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¿Mueren realmente las abejas después de picar a una persona?
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¿Mueren realmente las abejas después de picar a una persona?

Pacifistas por naturaleza, estos insectos son bastante tímidos cuando se encuentran lejos de su colmena, pero qué pasa si alguna presencia les perturba...

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Estos días de piscina y agua, donde sea, pero agua, es probable que otra presencia no humana en la zona haya alterado cualquier intento de relajarte y descansar. Hay un sonido que llama a muchas personas a activar su sentido de alerta, especialmente si alguna vez en su vida han recibido una picadura de aquello de donde proviene: unos insectos amarillos y negros que, para empezar, hay que saber diferenciar de otros muy similares, pero que poco tienen que ver.

No, las abejas y las avispas no son iguales, en ninguno de los sentidos. Pacifistas por naturaleza, estas son bastante tímidas cuando se encuentran lejos de su colmena, explican desde el 'UC Berkeley Urban Bee Lab'. Lo más importante que debes saber para identificarlas es la forma de su cuerpo: más redondo que el de una avispa, con una fina capa de pelo que las segundas no poseen.

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Si bien son las avispas las que tienden a picar más a menudo, las abejas también son capaces de picar en caso de último recurso (recuerda esto, en caso de último recurso). Su picadura puede ser también muy dolorosa para los humanos, incluso peligrosa según el caso, pero eso no es nada comparado con lo que les espera a ellas.

Por qué pican las abejas

Ante todo, hay que saber por qué pican las abejas, pues bien, solo hay dos formas significativas de que lo hagan: inducir la picadura agarrándola o tratando de aplastarla y hacerle daño, pero también acercándote demasiado a su colmena. En este sentido, las avispas tienden a ser más audaces y agresivas, picando a veces sin un motivo tan claro.

placeholder Así es una abeja común. Fuente: iStock.
Así es una abeja común. Fuente: iStock.

Además, ten en cuenta que las abejas hembras (que son las que tienen el aguijón) tienen mucha conciencia de luchar en equipo cuando es necesario. Si una amenaza percibida se considera demasiado grande para una abeja solitaria, puede "llamar a sus hermanas" para pedir ayuda liberando una feromona de alarma. O sea, que detrás de una pueden venir decenas más. ¿Acaso no ocurre lo mismo entre humanos? Defenderse es un acto colectivo.

placeholder Así es una avispa común. Fuente: iStock.
Así es una avispa común. Fuente: iStock.

Entonces, ¿qué anima a las abejas a pasar a la ofensiva? ¿Son criaturas naturalmente agresivas o simplemente son incomprendidas? Resulta que no todas las especies de abejas (existen alrededor de 20.000 en todo el mundo) son capaces de picar. Las Meliponini son, por ejemplo, una tribu de abejas sociales sin aguijón. La mayoría de estos insectos evolucionan en los trópicos, y en lugar de picar, muerden.

Qué ocurre después

Dicho esto, ¿qué pasa con las que pican? Estas abejas no tienden a morir por morder a otros insectos o arañas, ya veremos qué pasa si el sujeto es un ser humano. De hecho, su aguijón generalmente puede perforar un exoesqueleto relativamente delgado y se puede extraer de su piel sin que sufra daños.

Sin embargo, la piel humana es mucho más gruesa que la mayoría de los exoesqueletos de insectos, lo que significa que los aguijones de las abejas, que están enganchados, tienden a permanecer alojados una vez que se inflige el ataque. Vamos, que las abejas vuelven a despegar, pero siendo evisceradas (ya te imaginarás lo que esto quiere decir). Por tanto, tras una picadura pueden sobrevivir durante unas pocas horas más, pero al final acaban muriendo por fallo multiorgánico.

Foto: La picaduras de avispa suelen ser muy dolorosas (iStock)

Otros insectos voladores, no obstante, pueden sobrevivir después de morder a una persona, como los abejorros, los avispones o algunas avispas que tienen aguijones más suaves. Al ser de esta forma, su aguijón no se atasca en la piel humana y no acaban desgarrados. Esta es también la razón por la que estos insectos pueden volver a la carga con más frecuencia y rapidez que las abejas comunes.

Estos días de piscina y agua, donde sea, pero agua, es probable que otra presencia no humana en la zona haya alterado cualquier intento de relajarte y descansar. Hay un sonido que llama a muchas personas a activar su sentido de alerta, especialmente si alguna vez en su vida han recibido una picadura de aquello de donde proviene: unos insectos amarillos y negros que, para empezar, hay que saber diferenciar de otros muy similares, pero que poco tienen que ver.

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