El hombre que halló 9 millones de pesetas en botes de Nesquik encuentra comprador

A principios de mes nos enteramos del curioso hallazgo que Toño Piñeiro se encontró mientras reformaba una casa que compró en la aldea abandonada de A Pousada, en Sober (Lugo). Nada más y nada menos que 9 millones de las antiguas pesetas (lo que al cambio viene siendo unos 54.000 euros).

Todo un tesoro que el antiguo propietario de la casa guardaba con celo en botes de Nesquik y que, al morir sin descendientes, quedaron totalmente olvidados. Los botes han ido apareciendo de forma escalonada, en los periodos de vacaciones de Piñeiro, que vive en Valencia, y que aprovechaba para renovar una nueva estancia en cada viaje a Lugo.

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El Confidencial

Toño tuvo tiempo de cambiar a euros el dinero que encontró en los cuatro primeros botes que, además, le sirvieron para renovar el tejado de la casa. Sin embargo, lo que al principio fue una alegría, se convirtió rápidamente en decepción, ya que el plazo para cambiar pesetas a euros del Banco de España terminó el año pasado, por lo que el dinero encontrado ahora es imposible de canjear.

Una compra con mucho significado

“No me voy a echar a llorar”, reconoció entonces Piñeiro algo resignado al diario El Progreso. Ahora, por suerte, ha encontrado comprador de esos billetes. Según cuenta Diario de Pontevedra, el diseñador Pepe Cruz se ha mostrado interesado en hacerse con una parte del botín encontrado en la vivienda.

El artista se ha mostrado interesado en seis modelos de la serie de billetes de 200, 500, 1.000, 2.000, 5.000 y 10.000 pesetas que el Banco de España puso en circulación entre 1979 y 1985, ya que fue su padre, José María Cruz Novillo, el encargado de diseñarlos.

El padre del futuro comprador, José María Cruz Novillo, fue el diseñador de los billetes

“Mi padre le había comprado al Banco de España billetes de la primera hornada, pero gran parte nos los robaron a principios de los 90 y otros se fueron deteriorando por la humedad”, apunta Pepe en declaraciones al citado diario, a quien le gustaría recuperar “a modo de fondo de archivo de nuestro estudio” una muestra del que probablemente haya sido “el trabajo más reproducido” de todos los elaborados por su padre.