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La razón por la que nunca más debes amontonar piedras en playas y montañas
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UN PELIGRO PARA EL ECOSISTEMA

La razón por la que nunca más debes amontonar piedras en playas y montañas

Apilar piedras en la playa o en la naturaleza está de moda. Sin embargo, los ecologistas advierten del peligro que tiene esta práctica para el medioambiente. Estas son las razones

Foto: La razón por la que nunca más debes amontonar piedras en playas y montañas (Pixabay)
La razón por la que nunca más debes amontonar piedras en playas y montañas (Pixabay)

Desde hace unos años, la práctica de apilar piedras formando torres se ha convertido en una moda en nuestro país y el mundo entero. Cada vez es más normal ver este tipo de formaciones en lugares de interés paisajístico como playas, orillas y costas o valles y sierras y cumbres. Son los propios turistas los que, asociando este rito a la buena suerte, van dejando estas pequeñas montañas de piedras por donde quiera que vayan.

Estas formaciones, conocidas como torres zen, tienen su origen en Asia y están relacionadas con el equilibrio y el bienestar. En otras culturas son símbolos religiosos y señalizan monumentos funerarios. Ahora, este fenómeno ha recibido el nombre de apacheta y se ha fomentado mediante el turismo de naturaleza y las redes sociales. Sin embargo, y aunque se trata de un juego aparentemente inofensivo que prolifera durante los meses de verano, el hecho de apilar piedras ha levantado cierta polémica entre los ecologistas.

"¿Por qué?"

Varios expertos han recalcado que estas creaciones pueden afectar al medioambiente, especialmente a los animales y plantas que viven en la zona. Es el caso del profesor universitario José Ángel Murcia que, después de que se convirtiese en viral un tuit suyo en el que preguntaba “¿por qué?” acompañado de una foto con una de estas montañas de piedras, ha invitado a reflexionar a los usuarios del peligro de esta práctica.

“Aprovecho la repercusión que está teniendo mi tuit para pedirte que no muevas piedras ni plantas ni nada en la naturaleza, reivindicó Murcia en su hilo de Twitter mientras sugirió como alternativa a aquellos que les guste hacer construcciones: “cómprate un Lego, que ahora los están haciendo con materiales reciclados”.

Lo que es un hecho es que esta práctica tiene un impacto negativo en la biodiversidad, según aseguró el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). Entre otras razones, las piedras no deben moverse de su sitio porque hay muchas especies autóctonas invisibles a la vista, como es el caso de insectos o invertebrados endémicos, que viven en esas piedras. Por lo que, si se mueven de lugar o se apilan unas sobre otras, se modifica el ecosistema que necesitan para vivir e, incluso, se les puede estar exponiendo ante sus depredadores.

Aparentemente se trata de un juego inofensivo, pero afecta seriamente a nuestro ecosistema

De hecho, las piedras “son esenciales” en ecosistemas con condiciones extremas (sequía, viento, salinidad, erosión) donde la vegetación suele ser escasa y dispersa ya que tienen una función esencial al retener la humedad del suelo, favorecer la germinación de las semillas y el enraizamiento de las plantas, aportar pequeños espacios de sombra y ser un refugio y cobijo durante el día para muchas especies de invertebrados.

Desde hace unos años, la práctica de apilar piedras formando torres se ha convertido en una moda en nuestro país y el mundo entero. Cada vez es más normal ver este tipo de formaciones en lugares de interés paisajístico como playas, orillas y costas o valles y sierras y cumbres. Son los propios turistas los que, asociando este rito a la buena suerte, van dejando estas pequeñas montañas de piedras por donde quiera que vayan.

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