El águila de sangre: la tortura más dolorosa y sangrienta de la cultura vikinga era real

Aquellos que conozcan y hayan visto la serie 'Vikingos' (2013) seguro que recuerdan unos cuantos momentos de la serie en los que la sangre salta por los aires y, de tanto en cuando, te hacen apartar la mirada de la pantalla por su crudeza visual y sadismo. Puede que uno de esos instantes sea cuando algún rey practica el águila de sangre a todo aquel traidor que osara ir en su contra.

En concreto, el ritual del que hablamos consistía en reventar la espalda de la víctima a hachazos para después abrirle las costillas y, antes de que muera, arrancarle los pulmones por esas mismas heridas. De ahí precisamente el nombre de la tortura, ya que el verdugo, una vez extraídos los pulmones, extendía las costillas por la espalda para que se asemejaran a una especie de alas.

"Lo que descubrimos fue que el proceso sería difícil de ejecutar pero no imposible, incluso con la tecnología tan rudimentaria de la época"

Ahora bien, la práctica del águila de sangre no deja de ser una leyenda de la que no hay registros arqueológicos, un relato que forma parte más del folclore que de la realidad histórica. Tal vez construido durante generaciones por los rivales de la época de los vikingos (es decir, los cristianos) para meter miedo sobre las culturas paganas y sus costumbres. Hasta ahora. Un equipo de científicos ha publicado un nuevo estudio en el que confirman la existencia de esta práctica.

¿Mito o realidad?

Antes, habría que repasar de dónde vienen las sospechas de que en realidad se realizara. Los estudios previos ya realizados solo se dedican a analizar y recoger los detalles de la tortura que vienen en textos medievales, metiéndose en debates sobre la descripción de la misma. Además, suelen llegar a la conclusión de que todo forma parte de un gran malentendido, en este caso lingüístico, a la hora de traducir alguna que otra poesía bélica. Y si esos textos medievales son de autoría cristiana, la hipótesis de que este ritual fuera inventado para asustar sobre las invasiones paganas está más que consolidada.

"Sospechamos que usaban un tipo muy particular de lanza para 'desabrochar' la caja torácica rápidamente por su parte posterior"

"Utilizando los conocimientos modernos de anatomía, junto con una cuidadosa reevaluación de nueve relatos medievales del ritual, investigamos qué efecto podría haber tenido el águila de sangre en el cuerpo humano", aseguran Luke John Murphy, de la Universidad de Islandia, Heidi Fuller, de la Universidad de Keele y Monte Gates, profesora de la Universidad de Keele, en unas declaraciones recogidas por 'Science Alert'. "Lo que descubrimos fue que el proceso sería difícil de ejecutar pero no imposible, incluso con la tecnología tan rudimentaria de la época".

"Sospechamos que usaban un tipo muy particular de lanza para 'desabrochar' la caja torácica rápidamente por su parte posterior", prosiguen. "Tal arma podría incluso estar representada en un monumento tallado en piedra y hallado en la isla sueca de Gotland. Pero también nos dimos cuenta de que a pesar de realizarse con cuidado, la víctima acababa muriendo muy rápidamente. Por tanto, cualquier intento de remodelar las costillas en 'alas' o extirpar los pulmones se habría realizado en un cadáver. Este último 'aleteo' no habría sucedido". Menos mal. La tortura era tan vasta que los sometidos a ella morían nada más empezar.

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A pesar de que los relatos cristianos del mundo pagano intentaran desacreditar su cultura dibujándoles como seres sanguinarios sin escrúpulos, los investigadores (por cierto, de procedencia nórdica, lo que puede acreditar aún más sus hallazgos) reconocen que los vikingos sí que se distinguían de otras tribus por su salvajismo exacerbado y las múltiples torturas a las que sometían a sus enemigos. "No tuvieron reparos en exhibir cadáveres de humanos y animales en rituales, incluso durante ejecuciones espectaculares", asevera el equipo de investigación.

Por otro lado, los académicos aducen que no se trataba de algo que se hacía todos los días o contra todos los enemigos. Más bien solo se practicaba en circunstancias excepcionales, por ejemplo en momentos de venganza, cuando el ultraje había sido bastante alto. Por ejemplo, "cuando capturaban a un prisionero de guerra que anteriormente había sometido al padre del autor del ritual a una muerte vergonzosa y terrible".

Una cuestión de honor

Además del águila de sangre, hay más torturas vikingas que también aparecen en la serie mencionada y en otras tantas películas, como por ejemplo arrojar a la víctima a un agujero lleno de serpientes. Pero el águila de sangre destaca de todas ellas no solo por su crudeza, sino también porque tiene el significado de recuperar el honor perdido.

"Por tanto, el águila de sangre sí que podría haber tenido lugar en la era vikinga", concluyen los autores. "Era físicamente posible, en consonancia con hábitos sociales más amplios en cuanto a ejecución y tratamiento de cadáveres, y reflejaba una obsesión cultural por demostrar su honor y prestigio. Es más, su espectacular brutalidad habría asegurado que todos los que la presenciaron estuvieran ansiosos por contar la historia con todos sus sangrientos detalles".