Nathan Furr: "Los momentos de crisis son una ventana a la innovación"
El profesor del INSEAD y experto en transformación digital ofreció al público las claves para saberse mover en las arenas movedizas del presente durante su conferencia en el World Business Forum Madrid
Cuando sentimos que hemos fracasado, nos desesperamos, nos lamentamos por lo que nunca debió suceder y pensamos en cómo habríamos actuado de haberlo visto venir. Además de todos los sentimientos negativos que aparecen, emerge una sensación todavía más intensa y duradera si cabe, que precisamente es la llave de la recuperación y del progreso. Esa es la incertidumbre. A esta le dedicó una buena parte de su intervención Nathan Furr, experto internacional en transformación digital y profesor de la prestigiosa escuela de negocios INSEAD, en una nueva edición del World Business Forum Madrid, del que El Confidencial es media partner oficial.
"Hay algo que he aprendido en todos estos años: nos encanta celebrar los hallazgos nuevos, la innovación, pero hay una parte de ese relato que sale menos a la luz", arrancó Furr. "Para llegar a lo nuevo, nos tenemos que enfrentar a la incertidumbre. Muy pocos de nosotros sabemos enfrentarnos a ella. A mí me gustan las líneas rectas que van hacia delante. Cuando no tenemos herramientas para enfrentarnos a ella, tendemos a caer en varias trampas: la ansiedad, el estancamiento o reacciones que sobredimensionan el problema. Como personas, debemos preguntarnos qué hacer para lidiar mejor con la incertidumbre".
"Chesky aprovechó el momento para demostrar que la suya era una compañía con sustancia, no una que desaparecería a los pocos años"
Lo cierto es que, a pesar de haber pasado por uno de los periodos generales de incertidumbre más agudos de la historia, como es la pandemia, esta sensación sigue disparada, tanto en el mundo de los negocios como en el clima social de hoy en día. Así lo recogen diversos informes de la Universidad de Stanford y del FMI que mencionó el profesor, quien reconoció no ser nada bueno bregando en sus aguas. "Me come la ansiedad cuando siento esa falta de seguridad, algo que no sucede con mi esposa, que parece estar acostumbrada a ella", aseguró.
Los límites y la posibilidad: una anécdota personal
A lo largo de su charla, Furr mencionó varios ejemplos de líderes que estuvieron al borde de la bancarrota nada más arrancar la pandemia. Por ejemplo, el CEO de Airbnb, Brian Chesky, quien perdió el 80% de su cuota de negocio, temiéndose a lo peor. "Lo que hizo fue enfocar la situación de manera diferente y pensar que era su momento", afirmó. "Las grandes empresas se fortalecen en momentos de crisis. Y Chesky aprovechó el momento para demostrar que la suya era una compañía con sustancia, no una pequeña surgida de la innovación digital que desaparecería a los pocos años".
"No se trata de controlar ni gestionar, sino de pensar en cómo podemos activar y desbloquear el potencial de lo que tenemos en el presente"
La incertidumbre tiene dos elementos, según el profesor, cuyo libro ya glosa en su mismo título las ventajas de esta falta de seguridad que todos en algún momento sentimos en nuestra vida: las fronteras, que es el espacio imaginario donde se encuentra aquel que está entre dos aguas, y la posibilidad, que es la ventana que de pronto se abre si perseveramos, no nos desesperamos y sabemos esperar el momento para actuar y salir de esa situación. Esta habilidad por mantenerse en las fronteras y saber ver la posibilidad la encarnó en su propia abuela, a quien calificó con hermosas palabras como "una luchadora que fue parte de un gran cambio social que defendió los derechos de hombres y mujeres en su época".
Justo después, pidió a la audiencia que pensara en esa persona inspiradora de su entorno que más fácilmente sabía navegar por los mares de la incertidumbre y que se lo comunicaran a quien tuviera al lado. El momento más emotivo de su conferencia llegó cuando contó una anécdota personal sobre unas vacaciones en familia cuando su hijo atravesaba una gran depresión. "Estuve a punto de cancelar el viaje, no tenía ni idea de cómo ayudarle, no miraba el móvil ni sonreía jamás, de lo único que hablaba era de que quería morirse", aseveró Furr, visiblemente emocionado. "Mi mujer me alentó a no cancelar las vacaciones, así que fuimos al sur de Francia y, sentados frente al océano, mi hijo decidió bañarse. Yo fui tras él con miedo a que ya no fuera a volver, pero llegó hasta la boya y luego regresó a la costa. A los pocos días, mientras comíamos un pollo con berenjenas, sonrió por primera vez en mucho tiempo".
La trampa de la gestión
El público respondió con aplausos ante tal anécdota cargada de emoción. Esta le sirvió para desmontar uno de los mayores mitos dentro de la psicología para saber lidiar con la incertidumbre: la gestión. "Siempre se valora la capacidad de respuesta a esa falta de seguridad como la habilidad de gestionar en momentos de crisis", remarcó el profesor del INSEAD. "No se trata de controlar ni gestionar, sino de pensar en cómo podemos activar y desbloquear el potencial de lo que tenemos en el presente".
En este sentido, sus recetas contra la incertidumbre coinciden en cierto modo con las de la felicidad de Tal Ben-Sahar, que expuso ayer mismo, quien creía que debíamos permitir sentirnos humanos, y, por tanto, vulnerables, para ganar en bienestar. En vez de obsesionarnos con tener el control sobre las situaciones inciertas o que no podemos predecir, debemos esperar a que se abra esa ventana de posibilidad que nos lleve al futuro. "Al igual que hice con mi hijo en aquellas vacaciones, ya que, si me hubiera dejado llevar por mi inquietud y hubiera intentado poner freno a su problema de cualquier manera, posiblemente le habría fallado", admitió.
Furr despidió su intervención con la descripción de cuatro categorías concretas para afrontar la incertidumbre, tanto personal como empresarial. "En primer lugar, debemos prepararnos para lo malo que pueda ocurrir; en segundo, hay que sostenernos a nosotros mismos y a nuestros equipos pase lo que pase; en tercero, hay que reformular la situación para ver la oportunidad, y, en último lugar, actuar", concluyó.
Cuando sentimos que hemos fracasado, nos desesperamos, nos lamentamos por lo que nunca debió suceder y pensamos en cómo habríamos actuado de haberlo visto venir. Además de todos los sentimientos negativos que aparecen, emerge una sensación todavía más intensa y duradera si cabe, que precisamente es la llave de la recuperación y del progreso. Esa es la incertidumbre. A esta le dedicó una buena parte de su intervención Nathan Furr, experto internacional en transformación digital y profesor de la prestigiosa escuela de negocios INSEAD, en una nueva edición del World Business Forum Madrid, del que El Confidencial es media partner oficial.
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