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Descubren que las abejas pueden producir más carga eléctrica que una nube de tormenta
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Descubren que las abejas pueden producir más carga eléctrica que una nube de tormenta

Así lo ha recogido un grupo de investigadores en el primer el primer informe que sostiene la biología como fuente de carga espacial biogénica

Foto: Fuente: iStock.
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No había ninguna tormenta posible a la vista, pero la carga eléctrica atmosférica no dejaba de aumentar. Aquel, día, el investigador inglés Ellard Hunting se encontraba junto a otros compañeros estudiando variaciones del clima en una estación apartada de todo núcleo urbano, en mitad de los campos de Inglaterra. Notaron algo inesperado en sus monitores de campo eléctrico, algo que no parecía tener mucho sentido.

No podían más que rastrear el lugar, buscar pistas a tientas, tratar de hilar el asunto con alguna posibilidad. Solo encontraron un enorme enjambre de abejas pululando cerca del edificio. Guiados por la ciencia conocida de estos insectos, decidieron analizar sus movimientos.

Foto: El "muro de las colmenas", en la Reserva Natural de Shennongjia. (Getty)

Sabían que por separado, cada una de ellas suele transportar una pequeña carga mientras vuela, causada por la fricción de las partes de su cuerpo contra el aire y entre sí mismas. Pero nunca se había encontrado un voltaje tan alto fruto de sus alas.

Cientos de voltios

Contra cualquier sospecha, el enjambre había creado una carga eléctrica atmosférica. ¿Cómo podía ser posible? Para explorar más a fondo este curioso fenómeno, instalaron cámaras de video y monitores de campo eléctrico por el recinto, y esperaron a que las abejas se agruparan de nuevo.

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Sus dispositivos pudieron capturar durante tres minutos el ritmo adquirido por tres enjambres, midiendo la densidad y el campo eléctrico de cada uno. Durante ese tiempo, produjeron una carga que osciló entre 100 y 1000 voltios por metro. Encontraron, además, que cuanto mayor era la densidad del enjambre, mayor era la carga que producía, nada más y nada menos que similar a la de una nube de tormenta.

Fascinados por aquellos y otros datos, los investigadores han compartido ahora más detalles sobre sus hallazgos en la revista iScience. Se trata del primer informe de la biología como fuente de carga espacial biogénica, explica Hunting, uno de los autores del estudio y biofísico de la Universidad de Bristol en Inglaterra, a Laura Baisas para el portal Popular Science, lo que "puede ser tan relevante como fenómenos físicos como las nubes".

Las escalas bíblicas de la langosta

A partir de sus hallazgos, crearon un modelo para predecir la carga eléctrica atmosférica potencial de otros insectos como las langostas, las polillas o las mariposas. De esta forma han podido saber también que "las langostas pululan en escalas bíblicas", como informa en un comunicado Liam O'Reilly, coautor y biólogo de la mencionada universidad. Las bandadas de estos insectos, resalta, pueden abarcar más de 1000 kilómetros cuadrados y contener más de 80 millones de ellos por kilómetro cuadrado.

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Por tanto, en lo que respecta a la generación de electricidad, los investigadores predicen que las langostas tendrían una influencia mucho mayor en la atmósfera en comparación con las abejas, de las que harían falta 50 mil millones para encender una luz LED.

No obstante, en comparación con las cargas producidas por fenómenos meteorológicos comunes, la densidad de carga de las abejas resulta seis veces mayor que la de una tormenta de polvo electrificada y ocho veces mayor que la de una nube tormentosa.

No había ninguna tormenta posible a la vista, pero la carga eléctrica atmosférica no dejaba de aumentar. Aquel, día, el investigador inglés Ellard Hunting se encontraba junto a otros compañeros estudiando variaciones del clima en una estación apartada de todo núcleo urbano, en mitad de los campos de Inglaterra. Notaron algo inesperado en sus monitores de campo eléctrico, algo que no parecía tener mucho sentido.

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