¡Menudo drama! Le tocan 210 millones y no puede cobrarlos

Acertar la combinación ganadora del Euromillón es, probablemente, el hecho más difícil que puede lograr un ser humano. Varios cálculos realizados por estadísticos aseguran que una persona tiene más opciones de que le caiga un rayo en la cabeza que de acertar la combinación del famoso sorteo de lotería. Por eso, si tienes la suerte de que te toque, conviene no cometer un error fatal que te prive del premio.

La historia se desarrolló en Reino Unido hace algo más de un año cuándo dos jóvenes británicos no pudieron cobrar un premio de más de 100 millones de euros por no haber sellado el boleto en la aplicación. Ambos llevaban muchos años jugando a la misma combinación, siempre sin suerte, hasta que el 21 de febrero de 2021 lo lograron.

Sin embargo, según cuenta The Mirror, Rachel Kennedy no pudo sellar el sorteo de ese día al no tener saldo en la aplicación Camelot (organismo que gestiona los juegos de azar en Reino Unido). De esta manera, los dos se quedaron sin un premio que les habría cambiado la vida y les habría convertido en multimillonarios.

El premio era de 210 millones

Aquel día había un bote de 210 millones de euros que se llevó, en su totalidad, un hombre de Suiza. Si Rachel hubiera sellado su boleto con la combinación de siempre, el premio se habría repartido a partes iguales y cada ganador se habría llevado 105 millones por cabeza. La mala suerte y el destino le jugaron la peor de las pasadas.

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Rachel siempre jugaba a la siguiente combinación: 6, 12, 22, 29 y 33, estrellas 6 y 11. Para colmo de males, minutos después de que se realizase el sorteo, la propia aplicación Camelot mandó un mensaje a Rachel avisándola de que había sido la ganadora del sorteo. El drama fue total y absoluto.

Durante años, esta joven británica había sellado, semana a semana, la aplicación para no fallar en ninguno de los sorteos. El destino ha querido ser muy cruel con ella. Ha bastado un solo despiste para quedarse sin el mayor de los premios al que aspiraba en su vida. Y, lógicamente, parece imposible que vuelva a tener una oportunidad semejante. Que te toque el euromillón no pasa, precisamente, todos los días.