¿Tienes alguna de estas pesetas en casa? Podrías tener un tesoro (y no saberlo)

El 1 de enero de 2002 algo cambió en España: la entrada en circulación de manera oficial del euro como moneda de nuestro país —así como de otros 11 países de la Unión Europea— no solo hizo que cambiaran nuestros hábitos económicos, sino que provocó que nos tuviéramos que despedir de la tan amada peseta. Sin embargo, esta despedida solo la hemos hecho a medias y en numerosos hogares de nuestro país se continúan guardando estas monedas en un cajón perdido. Pero, atención, podríamos tener un tesoro sin saberlo.

Hace escasos meses, el Banco de España anunciaba la ampliación del plazo para cambiar pesetas por euros. Inicialmente, el 31 de diciembre de este año sería el último día permitido para hacer este intercambio, pero, dada la situación de pandemia por culpa del covid-19, el Ejecutivo ha decidido ampliar ese plazo hasta el 30 de junio de 2021. Para poder hacerlo, deberemos de concertar una cita previa con el Banco de España —por teléfono o rellenando el formulario de su web—, donde se podrán cambiar las pesetas por su valor facial, es decir, se dará un euro por cada 166,386 pesetas. Pero, más allá de esa fecha, podríamos tener una oportunidad importante.

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Hasta la citada fecha, se podrá cambiar cualquier moneda y billete de peseta puesto en circulación a partir de 1939, pues aquellos emitidos entre 1936 y 1939 solo se podrían cambiar si existe un análisis previo de parte de los expertos del Banco de España para analizar que no exista una falsificación. Pero no solo se pueden cambiar las monedas y billetes de curso habitual, sino que también se pueden entregar aquellas de colección, conmemorativas o especiales que podamos tener nuestra casa.

Sin embargo, como hemos dicho, solo se nos pagará el valor facial de la moneda, sin tener en cuenta el precio real que una moneda pueda tener en el mercado. Y es que, como todo en esta vida, podemos tener en nuestra casa algunas de estas pesetas que sean excepcionales por alguna característica en concreto y que, sin saberlo, pueden tener un valor muy superior a su precio, especialmente entre los amantes de la numismática.

Según los últimos datos del Banco de España, aun quedarían por devolver un total de 268.380 millones de pesetas o, lo que es lo mismo, 1.613 millones de euros. Toda aquella peseta de 1939 en adelante que no devolvamos antes del 30 de junio del próximo año ya no podrá ser canjeada por euros pero, eso sí, sí tenemos la fortuna de contar con alguna de las pesetas más extrañas que nunca se hallan acuñado, podemos tener un verdadero tesoro oculto en casa por el que coleccionistas de medio mundo estarían dispuestos a pagar grandes cantidades.

Estas son algunas de las pesetas por las que más dinero se pagaría:

5 pesetas de 1949: esta moneda es la que se ganó el sobrenombre de 'duro' y que fue acuñada solo hasta 1952, pues estaba hecha de níquel y el encarecimiento de este metal hizo que se retirarán de la circulación. Se pueden pagar entre 12.000 y 20.000 euros por ella.

2,5 pesetas de 1953: el propio valor facial de la moneda indica el porqué de su importancia. Esta moneda no circuló demasiado tiempo y, por ello, su valor en el mercado es elevado. Contar con una moneda así en nuestra casa nos puede suponer unos 1.700 euros.

1 peseta de 1947: se trata de la primera moneda con la efigie de Franco, que pasó a denominarse popularmente como 'rubia'. Una moneda de esta fecha en perfecto estado de conservación puede tener un valor de hasta 1.500 euros.

50 céntimos de 1949: se trata de una de las primeras pesetas que tenían un agujero en el centro y que solo se acuñaron durante 16 años. Pero una en concreto toma gran valor: la que tiene un grabado en el que pone E-51, fabricada con motivo de la Segunda Exposición Nacional de Numismática. Podría valer unos 500 euros.

5 pesetas de 1982: se trata de una moneda especial, pues su reverso se grabó con motivos del Mundial 82 por la celebración del Campeonato del Mundo de Fútbol en nuestro país. Sin embargo, en alguna se produjo un error y la fecha que se grabó fue 1975. Por esta moneda nos pueden ofrecer hasta 400 euros.

25 pesetas de 1995: posiblemente, la moneda que es más fácil que tengamos en casa, pues es aquella mítica con agujero en el centro muy utilizada en la cuerda de las peonzas. Aunque no sea excesivo el valor que nos pueden pagar por ella, si se encuentra en buen estado nos pueden dar hasta 100 euros por cada una.

Categoría especial

Dos monedas en concreto tienen verdadera importancia más allá de las fechas anteriormente expuestas. Una moneda de plata de Alfonso XIII, acuñada en el año 1891, puede tener un precio de 700 euros, pero la joya de la corona es la moneda de oro de 100 pesetas de Amadeo I de Saboya: solo se acuñaron 513 monedas y la última que se vendió en España, concretamente por la casa numismática Cayón, tuvo un precio de 164.000 euros. Casi nada.

De igual manera, se puede prever que, una vez que se cierre el plazo para devolver pesetas, las monedas conmemorativas y especiales tomen mayor valor. Sin ir más lejos, la famosa moneda de 2000 pesetas de plata, acuñada en el año 2000, actualmente tiene un precio que ronda los 30 euros, pero se espera que una vez cerrado el plazo de devolución —y con el paso de los años— se convierta en una de las monedas más deseadas por los expertos. Así, si tienes algún viejo bolso en el que buscar o algún cojín de un sofá que hace mucho que no mueves, es recomendable que le eches un vistazo: podrías tener un tesoro oculto valorado en miles de euros.