabajo y mantener una vida personal adecuada no resulta nada fácil hoy en día. En la tarea por intentarlo, de hecho, no pocos se acaban liando y, al final, queda un embrollo donde parece imposible que ambas cosas se mantengan compatibles en nuestra cotidianidad.

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